Reconozco mi genética de charlatán modificado para los nuevos tiempos de navegaciones, sin esperanzas en el descubrimiento de nuevas tierras, a lo sumo esta epopeyita misión de escribiente logre alcanzar atrapar tus ojos, que pudieran ser tan hermosos o más que clavar el pendón del reino de mi Castilla particular en la playa donde desembarque mi osado parecer.
Dos personas que se abrazan (en adelante tú y yo) en la distancia, dejan de ser seres humanos y pasan a ser palabras, la más antigua fibra óptica criptográfica que se conoce en materia de transmisión.
Todo nuestro arsenal de recuerdos, cualquier asiento histórico o premoniciones futuras, bailan en los archivos de la memoria al son del tango ortográfico escrito o dulcificado por la reverberación acústica de la palabra, que despierta la curiosidad y las emociones, como si cada fragmentación de tu narrativa tuviera submundos enclaustrados en la diversidad del entendimiento.
Me es más fácil reflexionar en voz alta con el duro timbre de mi voz, que me recuerda que estoy vivo y a su vez pagando el recibo del Ocaso, oxidando los mimbres metálicos de una amistad basada en la comunicación ingeniosa, con una constancia propia de un fallecido en la desmemoria colectiva e inocente de quienes no aprecian el dulzor de mi extravagancia, tan certera como petarda.
Ya merece la pena haber vivido en este Jerte de lágrimas, solo por gozar del placer comunicativo que nos atrapa sin contratos, trasmutamos las distancias y con solo la competencia mercantil del beso desaforado de los enamorados, como espacio mínimo entre mi deseo y tu ansia de saber lo que ofrezco.
Vivo en un país cuya tradición ha sido acallar al divulgativo, matar al poeta y ajusticiar al predicador de verdades, creo que con Dios hice un mal trato y me plantó en el espacio y tiempo donde divergen todas las contradicciones vitales para mi existencia, dado que no estoy diseñado para el martirio ni para convencer al desarrapado de sus miserias, solo me queda la Fe, que no ciega, del cambio y mi grito desesperado del SI SE PUEDE.
Como dije al principio, todo es palabra, desde lo que expone el BOE, Código Civil, las calculadas mentiras de Rafa Hernando en calidad de portavoz de la factoría del embuste mejor pagado y cobrado…. Apoyo, como no, la moción de censura y el derrocamiento definitivo del franquismo, por la única vía razonable, la del Amor a la ciencia y el decoro consultivo.
Atentamente vuestro servidor.