Cristiano Ronaldo ha aparcado sus vacaciones en Ibiza para acudir a los juzgados de Pozuelo de Alarcón donde ha rendido declaración sobre un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros en relación a sus derechos de imagen. El delantero del Real Madrid ha acudido a su cita con la justicia española de forma muy parecida a la protagonizada la pasada semana por Mariano Rajoy, encarándose a la jueza. “Todo esto pasa porque soy Cristiano Ronaldo”. A excepción de que en aquella ocasión no había instalado un atril a las puertas de los juzgados para recoger las declaraciones del Presidente del Gobierno.
Ronaldo ha aterrizado esta mañana en Barajas procedente de la isla pitusa en un avión privado. Después, el portugués se subía en un coche con los cristales tintados que le conduciría al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón, a los cuales accedió por el garaje. Acompañado en todo momento por Julio Cendal, jefe de seguridad del equipo que preside Florentino Pérez, por un amigo y por su abogado, el jugador compareció ante la jueza a puerta cerrada para notificarle que está siendo investigado por un posible fraude fiscal de 14,7 millones de euros entre 2011 y 2014.
La fiscalía acusa a Cristiano de haber declarado tardíamente en 2014 a la Hacienda española 11,5 millones por unos ingresos generados entre 2011 y 2014 en vez de los 43 millones de euros totales recaudados durante aquellos años. Cantidad a la que hay que sumar los 28,4 millones de euros por derechos de imagen durante 2015-2020. Un delito contra Hacienda que el futbolista de 32 años habría cometido de forma voluntaria y consciente.
“No se equivoque, como usted se han sentado otras personas anónimas”
La declaración, que había comenzado en un tono tranquilo y relajado, poco a poco se fue tornando áspera y muy complicada. “Si no me llamará Cristiano Ronaldo, no estaría aquí”, ha espetado el jugador a una magistrada que no le importa en lo más mínimo los balones de oro que tiene el jugador. “No se equivoque, como usted se han sentado ahí otras personas anónimas”, ha aclarado la jueza antes de recordarle que “usted está siendo encausado e investigado por un presunto delito fiscal según las pruebas que aporta la fiscalía y sobre las que la justicia tendrá que decidir”. Lejos de calmarse, el futbolista ha insistido en que está recibiendo un trato discriminatorio. “No, no, no. Todo esto pasa porque soy Cristiano Ronaldo”, ha rebatido.
“La Hacienda española conoce en detalle todos mis ingresos. Jamás he ocultado nada, ni he tenido intención de evadir impuestos”, ha asegurado el atacante del Real Madrid en un comunicado emitido por sus asesores y en el que además ha recalcado que siempre ha colaborado de forma “voluntaria” con Hacienda. De hecho Multisports & Image Management Limited, empresa a través de la cual gestiona sus derechos de imagen, “fue creada en 2004 por los abogados que me recomendó el Manchester United, mucho antes de que pensara venir a España”, explica. Y añade que: “Hacienda inglesa comprobó su estructura y ratificó que era legal y legítima».
Por otra parte Cristiano Ronaldo pide expresamente “dejar trabajar a la Justicia” a la que ha mandado un mensaje: “Yo creo en la justicia y espero que, también en este caso, haya una decisión justa”. Esta será la única vez que el delantero blanco se pronuncie sobre este tema, pues quiere “evitar presiones innecesarias” o que se pueda “contribuir a un juicio paralelo”. En el texto los asesores recuerdan que Ronaldo “cotiza en España siendo uno de los contribuyentes individuales que más paga en todo el país”.
El astro portugués se suma así a una lista de futbolistas entrenadores investigados por irregularidades fiscales en España como los casos de José Mourinho, di María, Fabio Coentrao, Ronaldo, Neymar, Mascherano, o Messi. Muchos han comparado el caso de CR7 con el del argentino pero, aunque se trata del mismo delito, la Agencia Tributaria tiene indicios de que el posible fraude al fisco cometido por el delantero del Real Madrid es mucho más grave que el de Leo Messi, declarado culpable el año pasado.
Tras hora y media de declaración y haciendo alarde de sus dotes futbolísticas, la estrella del Real Madrid ha optado por regatear a más de un centenar de periodistas atestados a las puertas del juzgado madrileño que no han dudado en mostrar su cabreo ya que esperaban que el astro luso compareciera en el atril ante los medios de comunicación para confesarse inocente. Pero ese plantón ha conseguido un efecto positivo para el propio Cristiano Ronaldo: desviar la atención del fraude contra la Hacienda Pública.
Ahora sólo queda esperar la decisión de la titular de Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón que podría requerir nuevas imputaciones, declaraciones de más testigos, más pruebas documentales, abrir un juicio oral o archivar la causa.
En un supuesto de que Cristiano Ronaldo fuese declarado culpable por defraudar a Hacienda, el futbolista del Real Madrid podría enfrentarse a una multa económica de 29 millones de euros.