La política de “nacionalismo económico” aplicada por Trump incrementa las tensiones mundiales y ha desatado la guerra comercial. Aumenta el conflicto por la disputa de los mercados con China, tanto en los aspectos económicos como militares, también con Rusia en una peligrosa carrera de armas nucleares, que perjudicará al resto del mundo entre los bloques imperialistas.
La consigna de la campaña electoral de Trump, de “América Primero”, marcó la pauta del unilateralismo del imperialismo estadounidense en la Asamblea de las ONU, abandonando la llamada política de “cooperación internacional”.
También rompió el pacto sobre el Cambio Climático que habían suscrito en el acuerdo de París, creando una gran preocupación mundial en grupos y partidos ecologistas.
Han arreciado los movimientos de masas que reflejan un rechazo a esa política, sobre todo en los países que se sienten más afectados por las repercusiones terribles que el aumento de la temperatura y la contaminación del planeta; podría agravar las catástrofes climáticas a escala mundial, aunque esos políticos desaprensivos niegan el problema ecológico.
Eso demuestra que el capitalismo en su fase imperialista no podrá evitar la degradación del planeta, que solamente mediante su superación y sustitución de ese sistema descontrolado y mafioso por un nuevo modelo de socialismo democrático podría ser posible, para planificar la economía, pero con una lucha por la transformación social.
Algunos analistas económicos capitalistas han afirmado que ha existido una aceleración sincronizada de las economías más avanzadas, iniciando el camino del crecimiento, intentando salir de la crisis, pero en vez de notarse una caída de los niveles oficiales de paro, eso no se ha visto reflejado, aumentando el “ejército de pobreza”, la desigualdad, las hambrunas y las tensiones bélicas.
Incluso ese pequeño repunte de la economía de los últimos tres años ha sido muy desigual, e incluso la mayoría de los países no lo han notado. Se agudiza a escala sin precedentes el trabajo a tiempo parcial, salarios de pobreza extrema, abusos de la patronal al exigir más ritmos y no pagando las horas extras lo cual ha aumentado el desequilibrio entre ricos y pobres.
Ese corto repunte económico, con crecimientos débiles entre el 2% al 3 % de media se ha basado en un tremendo ataque a las condiciones de vida y salarios, junto con un incremento de la represión generalizada y pérdidas agudas de los niveles de vida de las masas trabajadoras.
La política de austeridad y recortes se instala en Europa y también en EEUU y demás países. Eso ha provocado una tremenda crisis en el mundo neocolonial en general, con una brutal recaída debido a la terrible contracción económica en países como Brasil, que ha sido la causa del giro a la derecha por el malestar de las masas ante la catástrofe de la socialdemocracia del PT que venía gobernando.
Igualmente se da una disminución significativa de las perspectivas económicas en países como Argentina y el resto de Latinoamérica, Europa, Sudáfrica, Turquía, etc. Se nota un repunte de las luchas obreras que anima a los trabajadores a moverse intentando recuperar algo de los derechos y niveles de vida perdidos tras la larga recesión de más de diez años y sus terribles consecuencias para el movimiento obrero.
Estamos viendo un poderoso resurgimiento de la clase trabajadora en Francia, con la lucha de los “chalecos amarillos”. Asimismo hay un repunte de luchas sociales en otros países como en EEUU donde ha habido huelgas de maestros en Virginia, en la multinacional UPS, revueltas contra los líderes sindicales que no querían luchar y diversas luchas por el aumento salarial hasta los 15 dólares/hora, ganado por las movilizaciones apoyadas por “Alternativa Socialista”, dirigidas por Kshama Sawant, Concejal Socialista en Seattle.
En EEUU la deuda global se ha disparado a un 60 % del PIB. La Deuda Mundial total se ha disparado de 173.000 millones $ en 2010 a más de 250.000 millones actualmente, más de un 44 %. En el Estado español, la Deuda Pública creció desde el 2007 que estaba en 384.662 millones € hasta alcanzar bajo el mandato de Rajoy más de UN billón 175.704 millones € al III Trimestre de 2018, con un aumento continuo y brutal de la desigualdad.
