Lo que no querían escuchar los aficionados culés sonó de tal forma que ni los coros de Carmina Burana aminoraron tan ensordecedor estruendo futbolístico. Quien ha “mandado” en el FC Barcelona y el fútbol español casi durante quinquenios abandona La Liga. Sí, Leo Messi no jugará más de azulgrana y su vida futbolística se desarrollará en otro lugar. Lloros y lamentaciones habrá en Can Barça. Se rasgarán las vestiduras. Se acordarán del trueque no hecho. Se acordarán de la madre de Bartomeu. Duelo “nacional” de cinco días con banderas a media asta. Sin pensar que tampoco es mucho el fútbol que le quedaba al jugador y lo poco decisivo que había sido en los últimos años cuando los verdaderos caciques del balón deben aparecer. Por ello cabe preguntarse si la salida de Messi puede ser buena para el Barça y La Liga.
Respecto al FC Barcelona, por mucho que ahora se lamenten y tengan el corazón encogido, la salida de un Messi cada vez menos Messi puede suponer un alivio, tanto de tesorería como deportivo. Respecto a lo primero, ahorrarse el dineral que iba a costar tal y como están las arcas blaugranas es bueno se mire como se mire. Seguramente será lo que menos importe a todo el mundo, pero es un dato a tener en cuenta y que puede ayudar a ciertas bajadas de salarios que se están intentando.
En el plano deportivo millones de culés dirán que no se gana nada sino que se pierde todo. Algo que no es tan demostrable. La forma de moverse en el campo de Messi condicionaba todo la dinámica del equipo, él seguía marcando goles pero perjudicaba el juego del resto de jugadores. Delanteros arrinconados o a los que no pasaban el balón porque había que dárselo a Messi. Juego en el medio del campo de un lado a otro a la espera de que Messi decidiese si bajaba a recibir o había que subirle el balón. Aperturas a una sola banda que es por donde mejor se apañaba. Muchas situaciones en las que el jugador hispano-argentino encorsetaba al equipo más que liberarle. Sí, seis falta bien tiradas que acababan en gol, las dos antepenúltimas carreras con regate, pero todo un equipo descolocado (algo fundamental para que te acaben cazando al contragolpe). Sin Messi, pierden goles y alguna asistencia, pero ganan en dinamismo, en cambios de sistema, en recuperación de productividad goleadora de otros jugadores y en la posibilidad de que salgan nuevas estrellas o puedan llegar a medio plazo. A Koeman le han quitado el puñal, pero tiene suficientes jugadores para jugar bien al fútbol y ganar.
A La Liga tampoco le viene mal que Messi acabe saliendo. Aquellos años del duopolio Messi-Cristiano serían muy bonitos para los aficionados de los dos equipos en liza, pero para el resto de aficionados era otra cosa. Cuando han surgido figuras futbolísticas en otros equipos, el empeño de Javier Tebas en vender solamente el producto M-C ha opacado al resto. Ni Griezmann, ni Benzemá, ni Modric, ni Iniesta, ni Oblak, ni tantos jugadores del Sevilla, Villarreal, etc., han podido ser productos en el mercado futbolístico y La Liga se venía devaluando por la pérdida y casi desaparición de aquellos. Ahora cambiará la forma de vender el producto y de ello saldrán beneficiados más equipos y jugadores –aunque siempre el duopolio sacará más partido-.
A todo ello hay que sumar el control financiero. Si es verdad que Messi no ha renovado por el Barça debido al límite salarial, se confirmaría una buena noticia. Todos tienen las mismas reglas de acción y los grandes no pueden gastar alegremente y tirar con pólvora del rey. Gasto en proporción a los ingresos. Si se ingresa menos, menos gasto. Si se ingresa más, más dispendio. Reglas claras para todos. Y si el Barça se ha gastado la herencia de la abuela, a aguantar y jugar sin Messi. Han estado algunos equipos jugando con las cartas marcadas y ya no podrán hacerlo más. El día que el mínimo de los ingresos por televisión sea igual para todos (al fin y al cabo sin el Elche o el Osasuna no hay Liga) mejor se venderá el producto. El ejemplo de la Premier el claro. A Messi habrá que agradecerle muchas cosas –especialmente que haya aportado tanto al fisco español-, pero que se marche puede ser bueno, muy bueno para el bien común.