Los primeros augurios no eran buenos. La jornada del Domingo de Ramos amaneció lluviosa y desapacible. Las Hermandades que se dan cita este día, miraban al cielo con la esperanza de que el temporal diese una tregua que, finalmente, les fue concedida.
Las inclemencias del tiempo obligaron, eso sí, a cambiar los planes. La Hermandad de la Paz, que se encargó de abrir un día tan señalado en la capital hispalense, lo hizo con una hora de retraso. Por su parte, y como consecuencia de estos cambios iniciales otras Hermandades como La Amargura o El Amor también se vieron obligadas a cambiar sus directrices saliendo con 20 y 40 minutos de retraso respectivamente. Además, el recorrido de varias de las cofradías también sufrió cambios en los últimos momentos a consecuencia de esos retrasos que marcaron la apertura de la jornada.
El mal tiempo con el que daba comienzo el Domingo de Ramos provocó una menor afluencia de público que, no obstante, se fue subsanando a medida que el cielo abría. La Estrella salió de la Iglesia de San Jacinto a pleno sol y encontró el puente de Triana abarrotado de sevillanos, tal y como ocurre cada año.
Una jornada sin incidencias
La jornada del Domingo de Ramos se desarrolló de forma tranquila en Sevilla. Según el balance hecho por Los servicios municipales, autonómicos y estatales con el Consejo de Hermandades y la Confederación de Empresarios de Sevilla, el inicio de la Semana Santa no registró ninguna incidencia significativa.
Además, la respuesta de los distintos cuerpos de seguridad y organizaciones fue más que satisfactoria, después de que muchas de las hermandades se vieran obligadas a retrasar sus salidas o cambiar sus itinerarios por culpa de la lluvia.