Acacio Rodríguez y el Banco Santander tal vez pensaron que la mejor fórmula para resolver la delicada situación en que se encontraba Duro Felguera era la de continuar con el plan iniciado por Miguel Zorita en el año 2.017 y que tuvo como resultado el empeoramiento de los escenarios económicos de la epecista asturiana. En vez de buscar nuevos trabajos, participar en concursos (cosa que no es posible sin que los bancos del pool avalen las operaciones) o, sobre todo, cobrar las deudas que países como Venezuela, Argentina, Australia o India tienen con Duro, decidieron que la mejor manera de lograr liquidez era quitar lastre a través de la venta de diferentes activos y de la entrada de nuevos inversores por medio de una ampliación de capital. Es decir, el mismo plan que tenía Zorita cuando entró a torpedear a la compañía para, de un modo indirecto, beneficiar al Santander que, tras la compra del Banco Popular por un euro, es la entidad con un mayor porcentaje de deuda.
Estos dos caminos se implementaron a lo largo de este año 2.018 y no han servido más que para empeorar la situación, sobre todo por la gestión del actual presidente. Por un lado, se realizó una ampliación de capital con la entrada de nuevos inversores que han perdido ya la mitad del dinero aportado por el incumplimiento de los compromisos adquiridos por Acacio Rodríguez, tal y como indicó en una entrevista concedida al diario Expansión, en la que, entre otras cosas, dijo que Duro Felguera iba a tener un núcleo duro de accionistas formado por TSK, Metco Engineering y ACEC. Sin embargo, tal y como recogió El Confidencial, los fondos que acudieron a la ampliación de capital se sienten engañados por el incumplimiento de dichos compromisos que estaban recogidos en el folleto informativo registrado en la CNMV. En concreto Acacio Rodríguez afirmó que dichas empresas adquirirían un 25% del capital social cuando, en realidad, apenas han alcanzado un 6%. Por tanto, el presidente de Duro Felguera mintió, tanto a los inversores como a la CNMV, y provocó que quienes acudieron a la ampliación.
La nefasta gestión de Acacio Rodríguez está teniendo otras consecuencias como, por ejemplo, que la compañía sólo disponga de liquidez hasta febrero de 2.019 y que se haya visto abocada a pedir a la aseguradora estatal Cesce la concesión de garantías por valor de 50 millones de euros que, a su vez, le permitan avales por parte de la banca de 100 millones. Por lo demás, hay que recordar que Acacio Rodríguez fue el intermediario de la operación de Duro con Venezuela que está siendo instruida en la Audiencia Nacional y en la que, además de las comisiones pagadas a Nervis Villalobos, hay un porcentaje que no está contemplado en la contabilidad de la empresa. ¿Dónde fue ese dinero y quién lo cobró?
Todo esto después de una ampliación de capital de 125 millones y de la venta de filiales como Núcleo, DF Rail o de la sede en Madrid que supusieron la entrada en caja de más de 50 millones.
Los problemas de liquidez de Duro Felguera se arreglarían con el cobro del dinero que países como Venezuela, Australia, India o Argentina, entre otros, deben a la epecista asturiana. En total, según fuentes de la compañía consultadas por Diario16, estaríamos hablando de un montante de más de 300 millones de euros. No obstante, ni Miguel Zorita, ni Acacio Rodríguez, están acometiendo el cobro de esas deudas que sí que aliviarían el estado financiero de la epecista. ¿Por qué no interesa? ¿Por qué se prefiere ir a otras operaciones más complejas o a descapitalizar los activos?
Los hombres del Santander están actuando como verdaderos sicarios a las órdenes de su amo, todo ello, además, con el estilo inconfundible de Francisco Javier García-Carranza, es decir, sin ningún tipo de escrúpulo ni de las consecuencias que esto pueda tener para la compañía y, sobre todo, para los más de 2.000 trabajadores que llevan desde hace casi dos años en un estado de tensión porque sus puestos de trabajo se encuentran en verdadero peligro.