Pero ¿esto qué es? ¿Dónde está ese Atlético de Madrid que encandiló a los aficionados yendo a por los partidos? Desde la vuelta de las vacaciones de Navidad el equipo rojiblanco viene dejando una imagen de dejadez, ver qué pasa y la épica es nuestra amiga que poco o nada tiene que ver con aquella racha de imbatibilidad que hizo ilusionarse a los aficionados. Lo que parecía podía ser producto de un momento de la temporada parece que se alarga partido a partido.

Sí, el Atleti ha vencido y ha tenido sus momentos mamatorium (que diría Lolo) pero la realidad es que al fútbol ha jugado entre poco y nada. Salvo algún despiste momentáneo y la salida en tromba de algunos suplentes, aquello de ir a por los contrarios ha desaparecido por completo como se pudo constatar ayer en Getafe. Sí, se ha vencido al Leverkusen, se ha empatado a cuatro con el Barça, se está a dos victorias de estar en cuatros de Champions y de la final de la Copa del Rey, pero la imagen no es buena. Al Bilbao se le contuvo pero la victoria se produjo por un chispazo. Se ha perdido con Leganés y Getafe, «¡ojo al dato!» que diría aquel. Se ha empatado con Villarreal y Celta en casa y con el Madrid fuera. Y sólo se ha vencido a Mallorca y Valencia (fuera) con cierta comodidad.

Algunos cachondos le echan la culpa a la ex que parece que ya no es ex de De Paul, pero la realidad es que algo cambió desde la vuelta de vacaciones. Ahora se repartirán las culpas entre el «no efecto Pinedo», los arbitrajes, el empedrado y la gitana loca, pero la realidad es que el equipo lleva un tiempo sin ser aquel que demostró podía ser. Si alguien está agotado, sin gasolina en las piernas, la solución es sencilla, se pone a otro y a correr. Lo físico no tendría que ser problema cuando se tienen recursos, no mejores porque ninguna plantilla tiene eso, pero apañados y con otras características. Pero no. A insistir en unos pocos, con los mismos cambios y algunos casi en el ostracismo por no se sabe bien qué.

Sí, hay que mirar al Cholo Simeone. Por mucho que se quiera que aguante muchos años más, parte de culpa tiene y hay que decirlo. Viene quemando jugadores sin necesidad en algún caso y no ve que otros no están para competir como hacía el equipo en noviembre-diciembre. A Gallagher lo ha laminado de las titularidades, y fue pieza clave en aquel tiempo que hoy parece lejano, pero algún otro con partidos malos lo mantiene. Con el inglés, por cierto, no hay pruebas donde mejor puede rendir, la derecha, y eso que no deja de sacrificarse por el equipo. Al marido de Érika no lo hace descansar pese a que se arrastra en muchos partidos, pero claro como puede dar un pase bueno hay que aguantarle y ya. ¿Qué ha pasado con Riquelme? Un misterio para el programa Horizonte. El Witselsaurio es realmente un saurio prehistórico para la memoria.

Es evidente que el equipo ya no sale a comerse al rival y prefiere contener y ver si hay suerte. Ante el Getafe fue la demostración más palpable de ello. Además se le puede añadir que muchos estarían pensando en otro partido y no en este. Para evitar esto está el cuerpo técnico y hacer los cambios necesarios, que ayudarían también a tener a todos los jugadores enchufados. Igual jugar un día de otra forma, con Sørloth bien surtido de balones podría solventar partidos a cara de perro. Pero no. No se sabe si es por la mufa, por pereza o por cagancho, pero se insiste en una fórmula vieja y caduca que nada tiene que ver con lo mostrado en cierta parte de la temporada.

Y ¿qué decir de los propios jugadores que ahora deciden cuándo y en qué momentos jugar? Unos se saben prácticamente intocables, otros cuando salen ya van con la cara de «a ver cómo solventamos esto y volvemos al banquillo». Aquello de los méritos parece haberse olvidado. Lo que se pide no es vencer siempre, por mero cálculo de probabilidades alguna vez se pierde o se empata, sino pelear siempre sin miedo, sin prudencia por si…, sin pensar en el siguiente partido. Como se suele decir no gusta como mea la perrita.

Ahora caerán las hordas a decir que no es el momento porque hay una eliminatoria de Champions a la vista. Que si el «Cholo es nuestro pastor y anda nos faltará». Que si no se han gastado el dinero. Lo que se ha visto con el Cholo, con los mismos jugadores —incluidos los “malos”, que salían más motivados cuando había cierta competencia por los puestos— y con Miguel Ángel Gil dando vueltas con el coche es distinto a lo que se viene viendo ahora. Sí hay eliminatoria de Champions pero con la actitud de los últimos partidos no se pasa. Sí ha vuelta de Copa del Rey y lo mismo. Y sí se está a un punto de la cabeza de la Liga pero jugando a especular ya se ha demostrado que no vale.

Quien esto escribe estaría encantado de que le cerrasen la boca pero desde hace dos meses la cosa no está funcionando como debería. Y suerte que los dos bichos están como están y se dejan puntos a mansalva. Una cosa es intentar que te metan pocos goles, así se ganan ligas sin duda, y otra es que no se vaya a por los partidos como si no hubiese un mañana. Viendo el United-Arsenal daba gusto, pese al empate, cómo los jugadores londinenses se estaban dejando todo por la victoria. Eso era el Atleti hace no tanto. Eso es el «partido a partido». Hoy ¿por qué no es así?

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