En la vieja y opulenta Europa aumentan las desigualdades mostrando esta afrentosa brecha tan devastadora entre ricos y pobres pero mucho peor lo están pasando los habitantes de los países antes llamados “emergentes”, convertidos ahora en “sumergentes” tras el frenazo de la larga crisis de más de diez años con la que han sido hostigados.
Las políticas de austeridad y los recortes han tenido un impacto catastrófico en grandes capas de la población en la mayoría de países mientras que los archimillonarios han aumentado sus riquezas y han concentrado sus capitales de manera desaforada.
Las personas “sin techo” aumentan y existe una tremenda crisis generalizada de viviendas en todas las principales ciudades de Europa que está teniendo efectos particularmente devastadores para la juventud, que junto al paro y la caída del nivel de vida de las masas, señalan un negro futuro para la clase obrera y los pobres.
La brecha de la pobreza alcanza incluso a Alemania, que a pesar de haber sido el motor de la locomotora económica, a partir del último trimestre de 2018 empezó un declive del PIB en torno a crecimiento CERO, estando al borde de la recesión y una de cada cinco personas está amenazada por la pobreza o la exclusión social.
Las desigualdades entre la Europa del Sur, en comparación con la del Norte, es aún mucho peor, con aumento de las personas que duermen en las calles, que pasan hambre y sufren caídas del nivel de vida. La brecha entre el ‘norte rico’ y el ‘sur pobre’ en la Eurozona se ha profundizado también y se están agravando las tensiones, los conflictos sociales y crisis internas
El Brexit está siendo un fracaso rotundo y es reflejo de todo eso; con un resultado muy incierto se está convirtiendo en un ridículo espectáculo de “inutilidad política”. El derrumbe de los conservadores dirigidos por Theresa May, que ha sido derrotada varias veces en el Parlamento, está siendo grotesco y ha solicitado un nuevo retraso hasta el 30 de junio, mientras pide ayuda al líder de la oposición laborista Jeremy Corbyn.
Aunque a la clase dominante europea no le interesa que la burguesía británica salga derrotada, esa posibilidad se acerca cada día y no puede descartarse, sobre todo con el revés que le ha asestado la Unión Europea al reconocer que Gibraltar es una colonia en suelo español.
Cabe la posibilidad de un “Brexit abrupto” con ruptura, como declaró este fin de semana la “Premier May” que en su desesperación dijo: “El Brexit se nos puede escurrir entre los dedos”, en un nuevo intento de alcanzar algún tipo de acuerdo suave que aminore las consecuencias nefastas que están presintiendo tanto el gobierno, el pueblo británico y algunos banqueros y multinacionales.
Pero no es esa la única crisis a la que se enfrenta la clase dominante de Europa. También Italia ha entrado en recesión y con un Gobierno de ultraderecha amenaza incluso la existencia del euro y su economía, se encuentra en una situación dramática, solo superada por Grecia cuyo pueblo viene sufriendo la crisis de una forma devastadora y angustiosa.
Las potencias dominantes de la U.E. que son Francia y Alemania se comportan de forma hipócrita intentando sobrellevar sus crisis internas, tanto económica como social, exigiendo a los demás países el estricto cumplimiento de las normas y reglas impuestas, pero esas primeras potencias han violado las mismas sin sufrir sanción alguna.
En Italia, si se profundiza la crisis y se prolonga la recesión, los efectos en toda la Eurozona podrían ser mucho más peligrosos de lo que ocurrió en Grecia. La gravedad de la situación ha sido comentada por algunos economistas, que incluso llegan a vaticinar que está en juego el futuro de la Unidad de Europa y el propio Euro, por lo que es probable que el Gobierno de Italia intente llegar a algún acuerdo aunque lo tendrán muy difícil por sus posiciones ultraderechistas.
También están creciendo los conflictos comerciales y políticos que se empiezan a desarrollar entre las potencias de la Unión Europea. Las tensiones entre Macron y Merkel sobre la búsqueda de una salida de un acuerdo de rescate bancario (en caso de quiebra de algún país), no acaban de cuajar, por la posición muy cauta de Alemania, que se opondría al “rescate del resto de Europa”, que tendría que articularse si una crisis de un país como Italia cae y contagia al resto de los países del Sur que están con dificultades.
Un problema añadido que dificulta la coherencia de Europa son los partidos populistas de extrema derecha y de extrema izquierda, que se radicalizan y ganan impulsos y apoyos en el continente en este último período, que están utilizando esta crisis de la U.E. para hacer apología del racismo, el ultranacionalismo e incluso con posiciones cercanas al nazi-fascismo.
