Hoy que se cumplían 100 consejos de gobierno de la era Cifuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha salido al ataque contra PSOE, Ciudadanos y Podemos. Los 2.582 asuntos tratados bajo su mandato y su gestión parecen languidecer frente a los ataques personales que está sufriendo desde partidos políticos y medios de comunicación. Ante esto, como ha declarado, piensa rebelarse porque su honorabilidad está fuera de toda duda. Y así lo ha querido dejar de manifiesto durante la rueda de prensa posterior al Consejo.

Javier Bañuelos (cadena SER) ha sido el primero en disparar al preguntar a la presidenta por las declaraciones de Ignacio Aguado, portavoz de Ciudadanos, donde ha afirmado que “es complicado que una persona hundida en el lodazal sea la que lo limpie”. Cristina Cifuentes ha respondido que ella el único lodazal en el que se ha metido es uno físico realizando una visita de trabajo. Para la presidenta no tiene ningún sentido este tipo de afirmaciones, entiende que el cuñadismo de Ciudadanos está para desgastar al PP pero asume que al final la formación naranja siempre acaba votando con el PSOE y Podemos. Asume tener que gobernar en minoría “con el apoyo de un partido que te critica más allá de los político”. Sin embargo, ella no actuaría así: “Yo no apoyaría a un partido o presidenta que creo corrupta”. Misterios sin resolver del cuñadismo.

Sobre su presencia o no durante la moción de censura, planteada por Podemos y demás confluencias, ha manifestado que “es una cuestión que ni me he planteado porque aún no sabemos cuándo será”. Para Cifuentes no deja de ser una nueva perfomance de Podemos, como lo son los autobuses y demás actos propagandísticos. Entiende que esto no es más que una causa de falta de liderazgo en Madrid. “Veremos cuando aterrice Errejón” ha rematado. Ha vuelto a comentar que ella no se esconde y que siempre ha estado dando la cara en la Asamblea respondiendo a 43 preguntas sobre corrupción. Entiende que la moción es “a gobiernos anteriores” y no al suyo. Y, es más, cree que Podemos, tanto a nivel nacional como regional, está haciendo un “uso ilegítimo de esa figura”.

Respecto al hecho de tener que comparecer sola en la Comisión contra la Corrupción se ha mostrado contundente: “El Tripartito de la Inquisición no quiere conocer lo que pasó sino que quiere ponerme la pena de pasillo, encender la máquina de picar carne y hacer un juicio político paralelo a mi persona”. No le encuentra lógica a la negación de asistencia de las demás personas que participaron en la mesa. Incluso ha recordado que Francisco Cabaco (PSOE) ya había manifestado que todo se llevó a cabo con corrección y nadie le ha prestado atención. Ángel Garrido, quien tomó la palabra para explicar los pormenores administrativos, ha expresado su preocupación por la no petición de documentación (los susodichos contratos y actas) y que no quieran que acudan los técnicos (como es norma común). Entiende Garrido que esto no es más que un Auto de Fe contra la presidenta.

 

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