El Tribunal Constitucional decide hoy, el futuro de los hijos de Juana Rivas. Aquí comenzaría una nueva historia que podría ser un punto de inflexión para demostrar al mundo que la justicia no siempre es razonable.
Un año después el juzgado envía la segunda sentencia por maltrato contra su expareja, traducida al italiano. Fue un día de mayo de 2016, en el que Juana Rivas decide irse de la pequeña localidad de Carloforte en la isla italiana de Isola di San Pietro, en la que convivía con su maltratador y padre de sus hijos, para no volver.
Diario 16 publicó ayer la desgarradora carta de Juana Rivas pidiendo justicia. Cuando está madre dolorida y sufriendo maltrato decide poner rumbo a España, es para no volver más, y mes y medio después presenta la segunda denuncia por maltrato contra el ya condenado por maltrato en 2009, y padre de sus hijos.
Han pasado más de un año y por fin, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada envió ayer al Ministerio de Justicia la traducción al italiano de la segunda denuncia que presentó Juana Rivas contra su expareja, para que el Gobierno, a su vez, la remita a las autoridades italianas y llegue a la Fiscalía italiana.
Se han cometido muchos errores en los juzgados de Granada. La Fiscalía ha solicitado la traducción de la segunda denuncia por malos tratos, para enviarla a Italia en varias ocasiones, la ultima en Julio de este año, al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada. Casualidad o no, pero la traducción al italiano, coincidió con las concentraciones en los juzgados de toda España. Por fin el texto ha sido remitido a l Ministerio de Justicia Italiano
Desde Maracena en Granada, la asesora legal de Juana Rivas, Paqui Ramos, denunciaron reiteradamente el error de esta tardanza, y consideran que ha evitado que la justicia italiana pudiera pronunciarse sobre los hechos de la segunda denuncia de malos tratos en la isla de de Isola di San Pietro, muy cerca de Cerdeña.
Juana relató a Diario 16 el maltrato al que la que se vio sometida en la isla, “El maltrato comenzó al poco tiempo de irme para Italia. Cada vez, más y más fuerte, hasta que llegó un momento en que empecé a temer por mi vida, pero a niveles serios de hacerme mis necesidades encima”, nos comenta sobre su calvario en Carloforte en la isla italiana de Isola di San Pietro, con el maltratador y padre de sus hijos.
“Yo estaba deseando de escapar y él lo se lo olía”, nos cuenta Juana. “Él decía que no nos merecíamos venir a España”, seis meses antes de que Juana llegase a España, le escondió los pasaportes.
La noche antes del viaje, con insultos, voces y gritos, le quita de nuevo los pasaportes. El hijo mayor de Juana de tan solo 11 años, sigue a su padre y consigue saber dónde esconde los pasaportes, “y me dice dónde están. Yo los cojo y me voy al campo. Los escondo en una acequia.