Las desigualdades se están haciendo insoportables para los pueblos. La banca y los multimillonarios han ganado más dinero en 2018 que en cualquier otro año de la historia. En plena “crisis” para los pobres, los ricos han visto una creación de riqueza mayor que en los años dorados del boom anterior a 2007/8, aprovechando la clase dominante la crisis para fusiones, saqueos, concentraciones bancarias, evasiones fiscales, desfalcos y demás tropelías.
Situaciones similares cuenta la historia que fueron el preludio de un descontento masivo, un desequilibrio brutal y crisis profundas que finalmente condujeron a conflictos bélicos, revoluciones y contrarrevoluciones como la Guerra Mundial de 1914 a 1918, la revolución de Octubre en Rusia de 1917, el Golpe de Estado de Franco de 1936 a 1939, la II Guerra Mundial que se desarrolló de 1939 a 1945, el Mayo Francés del 68, la revolución de los Claveles de Portugal en 1974, la revolución abortada en España de 1976 a 1978, etc.
Los medios de comunicación ocultan la realidad de estas situaciones y no informan masivamente de las perspectivas a las que nos veremos obligados a enfrentarnos, ante las consecuencias de los efectos de esa “guerra comercial” entre EEUU, China, Rusia y la U.E.
Todos los Estados están empezando a tomar represalias incrementándose en la medida que afecta al intercambio de mercancías, caída del comercio mundial, a la destrucción de empleo y demás consecuencias. Por ejemplo, la lucha de los “Chalecos amarillos” y las huelgas ha afectado a los agricultores andaluces, sobre todo a la provincia de Almería que han perdido millones por la retención del transporte en la frontera pudriéndose las hortalizas.
La alarma más grave para los capitalistas sería la posibilidad de una guerra comercial total incruenta entre EEUU y China, que pudiese convertirse en cruenta si se prolongase demasiado.
Los cambios de criterio y de humor de Trump afectan a las relaciones económicas y el régimen de China ha pasado, de ser un socio importante de EEUU, a un rival peligroso que le hace la competencia; también los giros hacia un lado y otro con Rusia, incluso con tensiones militares, reciben un trato que no se adapta a la diplomacia mundial de la época anterior.
Viendo el panorama mundial no existe un continente donde no haya disturbios sociales, políticos, económico incluso con más de 40 guerras locales, iniciándose también una enorme agitación en las filas del movimiento obrero, levantándose en luchas millones de personas que exigen respuestas a la cantidad de problemas sociales que provocan las crisis del capitalismo con millones de migrantes huyendo buscando una vida mejor.
El proceso dialéctico de la historia nos muestra que a veces, grupos pequeños de activistas políticos se transforman rápidamente en potentes grupos que llaman a la acción que luego pueden formar la base para coaliciones de partidos y fuerzas de masas en un proceso acelerado.
Puede ocurrir lo contrario, que sea de la lucha interna de grandes partidos de masas, desde donde surja una corriente de izquierda que, en el fragor de la batalla, y empujados por las luchas, provoque un giro más a la izquierda de esas organizaciones políticas.
La situación actual en el Estado español está preñada de muchas de esas posibilidades, pues dada la situación interna que existe en el partido que gobierna, donde existen en el PSOE varias corrientes en disputa por la dirección, podría ocurrir cualquier cosa; o la politización inevitable se exprese por el exterior, como ocurrió tras las luchas del 15-M o incluso en el seno del Partido.
Si el gobierno actual liderado por Pedro Sánchez, no logra consolidarse tras las próximas elecciones municipales y las posteriores generales, porque sea incapaz de aglutinar suficientes votos de las izquierdas para conseguir un gobierno favorable a los trabajadores, podríamos entrar en un territorio desconocido lleno de escollos.
