España entera, tanto la sociedad civil como la institucional, está conmocionada con la aparición del cadáver del pequeño Gabriel. Las muestras de condolencias en las redes sociales son un clamor, mientras los rumores y los bulos corren como la pólvora sobre si hay más sospechosos y culpables con respecto a esta desaparición y posterior asesinato.

Durante los doce días transcurridos desde la desaparición del pequeño Gabriel, la pareja de su padre, detenida desde ayer por la Guardia Civil tras descubrir en el maletero de su coche el cadáver del menor, ha participado activamente en las batidas de búsqueda del niño y llevaba una camiseta de apoyo al pequeño.

Los medios de comunicación desplazados a Níjar han mostrado, durante los doce días que han transcurrido desde su desaparición hasta la detención de Ana Julia Quezada, de forma frecuente a la detenida, junto al progenitor del malogrado pequeño. Abrazos, tanto a la madre como al padre, declaraciones y gestos de desesperación no hicieron sospechar en un primer momento que pudiera estar implicada en la desaparición.

Sin embargo, tal y como contó ayer Diario16, la Guardia Civil vigilaba desde el viernes a Ana Julia, y ella misma se ha expuesto al cambiar el cadáver de lugar, se cree que con la intención de evitar que fuera encontrado.

Clamor en las redes sociales

Desde el presidente del Gobierno, todos los líderes políticos del panorama español y algunos catalanes, así como las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, se han unido a este clamor en el que se lamenta la muerte de Gabriel:

 

Los hechos

Gabriel Cruz, de ocho años, desapareció el pasado martes día 27 de febrero. El niño estaba pasando el puente del Día de Andalucía en la casa de su abuela, donde suele pasar fines de semana y los periodos vacacionales, en la localidad de Hortichuelas (Almería). Desde la Delegación del Gobierno en Andalucía, precisaron que Gabriel salió de la casa de sus abuelos a las tres y media de la tarde, aunque la desaparición no se denunció hasta las ocho de la tarde.

Ana Julia, de 35 años,de origen dominicano y pareja de Ángel, padre de Gabriel, se encontraba supuestamente con la abuela del niño, Carmen, la tarde que él desapareció. Es buena conocedora de la zona puesto que trabajó durante un largo periodo en un bar de la pedanía vecina de Las Negras. La Guardia Civil la vigilaba estrechamente desde hacía unos días. Ella fue quien encontró la única pista que se tenía del menor, una camiseta del pequeño. Aquel hallazgo, más que despistar a los investigadores, colocó de lleno el foco sobre ella, ya que la zona ya había sido rastreada con anterioridad.

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