Los sistemas sanitarios de toda Europa no atienden a las personas más marginadas, conforme se advierte en el Informe del Observatorio 2017, de Médicos del Mundo. A través de una encuesta realizada a más de 43.000 personas, la ONG descubre altos niveles de sufrimiento y de necesidades médicas insatisfechas. La conclusión es clara: la austeridad está poniendo en peligro la salud pública. Por esta razón, Médicos del Mundo insta a Europa a volver a comprometerse con la cobertura sanitaria universal.
Destaca el hecho de que se trate de pacientes nacionales de los propios Estados europeos, así como migrantes procedentes tanto de dentro como de fuera de la Unión Europea y del Área Económica Europea que, en muchos casos, han escapado de la violencia, el conflicto o la discriminación de lugares como Siria o Afganistán. Casi una cuarta parte de las personas atendidas por Médicos del Mundo son menores de 18 años.
Además de problemas físicos, muchos pacientes padecen graves traumas psicológicos. De quienes respondieron a la encuesta, más de la mitad mencionaron haber sufrido violencia y más del 60% de quienes tenían hijos o hijas menores afirmaron haber sido ser separados de algunos/as de ellos/as. El 89% no tienen ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas ni mucho menos para pagar por la atención médica.
Más de la mitad de las personas atendidas por Médicos del Mundo y algunas ONG colaboradoras no pueden acceder a la atención sanitaria oficial ni permitirse un seguro médico. Es muy frecuente la incapacidad de superar las trabas administrativas de los sistemas sanitarios locales al no entender la lengua local y se enfrentan a la discriminación o tienen miedo de que les arresten. España y Francia son los países donde más barreras burocráticas se encontraron (así lo afirmó un 30% y un 27% de las personas encuestadas respectivamente); en Alemania destacan las barreras económicas (43%) y en Grecia ni siquiera intentan conseguir atención pública (34%).