Ilusión no, pero ver que por una vez parece, y solo parece, que las cosas se pueden hacer bien en el gilcerezismo, siempre me genera algún tipo de expectativa. Los fichajes de Le Normand, Sørloth, Gallagher y Julián Álvarez son un buen camino para un Atleti competitivo. Lo he dicho en innumerables ocasiones y este verano no podía dejar de recordarlo. Las salidas han sido correctas, especialmente la de Morata, y quedan unas cuantas más; como llegadas todavía son necesarias. En estas últimas el gilcerezismo hará de las suyas y no podrá terminar lo que bien había comenzado. Son así desde que se apropiaron del Atleti sin poner un euro.
Ahora bien hay cosas que me ponen frenético, me desquician, me soliviantan en este mercado del Atlético de Madrid. La primera, los insiders, esos supuestos seres que dicen tener información o que la copian y pegan del más flipado que está por las redes sociales. Quitando a los italianos, que ya se sabe para quién o qué trabajan, los del Atleti van dado palos de ciego y han llegado a ofrecer cerca de 110 nombres distintos de fichajes. Les utilizan representantes o les chulean desde dentro del propio club. Da igual, pero eso de la confirmación por dos fuentes distintas no lo llevan bien y sueltan lo primero que les llega. Los primeros días tienen su gracia hasta que dejan de tenerla. Al menos Juantxito se lo trabaja aunque le cuelen algún gol que otro. Insufrible porque acaba por distorsionar totalmente la realidad, la verdad.
Luego está lo del senderista. ¿En qué momento alguien en su sano juicio llegó a pensar que ese tipo debe quedarse en el Atleti? En sus perfiles de redes sociales, al menos en Twitter, sigue con la camiseta de otro equipo. Por no hablar de cuando se agarró los huevos para celebrar un gol al equipo rojiblanco. Algunos dicen que tiene mucha calidad. También la tenían Pepe de la Sagra o Avy Nimny, pero no les daba para jugar en un equipo grande de Europa. Hacer un partido bueno y siete malos, hasta yo cuando era joven podía hacerlo. Rubén Uría está dando el coñazo todo el día con ello y si a ustedes les parece exagerado, imagínense lo que me toca aguantarle por whatsapp. Es una pedrada que le ha dado. ¿Jugador perro que haya triunfado? Romario, el resto se lo ha tenido que currar de alguna forma. Y el senderista ni se lo curra, ni lo demuestra. Fuera mañana. A Birmingham o a Arabia.
Y ya para rematar la faena, la vuelta a la canción gafe de la temporada pasada. Todos los partidos cantando “la gitana” y casi ni nos clasificamos para Champions. Pues ahí la tienen otra vez presente en la llegada de Julián Álvarez a Madrid. ¿No se saben otra canción argentina para darle la bienvenida? Ya le están gafando al pobre chaval. ¡Ojo! Que a mi no me importa que vayan con un sol de justicia a intentar verle, cada cual es libre y no deja de ser una locura maravillosa, pero, mamones, cantad algo que no sea gafe que ya lo veo todo oscuro y de forma negativa. La cancioncilla esa está prohibida ya porque es gafe. Muy gafe.
Que estamos disfrutando de las personas desnudas corriendo por las calles de España, del Atleti de los guapos, de las risas con la policía de los fichajes, no vengáis a joder.
Post Scriptum. Otra cosa, de menor importancia, que me tiene alucinado es toda esa gente que dice que no se puede hacer una presentación de algún fichaje porque eso es atentar contra la historia o nosequé honor. Pues yo he visto presentar a unos cuantos jugadores en el Calderón y no pasaba nada. Incluso al nefasto Pato Sosa. También es cierto que antes se presentaba a la plantilla en el Villa de Madrid y ahí veías a todos los fichajes. Pero a Lukic pude ir a verle dando sus toques en el césped y no ha sido ni gloria, ni nada del Atleti. A ver si los que no conocen la historia…
Post Scriptum 2. Los pantalones rojos con el uniforme normal del Atleti también me exasperan.