El coordinador federal de Izquierda Unida y cabeza de lista de Unidas Podemos al Congreso por Málaga, Alberto Garzón, ha denunciado hoy desde Sevilla el “silencio cómplice” que mantienen PSOE, PP y Ciudadanos en relación a los datos conocidos los últimos días sobre la actuación de destacados mandos del Cuerpo Nacional de Policía vinculados a lo que se ha dado en llamar ‘cloacas del Estado’, entre los que se encuentra el comisario jubilado y actualmente en prisión preventiva, José Manuel Villarejo. Mientras estos partidos prefieren mirar para otro lado, Garzón denunció también que “es muy grave que el concejal del Ayuntamiento de Madrid Carlos Sánchez Mato -recientemente elegido candidato a la Alcaldía de Madrid por IU- tenga una querella puesta por Villarejo”, acción que se prolonga desde hace casi dos años.
En unas declaraciones a los medios de comunicación durante su jornada de trabajo en Sevilla, el máximo responsable de Izquierda Unida insistió en que es “muy grave que haya una mafia y una organización criminal dentro del Estado, dentro de la Policía, que investigue, espíe, robe y construya información falsa sobre oponentes políticos”.
Alberto Garzón advirtió especialmente, además, que esto se haga “sencillamente porque esos oponentes políticos sean de Podemos o de Izquierda Unida” debido a que son quienes plantean con más rotundidad “acabar con los privilegios de quienes nos saquearon durante la crisis”.
El también cabeza de lista de Unidas Podemos al Congreso por Málaga consideró que “nadie en este país se cree que una organización criminal de esas dimensiones solo fuera responsabilidad de Villarejo”. Valoró que “para llevar a cabo todas esas operaciones se necesita la complicidad de mucha más gente dentro del Estado, en esas instituciones”.
“Tenemos la enorme sospecha -dijo- de que muchos de los responsables siguen en el Estado, en la Policía Nacional, y no se quiere investigar”. Esta denuncia se puede comprobar también en hechos concretos como que PSOE, PP y Ciudadanos sumaran sus votos en la Mesa del Congreso para evitar la comparecencia del propio Villarejo en sede parlamentaria para explicar directamente algunas de sus actuaciones, en lo que podría haber sido una “oportunidad para preguntarle por sus ayudantes y por los responsables de todas las construcciones falsas para atacar a los contrincantes políticos”.
Lo mismo ocurrió con varias peticiones de comparecencia del propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en relación a la manera de operar de miembros de las ‘cloacas del Estado’.
Alberto Garzón consideró que “seguimos con el silencio de Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Casado, y empezamos a pensar que son cómplices de esta operación”. Avisó especialmente, en el caso de los máximos dirigentes socialistas, de que si tuvieran voluntad política podrían “acabar con las ‘cloacas del Estado’, pero eso exigiría una limpieza que no estoy convencido que el PSOE tenga voluntad de hacer”.