La Concejal de IU-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Adoración Peñas, ha manifestado que la conocida afición del Alcalde de Lorca por las corridas de toros no debería ser sufragada con varios millones de euros de dinero público de todos. Un millón doscientos mil euros en la compra, más el coste millonario de su rehabilitación es un derroche que está por encima de nuestras posibilidades. Y más en un municipio que está a la cabeza de España en pobreza y brecha social».
Se trata, sostiene Peñas, de «un capricho caro, de un trasvase millonario a familias ricas y poderosas de Lorca, que además tira por el suelo y convierte en papel mojado» todas las declaraciones en torno a la recuperación del centro histórico de la ciudad realizadas por el Alcalde, su partido y el resto de partidos políticos que lo apoyan «en este capricho de niño rico, cuya única finalidad es la promoción de la tauromaquia, por más que lo disfracen de espacio de usos múltiples».
Hay calles enteras del corazón histórico de la ciudad, declarado hace 53 años Conjunto Histórico-Artístico, que «parecen haber sido víctimas de un bombardeo. No se cumplen las leyes de Patrimonio histórico español, ni de Patrimonio cultural de la Región de Murcia, ni frente a elementos singulares del patrimonio lorquino, ni frente al conjunto». El Gobierno local, sostiene la concejal de IU-V, está mirando para otro lado frente a inmuebles catalogados, algunos con elementos BIC incorporados, que están abandonados desde hace décadas y que, en algún caso, engrosan «la lista roja del Patrimonio cultural español de Hispania Nostra. Esa es la prioridad que deberíamos marcarnos en torno a la recuperación de elementos patrimoniales».
La intención del gobierno del PP y de quienes «le apoyan en esta aventura ruinosa», afirma la edil, supone además «incumplir numerosos acuerdos plenarios de los últimos años con relación a la creación de museos y salas culturales en Lorca. Dar prioridad, como pretenden, a un Museo Taurino y a otro de carruajes, tan alejados de la cultura y la sociedad lorquina, supone volver a dejar en el olvido todos los acuerdos adoptados durante años en torno a la creación de salas y museos. Tales son los casos del Museo de la Ciudad de Lorca, del etnográfico, del antropológico, de mineralogía en Almendricos, del regadío lorquino, del arte pictórico local… Todo ese conjunto de previsiones acordadas por todos no puede quedar relegado ante la última ocurrencia del Alcalde».
Finalmente, la Concejala de IU-V afirma que los últimos alcaldes de Lorca «parecen haber sido víctimas de un virus megalómano, de la necesidad de inmortalizarse en nuestro espacio físico, y con nuestro dinero, con proyectos y obras de dudosa rentabilidad social. Desde la pasarela del río y el bulevar, que están dejando que sean pasto del vandalismo, pasando por el hotel que pusieron en lo alto del Castillo contaminando para siempre el mejor perfil de la Lorca histórica, siguiendo por los intentos de pinchar el acuífero del río Luchena, continuando con los convenios urbanísticos que querían hacer de Lorca un municipio de medio millón de habitantes y que hoy lastran las arcas municipales, abundando con el auditorio, y cerrando con esta compra ruinosa de la Plaza de Toros y los museos anejos, lo cierto es que nuestra ciudad merece mejores regidores, gobernantes que pongan el bien común y los intereses generales por encima de sus caprichos, sus aficiones, sus ocurrencias o sus ganas de inmortalizarse».