Hoy por la mañana en el Instituto Ferrán Casablancas de Sabadell, Cristina del Valle directora de Igualdad de Diario16 y activista en numerosas causas, mantuvo una entretenida, instructiva y comprometida charla, iniciativa de TACC (taller de arte, cultura y creación) y la Concejalía de Derechos civiles y ciudadanía de Sabadell, sobre violencia de género con alumnos de ESO y 1º de Bachillerato.
Después de una exposición brillante de la problemática que supone la Violencia de Género desde su propia experiencia personal y desde la multitud de vivencias que a lo largo de muchos años de compromiso ha escuchado de las víctimas, del Valle consigue llamar la atención de los jóvenes que abarrotaron la sala pidiéndoles que le contaran qué entienden ellos por Violencia de Género, poco a poco varios de ellos fueron dando su visión creando un ambiente distendido en el que las preguntas desde el público y las acertadas respuestas de la ponente convirtieron el acto en un profundo debate en el que surgieron temas que invitan a la reflexión.
El concepto de violencia de género se acuña gracias al movimiento feminista, al movimiento de miles de mujeres que en todo el mundo han luchado por los derechos de las mujeres, Naciones Unidas lo reconoce y lo define como “la violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de ser mujeres”, percibiendo a las mujeres como seres no portadores de derechos, se asienta en la discriminación y en el machismo.
La construcción de género, con unos mandatos y estereotipos que todos consideramos como naturales condicionaba desde el aspecto biológico la desigualdad. A lo largo de la historia, explica del Valle a los alumnos del Ferrán Casablanca, las mujeres han estado invisibles, y esa invisibilidad no es casual, las mueres carecen de un relato en la historia ya que el relato de la violencia y cómo a través de ella se ha ido avanzando era ejercida mayoritariamente por hombres, el relato de las mujeres contradecía el relato violento de los varones ya que está ligado a la vida dejándolo en evidencia.
La violencia de género es la primera causa de muerte de mujeres en el mundo, por encima de los accidentes de tráfico y las enfermedades.
Considera indiscutible que la discriminación y la desigualdad son una realidad, la violencia se asienta en esa desigualdad real, una desigualdad que tiene cómplices, la propia sociedad que lo permite y las instituciones y gobiernos que no toman las medidas necesarias para atajar con destreza esta situación.
El convivir en hogares violentos, construye un imaginario de normalidad de esta situación que lleva a la reproducción de estos patrones en otros ámbitos de la vida del menor, considerando realmente importante el trabajar desde los centros escolares este problema, tomando conciencia e interviniendo los profesionales desde que se detecta el problema con contundencia.
Del Valle hizo especial referencia a los micromachismos, esas actitudes que considerándolas normales en el día a día, no dejan de ser una forma de ejercer la violencia contra la mujer, poniendo como ejemplo la distribución de tareas que en el ámbito doméstico la mayoría de las veces supone una explotación de la mujer.
Los índices más altos de violencia de género que se están dando, se producen en jóvenes entre 14 y 16 años, un dato que provocó el murmullo y asombro de los asistentes.
Cristina del Valle puntualizó que mientras en nuestros hogares no exista democracia, no exista respeto, no exista la solución pacífica de cualquier conflicto, difícilmente podemos hablar de Democracias consolidadas o países igualitarios, considerando así la discriminación en función de género y ausencia de igualdad como el gran problema del mundo.
Termina con un mensaje de esperanza en el que resalta la importancia de la educación de los jóvenes en valores como el amor, el respeto, la solidaridad y la empatía.