La coalición Compromís denuncia un “nuevo chantaje” del PP a las Comunidades Autónomas para forzar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Si no se prorroga el Impuesto de Patrimonio la Comunidad Valenciana perderá más de 100 millones. A la congelación de los fondos de financiación autonómica por la falta de acuerdo para aprobar los presupuestos de 2018 anunciada por el Ministerio de Hacienda a primeros de año, el gobierno suma ahora la no prórroga del Impuesto de Patrimonio que supone unos 1000 millones de recaudación destinados en las arcas autonómicas.
En el caso valenciano, si el Ministerio mantiene su amenaza, el recorte en las entregas a cuenta de los recursos del sistema de financiación supone una disminución de 353 millones respecto a unas previsiones del Estado con las que la Generalitat ya ha confeccionado los presupuestos del Consell. A esa merma ahora habría que restar algo más de 140 millones en caso de no prorrogarse el Impuesto sobre el Patrimonio. En concreto el Presupuesto de la Generalitat para 2018 prevé unos ingresos de 147 millones en concepto de Impuesto de Patrimonio que ahora se ven comprometidos.
Para Clara Ferrando, Secretaria Autonómica de Hacienda, de Compromís “el gobierno del PP vuelve a demostrar que su forma de hacer política es desleal. Sólo sabe utilizar el chantaje como forma de negociación política. Confeccionar unos Presupuestos es un trabajo que requiere consenso y capacidad de diálogo. No pueden utilizar a la ciudadanía como moneda de cambio”
“Montoro lo está dejando claro. O se aprueban los Presupuestos Generales del Estado o a los valencianos y las valencianas nos recortan más de 480 millones de euros. La Generalitat destina la inmensa mayoría de sus recursos a mantener servicios básicos, así que nos explique el señor ministro qué colegios y qué hospitales debemos cerrar hasta que se aprueben los presupuestos” ha añadido Ferrando.
Para la dirigente de Compromís “No se puede negociar con una pistola sobre la mesa. Si quieren sacar adelante los Presupuestos tienen que sentarse a dialogar, a pactar, como hemos hecho los socios del Botànic. Amenazar con deteriorar los servicios básicos de los ciudadanos y poner en jaque la estabilidad financiera de las autonomías es intolerable y una irresponsabilidad”.
“En el caso valenciano la situación es especialmente dramática porque venimos de una situación especialmente delicada. Con las transferencias previstas con el actual sistema de financiación autonómica a duras penas nos resulta posible atender los pagos y mantener los servicios. Si tenemos que asumir nuevos recortes por la incapacidad del Gobierno de pactar los Presupuestos la situación financiera de la Generalitat resulta insostenible. Realmente estamos al límite de la paciencia.”
“Estamos esperando la reforma del actual sistema de financiación desde que caducó en 2014, todos los expertos coinciden en que el sistema discrimina especialmente a los valencianos, Mariano Rajoy prometió el nuevo sistema en 2017… y a pesar de todo se vuelven a burlar de nosotros anunciando nuevos recortes. El mensaje del PP a los valencianos está claro: Si no quieres caldo, dos tazas. Tomamos nota” ha concluido Ferrando.
