Cuando Pedro Sánchez decidió, por la mañana, ir más allá de las declaraciones de la propia Ejecutiva Federal al proponer un Pacto Nacional del Agua, sabía que estaba tocando un tema que en Castilla La Mancha se vive con enorme preocupación y virulencia. El Gobierno del PP, por hacer política de partidismo, cede más agua de la debida a la Región de Murcia, dejando las cuencas castellano-manchegas secas y vacías. No son nuevas estas quejas, pero que Sánchez recoja ese guante y ofrezca un pacto se debe a que en toda la región se ha llegado al límite de la tolerancia.
Por este motivo, no extrañan las palabras de Fernando Mora, hasta hoy secretario de Programas e Ideas, en referencia a que desde el PSOE regional se ha dicho basta al trasvase. Entiende el diputado regional socialista que el “trasvase ya no soluciona los problemas del Levante”. A cambio sí está generando grandes pérdidas en la comunidad manchega. No hay más agua en el Tajo para regalar. A los problemas que tienen los agricultores locales hay que sumar el grave perjuicio ecológico que está sufriendo el río Tajo.
Mora es contundente frente al Gobierno de Rajoy y con el Gobierno de Murcia, “tienen que buscar sus alternativas hídricas”. En estas mismas páginas ya se han expuesto las sucesivas quejas que desde el gobierno de Emiliano García Page como desde distintas entidades del tercer sector se vienen realizando sin que la ministra Tejerina haga algo más que dar agua al gobierno “amigo”. Los socialistas castellano-manchegos se han cansado de sufrir un problema que no es suyo realmente, sino de la incapacidad de los gobiernos estatal y murciano para encontrar una solución. Mientras se vacía el Tajo, dicen los socialistas a quien quiera escuchar, en Murcia nadie hace nada para buscar soluciones.
Desaladoras paradas o a menor rendimiento porque el coste por hectómetro cuadrado del trasvase es menor que el agua desalada. Un problema que dicen debería corregir la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Bien mediante nuevas infraestructuras, bien sacando la gran cantidad de agua subterránea, bien bonificando el agua de las desaladoras. Así Mora lo explica con total claridad: “El Gobierno y Murcia deben concienciarse de que tienen que buscar el agua por otro lado”. Y tanto PSOE como gobierno regional están dispuestos a la guerra del agua. Han sido pacientes hasta ahora. No más. Ya no hay marcha atrás.