Como se rumiaba toda la hinchada rojiblanca NO VA A VENIR NADIE. Salvo el alta, casi obligada, de Ivo Grbrić y la compra extraña de Yannick Carrasco –que estaba cedido en el equipo-, ni fichajes, ni salidas, ni ná de ná. Eso sí, el coñac de Enrique Cerezo que no falte nunca. En favor del dúo del expolio hay que decir que ya advirtieron que habría “tres o cuatro retoques” siempre y cuando saliese alguien. Y claro salir, no ha salido nadie de los que les interesaba. ¿Alguien piensa que Vitolo se va a marchar con el sueldazo que cobra? Además, en cuanto llegan los partidos se viene abajo y se lesiona o empieza a sentir síntomas. Decían los de la acera de enfrente con Gareth Bale, pero lo del “astro canario” es también para hacérselo mirar. Campeón de las pretemporadas y dolores de todo tipo en cuanto echa a correr el balón.
El problema no es que vengan jugadores o no. Si no vienen por culpa de años de gestión nefasta y de manos atadas de la secretaría técnica pues que se asuma. Lo terrible es que intenten vender motos desde los medios de comunicación. En apenas dos días ya están vendiendo que “esta temporada sí” va a ser la de Diego Costa. Que si está hecho un toro, que si esto, que si lo otro, “bla, bla, bla”. Como no logran colocárselo a nadie, ni el hispano-brasileño ha querido una renovación por un año más bajándole el sueldo pero garantizándoselo se quede o se vaya, hay que llamar a los muchachos de la prensa para que vendan que es el gran fichaje. Como piensan que la hinchada está formada por idiotas, no se percatan que hace cinco días lo que vendían es que el fichaje era Héctor “el hijo del viento” Herrera. Y unos pocos días antes el fichaje era Ivan Šaponjić que quería comerse el césped. Si se hace recapitulación de lo expresado desde el palco, a través de los medios de comunicación al servicio de Miguel Ángel Gil, los fichajes son los mismos jugadores del año pasado más los 55 millones de Morata.
Por si fuera poco el esfuerzo que hacen los medios de comunicación para que no se note que se está descapitalizando al equipo por los negocietes del dúo, ahora venden que es el momento de la cantera. Aquello de “zinades y pavones” pero en versión cutre de producciones Cerezo y Gil. Están vendiendo hasta al utilero del Atlético Madrileño y tienen el rostro de decir que los canteranos tendrán más oportunidades que nunca. Que si los cinco cambios; que si el futuro del Atleti B en la locura que ha montado el incompetente de Luis Rubiales desde la federación –que podían pensar en que van a ganar y quedarse en la segunda B pro. Total juegan contra el Raúl Team que las pasó canutas el año pasado pero que se vende como si fuese el Brasil de 1970-; que si hay una hornada de juveniles que la vienen rompiendo… Humo para que no se vea la incapacidad de los que ocupan, mediante usurpación, el palco.
El coñac del presidente Cerezo no faltará antes de conceder entrevistas, que eso es lo importante. Mucho más que dejar de hacer trilerismo con los fichajes. Mucho más que dejar a Andrea Berta hacer su trabajo con total libertad –el italiano no es tan inútil como quieren vender-. Si tan amigo es Mendes –que cuela cada bacalada que es para llorar- por qué no se ha llevado a tres o cuatro –la afición rojiblanca tiene claros los nombres- y han traído a dos buenos de verdad. Que luego salen los confidentes a decir que la culpa es del Cholo Simeone que no sabe cambiar las tácticas, ni adaptarse a los jugadores que tiene. Claro, como se pasan la vida en el palco comiendo canapés, se pierden los partidos y no ven realmente el tipo de jugadores que hay en el equipo. Por mucho que lo intenten no van convencer a las gentes rojiblancas de que Herrera es el Maradona mexicano o que Lemar es el futuro de la selección bleu. Y para un jugador que se inventa el Cholo, como es el caso de Marcos Llorente, se lo reprochan porque daría más juego con Thomas y sentando a Koke y Saúl… Es que no deben ser de la agencia amiga de algunos escribanos.
Y para rematar la faena no hacen más que filtrar fichajes que ni pueden hacer por salarios –el coñac de Cerezo es de los caros-, que no los conoce ni su padre –ergo rodillas raras-, o que intentan pagar con avales como los que pusieron Jesús Gil y Cerezo para quedarse con el equipo en propiedad y el dinero de los pequeños accionista. El resto de dirigentes españoles ya los conocen bien y piden dinero contante y sonante, que las trampas son en otro lado y en el campo. Al final lo que pretenden Gil y Cerezo con todos estos movimientos en la prensa no es ya ilusionar a la parroquia –eso pasaría si dijesen que se van- sino despistarla, confundirla y que no sepa si realmente se ha fichado este año a Costa –lo de antes era un espectro-, si Herrera es un canterano o si Mollejo es un belga. Una táctica que llevan décadas utilizando –algunos no recordaran cómo vendían al brasileño Tilico– y que cada vez les funciona menos. Tienen suerte que el Atleti es un equipo distinto, con una afición entregada pese a todo, si fuesen de otra forma igual les habían tirado al Manzanares… desde el Metropolitano. Ya saben Costa a tope, canteranos y que no falte coñac a Cerezo.