El Santander está llegando a unos límites de inhumanidad que muy pocos podrían esperar de una entidad financiera que debe dar ejemplo a la sociedad de su sensibilización con los problemas de la ciudadanía, sobre todo cuando se trata de enfermedades. La entidad presidida por Ana Patricia Botín ha superado todas las líneas rojas con una campaña publicitaria que, en principio, da la sensación de tener la naturaleza de concienciación cuando, en realidad, se trata de exponer una oferta a la hora de contratar los productos del propio banco.
El anuncio se inicia con un frasco de perfume con el mensaje «Algunas cosas son sólo para mujeres». El hecho de señalar que el perfume es algo exclusivamente femenino cae en los tópicos más machistas y clasistas, algo que no podría entenderse en una entidad presidida por una mujer que se ha declarado públicamente como feminista:
A continuación, el anuncio muestra un mensaje de concienciación social: «La lucha contra el cáncer de mama es cosa de todos» para incluir una referencia al Día Internacional contra el Cáncer de Mama que se celebra el próximo sábado 19 de octubre.
Hasta aquí todo podría enclavarse dentro de las diferentes campañas e iniciativas que las Administraciones Públicas y las grandes empresas realizan en esta semana para concienciar a la población de que hay que luchar contra esta enfermedad que provoca más de 6.500 muertes en España al año. Sin embargo, el Santander traspasa todos los límites en la siguiente slide del anuncio:
¿Cómo se puede utilizar un día señalado en la lucha contra una enfermedad para realizar ofertas en la contratación de un producto del banco? Desde luego, el altruismo no es cosa del Santander porque esta oferta en sus seguros de vida supera todos los límites de la inhumanidad que cualquiera pretenda poner.
Este anuncio es un ataque frontal contra la mujer, algo que no es nuevo en la entidad presidida por Ana Patricia Botín. Ya vimos el año pasado cómo, tras la entrevista en la que se declaró feminista, el Santander sacó al mercado un fondo de inversión con perfil feminista: Santander Equality Acciones, el cual fue catalogado como «el primer fondo español que invierte en empresas con políticas sólidas de igualdad de género». Pura mercantilización del feminismo como se verá.
Apoyar empresas que favorezcan la igualdad de género es lo justo y además es una buena inversión. Enhorabuena @SantanderAM por seguir ampliando la gama de fondos de inversión sostenible, ahora además con criterios de igualdad y liderazgo femenino. https://t.co/ZY52Q7TNA2
— Ana Botín (@AnaBotin) October 9, 2018
El artículo publicitario al que se refería Ana Patricia Botín en su tuit no sólo alababa lo ético que es invertir en empresas cuya Responsabilidad Social Corporativa (RSC) apoyara la igualdad de género, sino también aquellas que fomentaban esa igualdad en todas estructuras de la organización. Se trataba de un fondo que la propia Ana Botín valoraba como sostenible, con criterios de igualdad y liderazgo femenino. Una inversión para obtener beneficios de aquellas empresas que son «feministas». Una forma de atraer a inversores especulativos con conciencia social hacia las necesidades de fondos del propio Banco de Santander. En resumen, una mercantilización de la lucha por los derechos de las mujeres para un beneficio privado, el cual nos indica que ya lo advertido en diferentes ocasiones por Diario16 tenía un fin espurio. El feminismo de Ana Botín era impostado y predicado para una necesidad y una finalidad puramente económica, una campaña de marketing de cara al lanzamiento de este nuevo producto. No hay más, por más esfuerzos que pretenda hacer Juan Manuel Cendoya para dar una imagen positiva de una entidad que se está caracterizando en los últimos años por, precisamente, huir de la ética como elemento que genere los beneficios que no están logrando. Y la campaña del Día Internacional contra el Cáncer de Mama es una buena forma de demostrar esa falta de sensibilidad y de humanidad del Santander.
Por tanto, el banco presidido por Ana Patricia Botín tiene la obligación moral de retirar esa campaña que atenta contra los principios básicos del ser humano y, de no ser así, el propio gobierno debe ser quien ordene su retirada puesto que va en contra de los valores feministas que el propio presidente Pedro Sánchez ha indicado en multitud de ocasiones que son el referente de la acción de su Ejecutivo. En esto no hay excusas, no hay remilgos, es tanto el dolor que sufren las mujeres que jugar con él o utilizarlo para hacer negocio es tan ruin y miserable como los anuncios de prostitución o de clubes de alterne que son retirados por, precisamente, atacar los valores de la igualdad y del respeto a la mujer. ¡Ya está bien!