La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, ha explicado que una de las medidas estrella dentro del Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida en la Comunitat Valenciana es la implantación del Código Suicidio, “que pretende dar una respuesta rápida a las personas con conductas suicidas, a través de la detección protocolizada, la atención inmediata y el seguimiento proactivo de casos”.
Montón ha recordado, coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio el 10 de septiembre, que el suicidio es un grave problema de salud pública que hay que abordar a fin de prevenir las conductas suicidas y reducir la tasa de incidencia, que en la Comunitat Valenciana se sitúa en 6,99 casos por cada 100.000 habitantes.
Esta misma semana, el grupo de trabajo y seguimiento del Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida en la Comunitat Valenciana ha mantenido una reunión, con el fin de abordar la implantación del Código Suicidio, los protocolos de actuación para los grupos de riesgo, la puesta en marcha de campañas de sensibilización y la preparación de guías informativas para docentes, familiares y medios de comunicación, entre otros.
El Código Suicidio, que se implantará de forma piloto en diferentes departamentos de salud, contempla la detección y valoración del riesgo de suicidio, la atención antes de 72 horas, la gestión del riesgo incluyendo factores como el consumo de alcohol, la enfermedad mental o las enfermedades crónicas y el seguimiento telefónico proactivo del caso desde las Unidades de Salud Mental de cada departamento de salud después de un mes, a los tres meses, a los seis meses y al año, para comprobar la situación del paciente.
Grupos de vulnerabilidad mayor
Por lo que se refiere a los grupos vulnerables, el plan contempla protocolos de atención específicos para mujeres víctimas de violencia de género, adolescentes, personas mayores, personas sin hogar, personas en situación de cumplimiento penitenciario o con problemas de salud mental.
Entre las medidas concretas: incorporar en la aplicación SIVIO preguntas relacionadas con el riesgo de suicidio para mujeres en situación de violencia de género, mejorar la detección de la depresión en población infantil-adolescente en el ámbito educativo y mejorar la atención en casos de bullying y ciberbullying. Mejorar la atención a las personas con trastorno mental grave o trastorno de la personalidad son otras de las acciones previstas.
En el caso de la población con conductas suicidas, se pone el acento en la identificación de las personas por medio del Código Suicidio, que generará la atención de los servicios de salud mental antes de 72 horas a través de la historia clínica del paciente. Igualmente se prevén protocolos de actuación en las unidades de salud mental para atender a las personas supervivientes del suicidio.
Para la población general se ha previsto crear de un espacio en la web, difundir información, desarrollar un acuerdo con los medios de comunicación sobre trato responsable y crear un observatorio del suicidio. Por último, el plan contempla también identificar los puntos negros del suicidio a través de una línea de investigación y mejorar la lucha contra el estigma de la salud mental.