La “contracamiseta” es una iniciativa que surge entre los aficionados del Atlético de Madrid, a través de las redes sociales, ante el malestar causado por la camiseta diseñada para la presente temporada 2022/23.
Las primeras filtraciones de la camiseta, que mostraba una elástica en la que las rayas rojiblancas sufrían una patente ondulación, generaron un gran malestar en un importante sector de la afición rojiblanca que veía una falta de respeto a la identidad e historia del Atlético de Madrid. El descontento de los aficionados se hizo más patente al coincidir, durante la presente temporada, con la conmemoración de destacados acontecimientos en la historia del Atlético de Madrid, que sin embargo han sido obviados para así torcer los renglones de la historia.
La “contracamiseta”
A mediados de junio, cuando se confirmó el diseño de la camiseta oficial del Atlético de Madrid, la reacción no se hizo esperar y cientos de mensajes en contra de las líneas torcidas inundaron Facebook y Twitter (donde llegó a ser trending topic la etiqueta #contracamiseta). Era evidente que la camiseta de esta temporada no iba a calar entre los aficionados rojiblancos.
La indignación se transformó en una iniciativa, espontánea y comunitaria, que dio como resultado el diseño en 3D de una camiseta alternativa, que fue compartida a través de la cuenta de Twitter @contracamiseta acompañada de un texto en el que se explicita que se trataba de la respuesta a una “agresión a la historia” del club, porque “nuestros valores no se tuercen”.
Gracias al esfuerzo desinteresado de un grupo de aficionados coordinados a través de las redes sociales, con esfuerzo, perseverancia y parafraseando a Diego Pablo Simeone: “si se cree y si se trabaja, se puede”, aquella imagen en 3D se ha materializado en la fabricación de una edición limitada de la “contracamiseta”, una camiseta que los aficionados podrán lucir con orgullo, sabiendo que respetan los valores, símbolos e historia del Atlético de Madrid.
La iniciativa carece de ánimo de lucro y en el caso de obtener algún beneficio sería destinado a acciones solidarias.
Los valores de la “contracamiseta”
La “contracamiseta” presenta las clásicas y hermosas rayas rojiblancas, que desde 1911 ha lucido el Atlético de Madrid. En la parte delantera, la imagen del Metropolitano tomada desde la legendaria Gradona coronada por el término “STADIUM”, con el que se tributa un homenaje al centenario de su inauguración, que se conmemorará el próximo 13 de mayo de 2023. El botón que cierra el cuello rememora la clásica insignia del escudo primigenio de la sociedad Athletic Club, en la temporada que se recordará el 120 aniversario del Atlético de Madrid.
La parte trasera también esconde algunos guiños importantes a la historia del Atlético de Madrid, como son las alas rojiblancas que recuerdan al Atlético- Aviación y el dorsal de la “contracamiseta” es el número ocho, que grandes jugadores del Atlético de Madrid han lucido con personalidad en su uniforme, trazando rectos los renglones de su historia.
El número ocho
Luis, máximo goleador histórico y emblema del Atlético de Madrid, fue el número ocho. Pero otros también lo fueron. Así, el 12 de septiembre de 1948, Antonio Vidal, integrante de la “delantera de seda”, lució por primera vez el dorsal número ocho en una camisola del Atlético de Madrid.
Ben Barek, componente de la “delantera de cristal”, con el ocho a la espalda, anotó el gol del empate en el último partido de Liga contra el Sevilla, el 22 de abril de 1951, y al Atlético de Madrid se proclamó campeón de Liga.
Javier Irureta, con el número ocho en la rojiblanca, empató la final de la Intercontinental que Adelardo, el jugador que más títulos ha conquistado con el Atlético de Madrid y que también portó el ocho en alguna ocasión, levantó en un abarrotado Manzanares.
La primera “bicicleta” que se vio en un campo de fútbol español la realizó, con el ocho a la espalda, Joao Leiva “Leivinha”.
De los diez títulos de campeón de Copa conseguidos por el Atlético de Madrid, nueve de ellos se lograron en el estadio de Chamartín, como aquel 27 de junio de 1992 en que Schuster anotó un magistral gol, también con el ocho a la espalda.
Despedimos a Raúl García en el Vicente Calderón, con el mismo dorsal que en alguna ocasión lucieron Gabi o Simeone, el número ocho.
El número ocho se asocia a la fortaleza y a una gran personalidad. Valores que no solo abanderan a los jugadores que han lucido la elástica rojiblanca, sino que representan a la afición del Atlético de Madrid, que se mantiene fuerte y firme ante la adversidad.