Los culés están contentos, llenos de alegría, desbordantes de felicidad. Están fichando como si no hubiese un mañana. Y sí, hay un mañana. El resto de equipos de La Liga, salvo el Real Madrid al que le interesa un Barça mejor que el de los últimos tiempos, están muy mosqueados. Mejor dicho. Los aficionados del resto de equipos, especialmente de aquellos que están habitualmente por los puestos altos, están con la mosca detrás de la oreja. A más, a más, sevillistas y atléticos ven cómo sus equipos deben vender para poder fichar, teniendo un equilibrio en las cuentas mejor que la entidad azulgrana y lo que provoca que alucinen con el gasto culé.
Javier Tebas permitió cierta manga ancha las dos últimas temporadas, sin que hubiese abusos. Al menos hasta el pasado mercado invernal en el que dejó al Barça fichar por encima de sus posibilidades. Se le caía el invento del duopolio y permitió a los azulgrana reforzarse saltándose ampliamente el límite salarial. Ahí ya comenzó el mosqueo, algo que ha ido en aumento en esta ventana de fichajes estivales. De momento han firmado a Kessié y Christensen (sin pagar traspaso pero a saber qué comisiones), a Raphinha por 70 millones, a Lewandoski por 50 millones y los 55 millones de Ferrán Torres.
Y no se extrañen que fichen a alguno más… Mientras el Atleti penando para fichar un lateral derecho, el Sevilla sin poder reforzarse bien pese a las bajas, el Betis viendo que debe vender una joya y el Villarreal rebañando donde puede. Súmenle la amenaza de la Premier, cuyos equipos medianos se llevan jugadores como churros. Esto importa poco a Tebas porque su máxima preocupación es tener contentos a Florentino Pérez y Joan Laporta. Ya encajará los fichajes culés ¿o no? Igual le indican que ya no cuela. Los equipos pequeños como no aspiran a gran cosa pasan del tema, pero los seis o siete que sí lo hacen igual se unen para señalarle o ¿se bajarán otra vez los pantalones?
Intentan tangar a De Jong dinero
Lo más curioso es que mientras fichan gastando las joyas de la abuela, no han logrado sacar de la plantilla a nadie que permita la inscripción de jugadores. En algún caso porque el jugador está cojo (Umtiti), en otros porque no les da la gana perdonar millones de euros. Este es el caso de Frenkie de Jong. Como hizo el resto de jugadores, el neerlandés difirió parte de su salario a la temporada que viene. Así, en vez de cobrar 14 millones limpios sólo cobraba 7. ¿Qué ocurre? Que ahora el Barça le quiere mandar a Manchester y limpiarle esos 14 millones de euros que le deben (a Griezmann le deben también una morterada).
La prensa mamadora del régimen culé cuenta que su barcelonismo puede más que el jugar en el United; que el chico está plenamente integrado en Cataluña (siempre hay que sacar una deriva nacionalista); que si ha reformado su casa y le da pena irse (como si a un millonario le importase tener más o menos propiedades); y la realidad es que el jugador quiere cobrar lo que le deben. 14 millones para ser más exactos. Un dinero que en Manchester no le van a pagar, máxime si van a soltar 60 millones por su fichaje. En la ejecutiva blaugrana se deben pensar que los jugadores son idiotas y se tragan lo que dice la prensa de régimen. Por eso no se va De Jong y por eso no se va nadie realmente. Porque al que más y al que menos, le deben dinero.
Con las palancas no da para inscribir fichajes
Para poder inscribir a Kessié y Christensen se debe ir De Jong cuentan desde la ciudad condal y alguno más, cabe añadir, que sea mediante traspaso, no como Lenglet que es cesión. A eso súmenle que ya tiene en negativo 150 millones de euros. Esto respecto a los gastos e ingresos en fichajes. Por mucha palanca, vamos venta de activos, que introduzcan todavía tienen que cuadrar el límite salarial con el perjuicio, algo que no se cuenta en los periódicos, de que en los ingresos futuros habrá descuentos de parte de los ingresos. O lo que es lo mismo, hoy les han dado 500 millones por derechos de televisión pero les irán quitando 42 millones aproximadamente durante esos 25 años (casi 1.100 millones por una cantidad de 500). Comenzando por esta misma, algo que repercutirá en los cálculos del límite salarial.
Las palancas no irán todas al refuerzo de lo deportivo, necesitan dinero (esto lo ha explicado Laporta) para no llegar a la quiebra técnica y verse abocados a la conversión en SAD. De ahí que la necesidad de liberar masa salarial y tener ingresos deportivos por ventas sea apremiante. Fichar puede fichar lo que le dé la gana pero inscribir no. Y que no les cuenten milongas de que con las palancas pueden fichar lo que quieran e inscribir todo (Tebas lo dijo tras ser llamado al orden por Laporta porque perjudicaba los fichajes). No, las cuentas son claras. Y deberán abonar salarios diferidos a los jugadores que quieran vender (algo que le viene pasando al Real Madrid también) porque se han percatado de la jugada de la directiva (por mucho que fuese una negociación anterior de Bartomeu). Con los jugadores que permanezcan en el club pueden negociar diferir otra vez pero ¿quién se va a arriesgar a ello sabiendo lo que están haciendo a De Jong?
¿Tragarán el resto de equipos de La Liga?
Hoy el mundo culé está contento. Ríen pensando que ha vuelto el Barça superpoderoso. La realidad es que, salvo que Tebas haga trampas y lo permitan –esencialmente- Sevilla, Atlético de Madrid, Betis y Villarreal, las van a pasar canutas para inscribir los fichajes. Salvo que paguen lo que deben a los jugadores. ¿No han visto que ningún jugador quiere irse pese a tener ofertas deportivas mejores para ellos? Ahí tienen al Atleti con nuevos patrocinadores y más ingresos y no se le permiten tonterías. Las palancas no son tales sino más bien un efecto óptico deportivo del laportismo y su prensa mamadora. Hoy sonríen, mañana llorarán…