Si Miguel Ángel Gil está dispuesto a aceptar que, en la Comisión Social del Atlético de Madrid, le propongan un referéndum para la vuelta del escudo y la retirada del logo, hay que echarse a temblar, cuando menos. La batalla del logo la han estado dando desde el mismo momento en que se les ocurrió la idea y es extraño que ahora acepten volver al escudo. Raro, raro…
Podría ser porque no se venden camisetas, una fuente de ingresos muy jugosa, o al menos no tantas como antes. La camiseta roja con el escudo el año pasado se agotó rápidamente. Hubo una efervescencia alrededor de su venta parecida a la existente con la Contracamiseta de este verano. El aficionado rojiblanco es muy enfermo de su equipo (en realidad casi todos los aficionados), no al nivel de Zana que colecciona todas las habidas y por haber (y lo peor es que va dando envidia con esos viajes que se pega el muy…), y se lanza a por camisetas tan raras como la actual… o se lanzaba cuando tenía el escudo.
Igual desde el departamento de marketing han visto la evolución de las ventas y se han percatado que el mercado español (fuera de España, gracias a Nike, deben vender siete por mala distribución –verificada por quien esto escribe–) es el que les permite esos ingresos extra. Ni la camiseta de los brochazos, ni la de las rayas torcidas (verdaderas cagadas, todo hay que decirlo) han convencido y sin escudo, peor. Igual entienden que hay que dar la oportunidad de volver al escudo y generar más ingresos. O igual no.
Igual Gil ha contactado con Pablo Echenique y su equipo de informáticos para poder manipular el referéndum (en Podemos lo han hecho de cine) y vencer con el logo. Tras haber dado muestras, eso espera que se crea, de diálogo y hasta haber aceptado una votación, la democracia del logo vence. Quien se hizo con el club de aquella forma puede pensar en esto y cosas peores (a algún periodista se han cargado por el tema).
También puede ser que, como se ha dicho en redes sociales, esté preparando alguna sorpresa (mala) enorme y con el tema de la vuelta del escudo quiera tapar la penúltima de la familia Gil. Seguro no sería fichar a Nadie o a algún rodillas raras, que de eso el Atleti ha tenido a manos llenas, pero alguna jugarreta podría estar detrás. El caso es que estando un Gil detrás no hay que fiarse nunca.