Los autores de esta reflexión provenimos de lugares diferentes pero desde hace un tiempo coincidimos en un trabajo que intentamos sea honesto y eficaz en el seno del Foro Social Permanente. Un lugar plural de encuentro de quienes como nosotros pretenden aportar su grano de arena en el camino, hacia una paz justa y duradera.
Desde el inicio del Foro Social nos propusimos realizar una labor pedagógica, social y política, que condujera a un nuevo tiempo de convivencia. Creemos que las sociedades vasca y navarra han ido entendiendo nuestro mensaje, al inicio con dificultad pero poco a poco con comprensión, aunque lamentablemente hemos descuidado (lo decimos de manera autocrítica) hacer lo mismo con la del resto del estado.
Es por eso que decidimos escribir este artículo y trasladárselo al medio de comunicación que en nuestra opinión más posibilidades tiene de conseguir este propósito; llegar eficazmente a la ciudadanía española.
El Foro Social nació en 2013 y ya como Foro Social Permanente se presentó públicamente en un acto organizado en el Palacio de Aiete de San Sebastián con 17 organizaciones y 14 personas a título particular particulares y desde entonces tomó como base de su trabajo conseguir la implementación de los estándares internacionales DDR, Desarme, Desmovilización y Reintegración.
Desde esa fecha y en colaboración con personalidades y agentes de reconocido prestigio internacional, la sociedad civil y la participación de las instituciones vascas y navarra, se ha logrado consolidar las dos primeras letras,
El 8 de Abril 2017 ETA hacía efectivo su desarme civil efectivo y constatado en un acto en Baiona y el 3 y 4 de Mayo su disolución definitiva en otro en Villa Arnaga de Kanbo. Utilizamos precisamente estos términos debido a nuestro empeño para comunicarnos con la sociedad española y darle un carácter más didáctico a este artículo.
¿Qué parte de ambos acontecimientos históricos es debida al trabajo constante, discreto y de convencimiento del Foro Social? Eso la historia lo dirá, nosotros sólo afirmamos que nos hemos dejado una parte de nuestra vida para conseguirlo y ahora observamos con satisfacción este hecho.
Pero colaborar en conseguir el desarme y la disolución de ETA no significa el final de nuestro trabajo. Ahora comienza otra senda diferente no exenta de dificultades, esfuerzos y probablemente incomprensiones.
Queda dar una solución justa y consensuada al problema de las personas presas y huidas vascas, trabajar por una convivencia definitiva, restañar las heridas producidas, facilitar la resolución de los casos pendientes e intentar escribir un relato de consenso, al menos en los mínimos. Temas difíciles y complejos, al igual que los anteriores pero estamos convencidos de poder lograrlo con el mismo esfuerzo y perseverancia.
La sociedad española a la que nos dirigimos ahora debe entender que no pedimos la impunidad, tampoco otros deben pedir venganza. Lo que solicitamos es que las normas penitenciarias legalmente establecidas y de aplicación al resto de los presos sean igualmente aplicables a todas y todos. Que no haya una penalización superior (un doble castigo) a la establecida legalmente para una parte de los presos y sus familias.
También que los beneficios penitenciarios de la misma manera tengan el mismo ámbito de aplicación. Aunque en nuestro análisis puramente personal podamos defender otras posiciones sobre este tema, como miembros del Foro Social tampoco pedimos beneficios excepcionales ni amnistías.
Solo queremos que los presos y presas existentes debido a este conflicto puedan cumplir sus condenas cerca de sus lugares de origen, los que sufran enfermedades graves puedan pasar sus últimos instantes en sus casas y que esos beneficios penitenciarios que conducen a cumplir las condenas en segundo, tercer grado o libertad provisional también les sea de aplicación.
¿En qué nos basamos? Por ejemplo en que el 2% de la población carcelaria de España está en primer grado, mientras en el caso de los presos y presas vascas son el 92%, lo que tiene como consecuencia disfrutar de apenas cuatro horas de patio.
