La Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública ha solicitado al personal de la red pública sanitaria que extreme la atención durante los meses de vacaciones para la detección de casos de violencia machista. El sistema sanitario cuenta con un protocolo de actuación para la detección precoz de los casos de violencia machista y para la búsqueda activa de casos entre las mujeres con síntomas o lesiones sospechosas de violencia.
«Cada verano se produce un repunte en los casos de violencia machista. El periodo estival es un momento especialmente crítico. Por ello, necesitamos que los profesionales de la sanidad intensifiquen más aún su alerta contra la violencia machista y estén más vigilantes», ha señalado la consellera Carmen Montón.
La Conselleria de Sanitat ha activado una campaña que, bajo el lema «#ElMachismoNoTieneVacaciones», pretende intensificar los protocolos de detección y ayuda a las víctimas de maltrato y violencia machista en los centros de salud y servicios de urgencias hospitalarios.
Para ello se ha remitido una notificación a todos los departamentos de salud para que se extreme la realización del cribado universal de violencia de género durante las vacaciones y se ha distribuido el folleto informativo con instrucciones y recomendaciones sencillas para recordar a los profesionales cómo detectar posibles casos de violencia machista.
«Con una sencilla y discreta pregunta se puede descubrir que estamos ante un caso de violencia de género y salvar vidas. Es desde las consultas o desde los servicios de urgencias desde donde se activan todos los recursos especializados con los que cuenta la Administración para poder proteger a las víctimas: Centro Mujer 24 horas, servicios sociales, policía o Guardia Civil», ha subrayado Carmen Montón, quien ha recordado que existe una campaña permanente durante todo el año y un protocolo específico de actuación para la detección precoz de los casos de violencia de género y para la búsqueda activa de casos entre las mujeres con síntomas o lesiones sospechosas de violencia.
Campaña permanente
Uno de los objetivos de la campaña permanente es realizar un cribado universal para detectar la violencia de género. En los cuatro primeros meses del año, la Conselleria de Sanitat ha realizado el cribado de violencia de género a 30.911 mujeres a través de sus profesionales sanitarios, y se han detectado 797 posibles casos de maltrato, lo que corresponde a un 2,6% de las mujeres cribadas.
Hay que recordar, además que desde el año 2015 se declaró a todos los centros de salud y los hospitales como «espacios seguros y libres de violencia de género», con el objetivo de trasmitir a las mujeres un mensaje claro de confianza en el sistema sanitario y sus profesionales.
Prevención frente a la mutilación genital femenina
La Conselleria trasladó a los distintos departamentos de salud y responsables de Igualdad de los departamentos una comunicación para que extremen las medidas de prevención frente a la mutilación genital femenina de cara a las vacaciones estivales. El periodo vacacional constituye un momento de elevado riesgo ya que es el momento en el que muchas menores viajan a países de origen de sus progenitores donde esta práctica está arraigada.
«La detección precoz y la prevención de la mutilación genital, como una forma más de violencia de género, también debe ser una de nuestras prioridades», ha señalado Carmen Montón.
En la comunicación se indica a los pediatras que tienen a su disposición el documento denominado Compromiso Informado de Prevención Sanitaria ante la Mutilación Genital Femenina. El objetivo de esta medida es que los padres lo firmen y asuman el compromiso de proteger a la menor.
Además, el documento prevé que, aprovechando la visita de las menores, en la consulta de pediatría se realice un examen de salud a la niña confirmando que no hay alteración en los genitales antes de que realice el viaje. En el compromiso, las personas responsables de la niña no solo se comprometen a cuidar y evitar la mutilación, sino también a acudir a una nueva revisión a la vuelta del viaje.
El documento explica los riesgos sociosanitarios y psicológicos de esta práctica, que atenta contra los derechos humanos y que en España tiene la consideración de delito de lesiones según el artículo 149.2 del Código Penal, aunque haya sido realizada fuera del territorio nacional. El delito implica una pena de prisión de 6 a 12 años para padres, madres o tutores.