El abandono de buque es, quizás, el ejercicio más importante de una dotación a bordo a la hora de afrontar cualquier incidencia susceptible de ordenar de manera inmediata el desalojo de la nave. Para ello, todo el personal debe de estar perfectamente adiestrado en el cumplimiento de la metodología a seguir, establecida en el Libro de Organización del barco y que incluye dos tipos de abandono de buque: el controlado y el urgente, ordenados ambos por el Comandante, bajo la supervisión del Segundo Comandante.
En el caso del BAM “Audaz” (P-45), que navega por primera vez en el Mar Mediterráneo en demanda de su base estacional, Cartagena, realizó ayer un entrenamiento de estas características, que fue valorado positivamente por los mandos al término del mismo.
En este sentido, cabe señalar que el abandono de buque contempla una fase de preparación y otras tres fases de ejecución. Así, existe un primer mensaje de abandono que se transmite para informar al mando de una emergencia a bordo al tiempo de solicitar ayuda. La información pasa por varios aspectos: situación, naturaleza de la emergencia, necesidades tales como pedir un remolcador, helicóptero con vigas para apuntalamiento, etc, y finalmente, observaciones referidas, entre otras, a tiempo estimado.
El segundo mensaje sirve para trasladar al mando orgánico la destrucción o inutilización de equipos sensibles. El tercer mensaje refiere la comunicación del abandono del buque en el punto donde se encuentre, personal y medios en el agua (balsas en el agua, número de personal por balsa, etc) y datos meteorológicos en zona encaminados a facilitar la búsqueda a los medios de rescate y saber el tiempo estimado de supervivencia.
Dentro del Manual de Doctrina de Maniobra y Navegación sobre abandono de buque, este recoge los medios disponibles ante un naufragio y que en el caso concreto del BAM “Audaz” no son otros que ocho balsas inflables dispuestas en cubierta, que permiten que todo el personal del buque lo abandone por una única banda, aunque este no es el procedimiento estándar. Además, las balsas dispuestas en la cubierta de vuelo permiten su transferencia de un costado al otro. Por otra parte, el buque dispone de dos embarcaciones RHIB con capacidad para 18 personas cada una. En caso de llevar helicóptero embarcado, también se puede contar con éste como medio de salvamento secundario, aunque existen condicionantes que puedan aconsejar o desaconsejar su uso. Además, el navío dispone de medios adicionales de salvamento: chalecos salvavidas, aros salvavidas, sistemas respiratorios y trajes de inmersión.
Control y Salvamento
De otro lado, el equipo de Control y Salvamento es un grupo reducido de dotación que permanece a bordo del buque para efectuar las últimas acciones necesarias antes del abandono. El equipo está compuesto por los siguientes grupos:
-Grupo de Puente: Se reúne en el puente y controla la ejecución del abandono de buque.
-Grupo de Cubierta: Se reúne en Cubierta de Vuelo, supervisa las acciones de las estaciones de abandono y realiza las maniobras de cubierta necesarias.
-Grupo de Máquinas: Se reúne en la Cámara de Control Central y se encarga de mantener en lo posible la capacidad de propulsión y eléctrica del buque.
-Grupo de Seguridad Interior: Se reúne en la Cámara de Control Central y efectúa las labores necesarias de Seguridad Interior.
-Grupo de Sanidad: Se reúne en la Enfermería y se encarga de evacuar y atender a los heridos. Debido a las dimensiones reducidas de este grupo, es auxiliado por el grupo de cubierta en sus funciones.
Por último, el Grupo de Puente puede disponer del resto de grupos para las labores que considere oportunas.
Emergencia previa
A las 11 horas, un miembro de la dotación da la voz de alarma de impacto de contenedor flotante por la banda de babor. A continuación, desde el puente de Gobierno se dan las órdenes para que el grupo de intervención inmediata acuda a investigar lo sucedido. Simultáneamente, se ordena por el altavoz de Órdenes Generales pasar a la situación de Zafarrancho de Combate, situación de máximo alistamiento del buque.
La incidencia resulta ser una vía de agua en la Cámara de Bombas, situada en la zona de popa, a babor. Tras un período de “atacar” la incidencia, el buque simula no poder achicar –reducir la cantidad de agua entrante- lo que desemboca en la orden de abandono de buque.