Siro Ramírez afirma que la moción que presentó Izquierda Unida, con el fin de quitar la medalla de oro que el consistorio otorgó al dictador Francisco Franco durante la dictadura, es sólo “un intento oportunista por parte de uno de los concejales de IU, que lleva más de un año sin acudir a los plenos”. Pero lo cierto es que, ni durante el pleno, ni antes, pues conocía la moción, Ramírez ha hecho intentos de consensuar una moción y retirar la distinción a quien aniquiló a socialistas.
La excusa del alcalde socialista es que la moción no se había consensuado, ni había habido diálogo, por lo que el PSOE se opuso a la misma. ¿Qué consenso y diálogo debe haber para retirar una distinción a un dictador?, se preguntan miles de militantes socialistas. Eso sí, promete crear una comisión para que “Almadén cumpla con la ley desde el diálogo y el consenso de todos los grupos municipales e intentar así evitar la confrontación entre vecinos”. Recurre a la táctica del frentismo el alcalde, aún a sabiendas que el PP no va a aprobar, como viene haciendo en cientos de municipios, ninguna cuestión similar.
Mientras tanto el secretario general del PSOE de Ciudad Real, que no hace muchos meses manifestaba que entre sus pretensiones estaba sacar a todos los represaliados de las cunetas, mira de lado y no toma arte, ni parte. José Manuel Caballero no se ha manifestado al respecto, ni ha tomado ninguna iniciativa en contra del alcalde socialista. Sin embargo, los militantes de la provincia claman contra este mirar para el otro lado ante una situación que hace tiempo que tenía que estar resuelta.
Desde las redes sociales los militantes socialistas claman contra el alcalde de Almadén por el desafuero que ha llevado a cabo. No entienden que se deba hacer una comisión para algo tan sencillo como quitar los honores al dictador. Ninguna guerra civil se va a montar por ello y lo que más duele es que siendo socialista el alcalde se haya negado a ello. Caballero, que bastantes preocupaciones internas tiene hablando con unos y otros para mantenerse al frente del PSOE provincial, está siendo interpelado por la militancia para que expulsen al alcalde de Almadén. Al cual recuerdan que si quiere franquismo vaya a casa Pepe, aunque le quede al otro lado de la provincia.
Cumplir con la ley de Memoria Histórica era una de las promesas de Caballero, pero en este caso no ha dicho nada al respecto. Se debe cumplir guste o no a ciertos vecinos, se ponga en juego la alcaldía o no. Tampoco nada ha dicho el secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García Page, quien en falta de acción del secretario provincial, al menos, debería haber dicho algo con contundencia. Son miles los socialistas que aún están en cunetas y fosas comunes en Castilla La Mancha, y sólo por el respeto a esas personas deberían haber intervenido los dos responsables. Y desde el PSOE federal tampoco han dicho nada. Están todos a lo suyo, a la compra venta de favores y cargos.