Como expresé anteriormente, el gobierno Theresa May en Gran Bretaña ha venido tropezando siendo derrotado una vez y otra, cada una de las cuales, en un proceso histórico anterior, habrían producido un derrumbe o dimisión de esta política, pero esa nueva “Dama de Hierro” se aferra al poder agarrándose a la brocha y se está quedando sola porque la abandonan hasta los suyos.
La Primera Ministra May tiene miedo y se encuentra atrapada entre los tories más derechistas de su partido, que se están rebelando contra ella, porque ante una nueva derrota, se vería forzada a convocar elecciones anticipadas que según las encuestas, podrían llevar al poder a un gobierno dirigido por Jeremy Corbyn (Partido Laborista) que ya le ha pedido la dimisión varias veces ante el impass creado.
Si Corbyn lanzara una campaña de movilización de masas para forzar unas elecciones generales, tendría muchos apoyos. Se ha revelado como el futuro Primer Ministro de Gran Bretaña, cuando tras derrotar al ala más de derecha de su partido, el Laborismo no para de crecer. La situación es tan explosiva que May podría verse forzada a abandonar el cargo y convocar elecciones.
Por otra parte, la cuestión nacional es un asunto muy importante y serio en muchas partes de Europa, precisamente el Brexit es eminentemente un problema nacional que podría tener repercusiones en Escocia, Irlanda, Cataluña, Macedonia, Chipre y otras zonas. Vemos que está resurgiendo asimismo en Austria, Italia, Hungría, etc. Esos movimientos políticos, que se recrudecen por la crisis capitalista, reivindican el derecho de una nacionalidad o nación a la reafirmación de su personalidad propia exigiendo el Derecho de Autodeterminación Política.
La polarización social, política, nacional y las perspectivas económicas que se están desarrollando en toda Europa, no van a desaparecer de un día para otro. E incluso podría convertirse en una característica casi permanente en la situación, reflejando la realidad objetiva de un capitalismo agónico y en descomposición, que está necesitando un Cambio de modelo, pero como decía el clásico, “lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”.
La larga crisis sufrida por la clase trabajadora en los últimos diez años, con el abrumador incremento de la brecha de la desigualdad, ha acelerado los procesos clásicos de “Polarización”, “Radicalización” y ahora entramos en la fase de “Politización”, iniciada por los partidos de extrema derecha que vienen esparciendo los sentimientos y el ambiente del racismo, la xenofobia, el ultranacionalismo e incluso el odio, entre una capa de personas, que con sus alzas y sus bajas, seguirán siendo un factor a tener en cuenta en la nueva etapa en la que hemos entrado.
La clase trabajadora está también empezando a dar la batalla y luchará por potenciar sus organizaciones políticas, sindicales y sociales, e incluso surgirán nuevos partidos y sindicatos de masas que impongan un nuevo ritmo en las luchas y los acontecimientos.
Los votantes españoles nos jugamos mucho el 28 de Abril, bien un Gobierno de Izquierda o de extrema derecha, para lo que es conveniente trabajar en la búsqueda de un entendimiento de las fuerzas del Cambio. Pero las izquierdas se presentan muy divididas, mientras que las derechas anuncian un bloque más compacto, por lo que necesitamos estar preparados para las luchas que la clase trabajadora y capas intermedias de la sociedad tendrán que dar.
En nuestro país tendremos la oportunidad de ejercer el derecho al voto el 28-A, nos jugamos avanzar hacia un fututo digno o volver hacia atrás, por lo que debemos estar preparados para emprender el giro a la izquierda con un cambio táctico y estratégico en defensa de un programa socialista de principios éticos, para luchar contra la corrupción, con el objetivo de movilizar a la clase trabajadora y convencer a los votantes, tanto a los que votan izquierda como a los que piensen abstenerse, defendiendo la necesidad de propiciar la coalición de un gobierno fuerte que defienda los intereses de la clase trabajadora, la juventud y demás explotados por el capitalismo.
Si ganase el Bloque Trifachito volveríamos a la “democracia orgánica” de la Dictadura. Si ganase el Bloque de Izquierda podríamos luchar por conquistar el futuro, pero necesitaremos un Gobierno favorable a los trabajadores apoyado por las organizaciones sociales y sindicales, con el objetivo de acumular fuerzas que pongan un sello decisivo en la situación que represente una alternativa socialista para avanzar hacia los Cambios estructurales que el pueblo está exigiendo con sus luchas y que necesita de forma urgente.