La salida de Juan José Nieto del Gabinete de Reestructuración Financiera de Duro Felguera fue un golpe para los trabajadores de la epecista asturiana que veían en el presidente de NK5 una esperanza para resolver la difícil situación en la que se encuentran, sobre todo por la incertidumbre que genera el escenario creado por quienes no tienen ningún tipo de interés en que se genere un mayor número de cartera de negocio. Tal y como informamos en Diario16, Nieto tenía un plan basado, precisamente, en reflotar Duro Felguera a través de un incremento de actividad, del cobro de las deudas que tienen distintos países, como Venezuela, con la empresa asturiana, lo que supondría que los más de 2.000 empleos estarían asegurados. Esto, según fuentes consultadas, no fue aceptado y Nieto abandonó.
A partir de este momento ha comenzado a sonar en los ambientes empresariales y financieros un nombre: Houlihan Lokey, que ya fue contratado en su momento para monitorizar el rescate de Abengoa y para gestionar la deuda impagada de las autopistas radiales quebradas, Isolux, o en la quiebra de la concesión de ACS del AVE entre España y Francia. Houlihan Lokey, además, ya estuvo implicado en la reestructuración de grandes empresas en dificultades como Itevelsa, Codere, Eroski, Martinsa Fadesa y Panrico. En algunos de estos casos, el modus operandi fue el mismo: ejecutar a los accionistas mayoritarios y dejar la empresa bajo el control de fondos buitre.
A nivel internacional, Houlihan Lokey también tuvo protagonismo en las quiebras de Enrom, Worldcom o Lehman Brothers. Distintos analistas de los sectores financieros internacionales consultados por Diario16 califican a este banco como «una máquina desguazadora de las empresas en las que interviene» para favorecer finalmente a los fondos buitre internacionales.
Con esos antecedentes y con las intenciones reales que tiene el Santander para Duro Felguera no es de extrañar que haya empezado a sonar el nombre de Houlihan Lokey y el de su presidente, el asturiano Manuel Fernández-Fidalgo. En las operaciones citadas anteriormente en España, el planteamiento es el mismo: destruir lo hecho, reducir costes a través de despidos masivos, colocar gestores nuevos bajo control exhaustivo de quienes se benefician del desguace de las compañías. Este modus operandi se asemeja mucho al de Francisco Javier García-Carranza y que Houlihan Lokey se encargara de Abengoa e Isolux, empresas en las que él tuvo un protagonismo fundamental para la situación en que quedaron esas multinacionales, da a entender que, tras la salida de Nieto, el siguiente paso que se dé en Duro Felguera sea la contratación de este banco de negocios, lo cual sería una mala noticia para los trabajadores quienes, a través de sus comités de empresa, deben comenzar a realizar movilizaciones serias si quieren ejercer una presión suficiente que provoque la implicación de quien hasta este momento ha estado ausente, es decir, el Gobierno del Principado. Unos políticos responsables, progresistas, no pueden dejar en manos de especuladores el futuro de más de 2.000 familias.