Tenía que ser él quien olvidase que ayer fue el Día del Libro. Cuando los dirigentes de los grandes partidos, al menos, dedicaron algún tuit en las redes sociales para expresar la importancia de la lectura, Pablo Casado lo olvidó. Tanto él como el equipo que le lleva las cuentas evidentemente. Y lo más increíble de todo es que a nadie le ha importado o sorprendido, ya se da por hecho que es un ignaro al que le regalan los estudios (tal y como afirmó una jueza) y que no tiene ningún tipo de relación con los libros como medio de conocimiento o diversión. Un inculto que no se esconde, aunque lo intentase haciéndose la foto comprando un libro (que no sabemos si habrá leído).
La paliza sufrida en el primer debate televisivo, ese mismo que en un acto de soberbia no preparó, le ha dejado tan lastimado que ayer no estaba ni para un recuerdo cultural. Y eso que la industria editorial mueve muchos millones de euros, procura bastantes trabajos y controla algún que otro medio afín a él mismo. Pero todo lo que tenga que ver con pensar o leer le produce una especie de alergia mental que considera improductiva para poder desarrollar sus mentiras a la perfección. Coger un libro, abrirlo y darse cuenta de que todo lo que piensa y dice se aleja de la realidad podría provocarle un cortocircuito mental, así que evita esa posibilidad para poder seguir siendo un mitomaníaco.
Lo cultural debe parecerle cosa de rojos, de apesebrados, de personas que son incapaces de adorar toda su personalidad. Al contrario que Platón, Casado hace alarde del gobierno de los mediocres que, además, se enorgullecen de serlo. Mastuerzos políticos sin más necesidad que vivir del cuento y controlar a los demás para que no les quiten el sitio. Un cuadro de un partido de derechas, reaccionario e inculto al servicio de la plutocracia. Y, para más inri, decía que quería hacer un doctorado, cuando la cantidad de libros, artículos y demás documentos a leer, harían estallar su cabeza. Aunque la verdad es que quería hacerlo porque pensaba que se lo regalarían como los demás cursos.
Leer para conocer la historia, para comprender el pasado y el presente, para pensar el futuro. Leer para disfrutar y abrir la mente a lugares nuevos. Leer para ser más libres.
¡Feliz #DíaDelLibro! ¡Feliz Sant Jordi!— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 23, 2019
Pedro Sánchez ha lanzado un tuit donde ha dejado escrito: “Leer para conocer la historia, para comprender el pasado y el presente, para pensar el futuro. Leer para disfrutar y abrir la mente a lugares nuevos. Leer para ser más libres”. Pablo Iglesias también ha tenido su recuerdo para tal efeméride: “El Día Del Libro, el día de Sant Jordi, siempre es un buen día para encontrar nuevos amigos en las estanterías de las librerías, para disfrutar de las bibliotecas y para hacer regalos literarios que dejen huella. Feliz día a todas y a todos. Disfrutad mucho de los libros, siempre”. Menos trascendente que el presidente del Gobierno pero igualmente apoyando la cultura. E, incluso, Albert Rivera ha tenido ese recuerdo para la cita libresca del año: “El de hoy es uno de los días más bonitos y especiales del año en Cataluña. Las calles de mi tierra se llenan de rosas y libros en la gran fiesta de la cultura, el amor y el civismo. La verdadera Diada que nos une a todos los catalanes. Bona Diada de Sant Jordi a tothom!”.
El #DiaDelLibro, el día de Sant Jordi, siempre es un buen día para encontrar nuevos amigos en las estanterías de las librerías, para disfrutar de las bibliotecas y para hacer regalos literarios que dejen huella. Feliz día a todas y a todos. Disfrutad mucho de los libros, siempre.
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) April 23, 2019
El de hoy es uno de los días más bonitos y especiales del año en Cataluña. Las calles de mi tierra se llenan de rosas y libros en la gran fiesta de la cultura, el amor y el civismo. La verdadera Diada que nos une a todos los catalanes. Bona Diada de Sant Jordi a tothom! 📖🌹 pic.twitter.com/BAcaB6DXmU
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) April 23, 2019
Seguramente ni sepa que se celebra el 23 de abril por coincidir el fallecimiento de Cervantes y Shakespeare en el mismo año de 1616. Una fecha para consagrar la memoria del novelista y el dramaturgo que dieron aire de modernidad a sus obras que tienen la coincidencia de haber fallecido el mismo día del mismo año. Esto son ya muchos datos para su ocupada cabeza, aunque son de ese tipo de historias que gustan a los nescientes que quieren sorprender. Pero no, Casado vive en su mundo de mentiras y recuerdos falsos en el que es feliz. Luego nos dirá, mintiendo claramente, que a él le gustan los libros para fardar, pero el día que hay que apoyar al libro se olvida. Debe ser que la humillación de verse derrotado en el debate le ha producido un colapso mental. Él que era el elegido por los dioses de la Historia para llevar a España… realmente a la ruina, ha sido humillado. Un soberbio al que le han bajado los humos y no sabe ni en el día en que está.