Como se recordará, un hombre de 51 años asesinó a su esposa en Sorbas (Almería), y al jefe de ella, tras comunicarle que no seguiría casada con él tras sufrir numerosos episodios de malos tratos o violencia machista. Tras reconocer los hechos, el encausado tendrá que responder ante la Justicia y el Jurado Popular por dos delitos de asesinato y dos de violencia contra la mujer.
Será el Jurado Popular el que se encargue de dirimir la pena del autor confeso de los crímenes. La Fiscalía sostiene que el autor de los hechos portó dos escopetas de su propiedad y se trasladó a casa de la madre de la asesinada en Sorbas, sabiendo de antemano que se encontraba aislada. La mujer cuidaba de su madre enferma de Alzheimer y de su hermano también enfermo en un paraje solitario, por lo que entendió el asesino que era el lugar ideal para cometer su crimen.
Fueron dos los tiros que asestó a su víctima para quitarle la vida. A esto hay que añadir dos casos más de violencia machista que cometió contra su ex-esposa durante la Semana Santa de 2015. Golpeó a la víctima delante de sus hijos, mayores de edad, mediante una discusión por supuestas infidelidades. Días después, el asesino machista fue sorprendido por uno de sus hijos mientras sujetaba contra la voluntad de la víctima con fuerza de un brazo y postrada en la cama.
Después de asesinar a su esposa se dirigió a Níjar para acabar con el jefe de la asesinada. Le había estado vigilando desde días antes con total premeditación y una vez que vio que el hombre se encontraba solo, le asesto dos tiros de escopeta a corta distancia.
Por todos estos crímenes la Fiscalía solicita 19 años por el asesinato de la ex-esposa y 17 por los del hombre; 20 meses de prisión por los dos episodios de violencia machista; y una indemnización de 600.000 euros para los dos hijos de la pareja, la esposa del hombre asesinado y los dos hijos de este matrimonio.