Rodrigo Sánchez Haro ha amenazado al gobierno del Partido Popular para que no cierre el trasvase Negartín-Almanzora. De hacerlo supondría un perjuicio para más de 24.000 hectáreas de regadío y cerca de 10.000 regantes. De seguir la sequía actual seguramente el gobierno conservador se vería en la obligación de cerrarlo. En su momento la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Guadalquivir se autorizó un trasvase de 50 hectómetros cúbicos. Trasvase que está en entredicho si la capacidad del embalse estuviese por encima del 30%. Algo que a día de hoy no es seguro.
Lo que solicita el consejero Sánchez Haro es que el gobierno central tome cartas en el asunto y proceda a utilizar algún mecanismo de excepcionalidad para que ese trasvase quede plenamente garantizado este año. Ya lo viene haciendo en Castilla La Mancha pese a las malas condiciones hídricas de los embalses castellano-manchegos. Pero en esas ocasiones las aguas discurren hacia comunidades autónomas donde gobiernan los populares.
Carmen Crespo, portavoz del PP en el Parlamento andaluz, ha salido al paso acusando a la Junta de no estar “haciendo sus deberes en materia hídrica”. Ha acusado al PSOE de haber derogado el Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro. “El PP de Almería siempre ha estado con los agricultores y los regantes de la provincia” ha dicho la conservadora, a la par que ha recordado la reunión de Gabriel Amat con los agricultores para escucharles.
Sin embargo, ya había puesto Sánchez Haro el problema encima de la mesa. Un problema que está vinculado a la inoperancia del presidente de la Diputación en cuestiones hídricas. En concreto su incompetencia con las desaladoras y que ya se ha ´puesto de manifiesto en Diario 16 Mediterráneo. La desaladora de Cuevas de Almanzora lleva casi 5 años inutilizada, ha manifestado el consejero, por culpa de que se presupuesta en los PGE su reparación pero luego nunca se lleva a cabo. Y Amat mientras preocupado por hacer obras antes de licitarlas. La puesta en marcha de esta desaladora supondría 15 hectómetro cúbicos anuales.
Amat y el PP no reclaman la ampliación de la desaladora de Carboneras que ya está prevista, como tampoco lo hace por las de Balsa del Sapo o Adra. Tampoco amplía las depuradoras de El Ejido, Roquetas o Adra. En términos generales si no es materia urbanística parece que poco o nada importa al presidente de la Diputación almeriense. Sánchez Haro ha recordado que frente a la inacción de Amat y Rajoy, la Junta lleva invertidos más de 40 millones en infraestructuras agrícolas en la provincia.