Con respecto a las prisiones en las cuales están encerrados, nos encontramos con que solo cuatro presos de ese colectivo están en prisiones vascas, el resto están en prisiones de fuera y la mayoría de Madrid hacia abajo. Muchos a más de 800 kilómetros de distancia. Son situaciones realmente excepcionales cuando las comparas con el resto de la comunidad carcelaria.
ETA ya no existe, por eso todos desde la sociedad a los poderes públicos deben adaptar su praxis a esa realidad. Es necesaria y desde Foro Social lo solicitamos así, una nueva política penitenciaria para este nuevo tiempo.
Incluso que un tema especialmente sensible como aclarar los casos sin resolver, se pueda solucionar no con la impunidad insistimos, pero tampoco con parámetros de revancha, sino de justicia transicional.
Respetamos profundamente a las víctimas, incluso en el franquismo uno de nosotros sufrió la tortura a manos de “Billy el niño”. Creemos que deben tener un papel importante en este proceso. Hay que escucharlas, acompañarlas, repararlas, tienen que sentirse arropadas.
Pero también somos conscientes de que en estos largos y dolorosos años ha habido diferentes tipos de víctimas y todas, todas merecen el mismo reconocimiento. No ha sido así durante muchos años y estamos trabajando para que ninguna víctima se sienta excluida, para que no existan discriminaciones injustificables.
Eso es fundamental, que sean capaces de aportar en positivo a la convivencia democrática, ya que los marcos de revancha y venganza solo producen revictimización. Es importante reseñar que quien fue torturado en el franquismo, proponga que no pretende que su torturador vaya a la cárcel, sino simplemente que se conozca la verdad, ser reconocido y reparado como víctima. Ese es el camino.
Por último nos quedará finalizar un trabajo en el que llevamos empeñados desde nuestro nacimiento; la recuperación de la convivencia democrática, el diálogo y tal vez el entendimiento entre quienes en su día estuvimos enfrentados y en un momento dado nos sentimos dañados por el otro.
No sólo en el seno de la sociedades vasca y Navarra, también y ese es el motivo de esta reflexión, con el resto de la sociedad española a la que quizás por incomprensiones, falta de información y empatía, no hemos sido capaces de llegar o no ha sido capaz de escucharnos.
Es necesario, imprescindible que se cree en la misma una corriente de opinión de personas demócratas: intelectuales, periodistas, juristas, políticos de diferentes signos, que se instale en las universidades, en las redacciones, en los centros de trabajo, que ayude a la convivencia reconociendo todo lo que expresamos en este artículo.
En estos largos años ha habido mucho sufrimiento, nos hemos hecho mucho daño y existe mucha desconfianza y resquemor. Pero en este nuevo tiempo las gentes sensatas de ambas orillas del antaño río de aguas turbulentas ahora remansado, debemos hacer un esfuerzo titánico para a través de diálogo y la empatía lograr el entendimiento y la comprensión. En esa tarea, repetimos necesitamos a todos los demócratas españoles.
Nuestro trabajo en el Foro Social ha ido, va, e irá en el futuro en esa dirección. Nosotros lo practicamos en nuestra relación. Los dos firmantes nos reconocemos como amigos, como gentes que a pesar de sus diferencias, que las tenemos, son capaces de dialogar, de hacer un trabajo en común, de respetarse y apreciarse.
Ahora se abre una ventana de oportunidad con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, también a él nos dirigimos con estas reflexiones de quienes en cierta medida, humilde sí, representamos la pluralidad y las diferencias de nuestra sociedad, pero que son capaces de buscar puntos de encuentro, de síntesis.
Ojalá este artículo a través de nuestro pedazo de relato en común sirva para abrir mentes, para iniciar recorridos en común. Que quienes lo lean entiendan mejor no sólo lo ocurrido, sino también las demandas que hacemos.
En un solo artículo resultará complicado de conseguir, pero prometemos que si se nos da la oportunidad en posteriores seguir intentándolo de manera respetuosa y didáctica.
Agus Hernán, José Luis Úriz miembros del Foro Social Permanente