Para CCOO es urgente que se defina una reforma en profundidad del mercado marginalista eléctrico, que es un mercado claramente ineficiente para asignar precios acordes a los costes de operación de las diferentes tecnologías. Este mercado marginalista supone que la última central que entra al cruzarse la oferta y la demanda para cada hora marca el precio que luego cobran todas. Lo que significa que el precio lo marca la fuente de energía que entra última al sistema, la más cara. Esto hace que tecnologías como la hidráulica y la nuclear, con inversiones ya amortizadas y costes de operación muy bajos, cobren un precio muy por encima de dichos costes, lo que produce los denominados “beneficios caídos del cielo”.
CCOO planteó hace unos meses una reforma del actual mercado eléctrico de manera que este sea a coste real o que el mercado de la electricidad se diseñe a coste marginal para cada una de las tecnologías, que permitiría asignar precios más ajustados a los costes de producción reales de las diferentes instalaciones. Esta propuesta se formuló en el marco de la Comisión de Expertos para la transición energética que nombro el anterior Gobierno, pero dicha Comisión decidió no cuestionar este tipo de mercado diseñado en 1997 por el Gobierno de Aznar.
En las últimas semanas se ha producido también la circunstancia de que la hidráulica ha marcado el precio máximo en el pool eléctrico, que al parecer es debido a las decisiones que han tomado las eléctricas para lograr mayores beneficios valiéndose de la alta concentración de poder en pocas empresas que existe en el mercado de generación de electricidad.
También ha favorecido el aumento del precio del mercado la entrada de energías de respaldo, como las centrales térmicas, donde el precio del carbón ha aumentado en los mercados internacionales, así como el precio del CO2 que marca el mercado europeo de derechos de emisión y que según parece tiene una tendencia de precio ascendente. Por ello, para CCOO es fundamental el aumento de la instalación de potencia renovable que actualmente, por la significativa reducción de sus costes de producción, incidirá en la bajada del precio de la energía, para ciudadanos y empresas.