Cabría la posibilidad de una indignación masiva y surgiera la violencia, si al menos no se consigue aplazar el conflicto en Cataluña, o ante el espectáculo de que la clase dominante ganara las generales y con un gobierno de derechas de C’s, PP y Vox, similar al de Andalucía, intentasen cambiar las reglas de juego, planteando una política ultraderechista amparados en esa corrupta “democracia burguesa» que podría girar hacia posiciones bonapartistas, que sería vista como el preludio de la búsqueda de un Dictador que les saque las castañas del fuego, como hizo la CEDA cuando promocionó al “comandantin”, tras las prácticas represivas de 1934 en Asturias y lo utilizaron para asestar el Golpe Militar de 1936 que tantos muertos costó y sumió al país en una negra noche de represión y retraso histórico.
Por otra parte, la agonía de la Unión Europea que se concibió como una construcción pro capitalista neoliberal desde sus inicios, puede manifestarse claramente en la próxima crisis económica en la que entraremos antes de expirar el próximo trienio y podría saltar por los aires, porque la Europa de los Mercaderes Mafiosos no puede ofrecer ningún futuro para la clase trabajadora, sino es el de guerras enfrentamientos, miseria y paro.
La podredumbre del sistema se escuda en el discurso hipócrita de que estamos saliendo de la crisis, con el falso progresismo de este modelo caduco y las permanentes contradicciones a las que se enfrenta el capitalismo, con sus prácticas antisociales, su defensa de la banca y de las multinacionales. Gran escándalo el denunciado por el delincuente Villarejo, presuntamente pagado con 500.000 € por el BBVA, para espiar a jueces, políticos y empresarios, lo que podría darle el Jaque Mate al Estado, si se confirma e investiga. Esos desfalcos como el de Bankia, Caso Popular, etc., anteponen siempre los intereses de esas mafias a las necesidades del pueblo trabajador.
Los dirigentes reformistas de las izquierdas deberían abandonar sus políticas nacionalistas de apoyo a sus respectivas burguesías y oponerse claramente al modelo capitalista, con un enfoque socialista e internacionalista, que unifique las luchas del movimiento obrero de todo el continente pasando a la acción, con el objetivo de frenar al fascismo rampante, para poder derrotarlos mediante la democracia y la acción de masas y luchar por la Confederación Socialista Europea de los pueblos libres, como la única alternativa a la barbarie capitalista.
Es necesario un cambio de modelo para resolver los conflictos y enfrentamientos nacionales que están abocados a más guerras que significaría el exterminio de la humanidad si utilizan el armamento nuclear, por lo que la democracia y el voto para resolver los conflictos es el método a conseguir.
Necesitamos luchar democráticamente en pro del reparto equitativo de las riquezas para que la economía se ponga al servicio de la mayoría de la población y no de unos cientos de multinacionales que están destruyendo el planeta y que actúan antidemocráticamente porque no son elegidos por los votos de la ciudadanía, sino que están al servicio de los intereses de banqueros parásitos del gobiernos mundial en la sombra.
Con una verdadera democracia, mediante la participación activa de la población, cuya abrumadora mayoría es la clase trabajadora, en lucha por el socialismo, estaríamos en condiciones de avanzar hacia una nueva sociedad pacífica y solidaria, donde podríamos vivir dignamente una vez liberados de la lucha cotidiana por la supervivencia, debido a la escasez a las que nos condena esta injusta sociedad capitalista.
Con los medios de producción planificados científicamente y bajo control democrático de la mayoría al servicio de la clase trabajadora y nuestras familias, podríamos participar conscientemente en las decisiones políticas, sociales, económicas, ecológicas y culturales de la nueva sociedad basadas en la ética, poniendo a los seres humanos en el fundamento de la economía y ésta al servicio del conjunto de la Humanidad.