Condena ejemplar en Galicia por un atentado machista ocurrido en el año 2015 y en el que el asesinó intentó en dos ocasiones acabar con la vida de su esposa.
La Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a 31 años de prisión al hombre acusado de matar a su mujer en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) en mayo de 2015 tras una agresión previa en la casa familiar de Verín. El tribunal lo considera culpable de dos delitos de asesinato, uno consumado y otro en grado de tentativa.
La Sala ha considerado probado que el hombre agredió a su mujer con un objeto similar a un martillo cuando esta se encontraba durmiendo en un sofá del domicilio conyugal y que después trató de simular un robo, pensando que ella estaba muerta, para justificar el ataque. Posteriormente, cuando la mujer se encontraba en proceso de recuperación en el hospital de Ourense y ya había sido subida a planta, le asestó dos puñaladas con un cuchillo, lo que le provocó la muerte.
En el auto, se reconoce que el matrimonio residía en la calle Placer, de Pazos- Verín, junto con la madre de Dña. María Isabel. Tras fallecer ésta en el mes de febrero de 2015, los únicos moradores de la vivienda eran el acusado y su esposa, la víctima.
La vivienda donde residían era una casa de planta baja ubicada dentro de una finca cercada por un portón metálico de corredera y un seto alto, siendo visible únicamente el tejado de la casa desde la calle.
El día 1 de abril de 2015, el acusado y condenado y la víctima María Isabel estuvieron desde las 18:00 horas hasta las 21:00 horas en la casa de enfrente de sus vecinos, como solían hacer todos los días. En hora no concretada de esa misma noche y en todo caso un rato antes de las 00.30 horas del día 2 de marzo, el acusado, en pleno uso de sus facultades intelectivas y volitivas, aprovechando que María Isabel estaba durmiendo acostada lateralmente en el sofá existente en la cocina desde el cual tenía por costumbre ver la televisión, con la cabeza apoyada sobre el brazo izquierdo del sofá, se acercó a ella portando un instrumento contundente tipo martillo y prevaliéndose de esta situación de indefensión, en la que María Isabel estaba totalmente desprevenida y relajada, la golpeo varias veces con ese instrumento en la zona lateral derecha de su cabeza con intención de acabar con su vida.
El condenado le causó así tres heridas: y la última una extensa herida contusa situada sobre la zona fronto-lateral derecha muy grave.
Herida ésta última susceptible de causar por sí misma la muerte y que causó gran pérdida de masa encefálica, correspondiente a la zona del cerebro donde se ubica la memoria.
Creyendo el acusado que había acabado con la vida de su esposa, el auto explica que “habiendo un gran charco de sangre en el suelo, salpicaduras de sangre en la pared y techo así como vómitos en el suelo, se dispuso a preparar la casa con la finalidad de aparentar que habían sido víctimas de un robo por personas desconocidas”.
Así, el acusado, abrió una de las cinco ventanas correderas de aluminio de la galería, dejando un pequeño hueco por el que no coge una persona, rompió la puerta de cristal translúcido y de aluminio blanco por la cual se accedía desde el interior de la galería a la cocina, quedando el hueco de tal modo que resultaba imposible meter la mano para coger las llaves que estaban en el bombillo interior de la puerta, tiro al suelo los tiestos que estaban junto a la ventana que había abierto, tiro cojines al suelo, abrió armarios de la cocina, tiro bolsos de la víctima al suelo y una cartera de mano con varias tarjetas bancarias. Asimismo arrojó en el jardín un manojo de siete llaves.
Después se dirigió al cuarto de baño a lavarse las manos y pidió auxilio a los vecinos, gritando “Me mataron a Isabel”.
La víctima, según se redacta en el auto, fue trasladada de urgencia al Hospital de Verín y desde allí al CHUOU donde fue operada de urgencia e ingresada posteriormente en la unidad de reanimación con pronóstico de posibilidad de fallecimiento en los próximos días. No obstante Dña. María Isabel fue evolucionando progresivamente. El 30 de abril pasó a la planta de neurocirugía pendiente de iniciar rehabilitación.
En la planta de neurocirugía, cuarta del complejo hospitalario, estuvo ingresada en la habitación 417A, turnándose para acompañarla el acusado, su hija y su yerno. Dña. María Isabel no podía comunicarse más que con eventuales y ligeros movimientos de cabeza y apretones de mano.
Entre las 4:30 horas y las 6:30 horas del día 8 de mayo de 2015, aprovechando el acusado que en la habitación estaban solamente su esposa y su compañera de habitación, estando ambas dormidas, y que María Isabel continuaba en ese estado físico -hemiparesia izquierda, sondada, con traqueotomía- con la finalidad de acabar con su vida ,el acusado le levantó el camisón y con un cuchillo que llevaba con él, le asestó dos puñaladas, una que no llegó a penetrar en el tórax y otra que si penetró en el tórax con varios trayectos, y que tras seccionar cartílagos costales ocasionó desgarró cardíaco y, a causa de ello, la muerte de su esposa.
Una vez ocasionada la muerte a María Isabel, el condenado se causó a si mismo diversas puñaladas en el abdomen, brazo izquierdo y cuello, a consecuencia de las cuales se produjo una hemiplejía derecha secundaria al daño en carótida izquierda, con disminución del flujo cerebral e ictus secundario con importante infarto cerebral.
De nada le sirvió al autor de este asesino machista su intención de dar a entender que alguien había entrado en la habitación y que él había tratado de defender a su mujer.