La semana pasada Enrique Cerezo acudió a París para reunirse con ciertos empresarios e inversores a fin de expansionar FlixOlé, su canal de cine español. En el conocido local Petalés d’Or tuvo una charla distendida –que es lo que se busca en ese exclusivo local- con inversores qataríes. Quería el presidente del Atlético de Madrid colocarles sus grandes éxitos del western como Un dólar para Sartana, éxitos de las gestas deportivas como Yo hice a Roque Tercero u homenajes al mundo árabe como Los energéticos. Al tratarse de Qatar, Al-Khelaifi, mandamás del PSG, estuvo presente.
Así entre bebida y bebida, entre mirada y mirada al personal, el qatarí propuso a Cerezo el negocio perfecto. En el PSG quieren quitarse de encima a Neymar. Nunca ha rendido deportivamente, en el mundial se ha comido los mocos y se lleva especialmente mal con Mbappé. En el Atleti querrían echar al Cholo Simeone, pero como no tienen el dinero –deben 100 millones a la plantilla-, ni el cuerpo para quitarse al parapeto, deberán sacar a João Félix. Un jugador que tiene dividida a la afición y que no ha terminado de dar el paso adelante que se esperaba. Nada mejor, entonces, que un trueque, un intercambio dijo el qatarí para emocionar al presidente rojiblanco.
Nada más volver a Madrid Cerezo le comunicó a Miguel Ángel Gil el negocio que le habían propuesto desde Qatar. Torció la cara el CEO y pidió pensarlo, pues al no haber dinero de por medio no hay forma de llenar la buchaca familiar. Aunque deportivamente podría ser un bombazo, salvo por el sueldo. Un problema que no habría porque los qataríes se comprometerían a pagar el faltante del sueldo del brasileño (como hace el Real Madrid con Jovic) y a comprarle tres caballos de Valdeolivas al propio Gil. Y la música empezó a gustarle al CEO.
Faltaría convencer a los jugadores. En principio, el portugués no pondría problemas. El brasileño seguramente comience a tener pesadillas, no por la pérdida de dinero, que no se producirá, sino por entrenar con el profe Ortega y con Simeone. Tener que jugar de central (como dicen los que jamás han visto un partido del Atleti) compensa con todas las lesiones que podría inventarse. Total, hay algún uruguayo que vive en la enfermería, salvo con su selección. Y, además, Gil lo vendería en verano porque necesita cash-flow. Negocio redondo que no les contarán los teleñecos de la noche… o sí, pero en plan exclusiva y sin citar la fuente.
Ésta es la inocentada que se le ocurrió al becario, no?. Felices Navidades