La breve biografía de Jaime Albero Gabriel, alcalde de Sant Joan de Alicante gracias al apoyo de Compromís y Decido, es fácil de resumir, si de su trayectoria política como alcalde se trata.
Sus dos grandes proyectos a lo largo de la legislatura han sido una página web sin apenas actividad, cuya traducción al valenciano parece que la hubiera hecho Chiquito de la Calzada, a pesar del dinero salido de las arcas municipales y el empeño por dotar de una bandera a su municipio. Fuera de estas dos iniciativas poco más que añadir de no ser porque a Jaime Albero se le conoce más en las redes sociales que en su propio municipio. Redes en las que se prodiga y es conocido por su proceder lenguaraz y provocador, lo que le ha creado no pocos enemigos dentro del PSOE, partido al que pertenece, no solo entre la militancia, sino también en sus votantes.
Para muestra, dos mensajes que lanzó en las redes durante las primarias socialistas. En la primera dice textualmente: «Esos cinco puntos» —en referencia a la ventaja obtenida por Susana Díaz en la obtención de avales— «espero que callen la boca de algunos “bocachanclas” que han participado en este muro» en claras alusiones a sus compañeros de partido que apoyaban a Pedro Sanchez. Pero, no contento, en un segundo mensaje añade: «Vaya panda de troll los que apoyan a Pedro Sánchez. Qué bien nos viene este hooliganismo a los que apoyamos a Susana Díaz. Seguid así ya que me han dicho algunos indecisos que contemos con su aval y su voto. Gracias de verdad». A decir por los resultados su estrategia provocadora es evidente que no dio los resultados que esperaba.
Sin embargo, lo curioso del tema es que, a pesar de todo lo expuesto, el nombre de Jaime Albero que tanta cizaña y división ha creado no solo entre la militancia sino también entre los votantes socialistas, empieza a sonar como uno de los miembros con los que Ximo Puig quiere contar en su ejecutiva.
Si esta es la manera en la que el presidente de la Generalitat Valenciana quiere unir al partido y coser las heridas que dirigentes como Albero ha abierto, que venga Dios y lo vea.