El PSOE exigirá en el Pleno del Ayuntamiento de Lorca que se cumplan las medida aprobadas para reducir al máximo el riesgo de inundaciones. “Si volviera a llover de forma torrencial como lo hizo en aquel fatídico 28 de septiembre de 2012 se repetirían las mismas fatídicas consecuencias”. Esa es la “triste realidad” que sigue preocupando a los vecinos de las pedanías que se vieron afectados por la riada de San Wenceslao. Camino de seis años después, las diferentes Administraciones, todas ellas dirigidas por el Partido Popular, no han ejecutado “ni una sola de las medidas aprobadas, necesarias para mitigar al máximo el posible riesgo de inundaciones en nuestra comarca”.
Por ello, el PSOE volverá a llevar a Pleno municipal la exigencia de que las diferentes Administraciones “cumplan con lo prometido y solucionen la preocupación de los vecinos de Campillo, Torrecilla, Cazalla, Purias, Almendricos y el Esparragal”, ante el posible riesgo de que se repitan las mismas trágicas consecuencias que en 2012. No es la primera vez que los socialistas llevan iniciativas en este sentido al Pleno. Desde 2012 han sido “continuas” las reivindicaciones que los socialistas han impulsado para calmar esta preocupación vecinal.
La última y más reciente, fue la moción que el PSOE impulsó en el pleno de julio de 2017 para exigir el inicio de las obras de ampliación de desagüe de la rambla de Biznaga. Además, en sendas mociones, tanto en 2015 como en 2016, los socialistas elevaron a pleno iniciativas en búsqueda de las medidas que siguen sin ejecutarse y que, nuevamente, exigen.
Por ello, el PSOE exigirá al Alcalde que inste al Gobierno Regional para que dé comienzo a las obras de ampliación de los viaductos de desagüe sobre la rambla de Viznaga de las carreteras RM-11 (autovía Lorca-Águilas) y RM-621 (antigua carretera de Águilas), obra que se encuentra proyectada y adjudicada.
Además, instarán al Gobierno de España para que la Confederación Hidrográfica del Segura elabore un Plan Integral de Defensa Contra Avenidas, que incluya una memoria y la calendarización de actuaciones en base a su preferencia atendiendo a la protección primaria de la población residente y su sistema productivo.
Para los socialistas, al igual que para los vecinos, resulta “esencial” la construcción de presas de laminación de avenidas en la parte alta de las cuencas de las ramblas más problemáticas por los desaforados caudales que pueden llegar a generar (Nogalte, Béjar y Torrecilla). También la restitución de los cauces históricos y la creación de una red de drenaje natural que finalice en la rambla de Viznaga.
Anuncian que pedirán al Ayuntamiento de Lorca que, junto al Gobierno Regional, desarrolle una campaña institucional de sensibilización a la población local sobre el riesgo de inundación y las formas de actuar antes, durante y después de una inundación, especialmente entre la población escolar.
Además, los socialistas consideran “fundamental” velar por realizar una práctica urbanística “coherente y racional” donde se tenga en cuenta las especiales condiciones territoriales del área en lo que se refiere al riesgo de inundación. Actuaciones que pasan por la aplicación de usos del suelo y figuras de planeamiento, concesión de licencias y control exhaustivo en la realización de actuaciones en el dominio público y privado.
IU pedirá inversión en infraestructuras para evitar las inundaciones
Pedro Sosa, portavoz del grupo IU-Verdes, presentará la presente moción: Cinco años y cinco meses nos separan de la trágica riada del 28 de septiembre de 2012, conocida ya, en la dilatada historia de las inundaciones lorquinas, como “riada de San Wenceslao”. Lo peor, lo irreparable y lo más dramático, fue, sin duda, la pérdida de cinco vidas, dos ciudadanos de Lorca y tres de la vecina localidad de Puerto Lumbreras. Pero también tenemos que recordar en cifras el desolador balance de aquel desastre que tiene más de humano que de natural. Según las estimaciones que en su día hiciera el propio Ayuntamiento de Lorca, los daños ascendieron a más de 100 millones de euros, se vieron gravemente afectadas 300 viviendas y 260 granjas con “daños severos”, 200 toneladas de animales muertos y 10.000 hectáreas de tierras de labor.
Resulta desolador que quienes están llamados a corregir aquellos aspectos que convirtieron en desastre este fenómeno natural, sigan instalados en la teoría, que ya pusieron de relieve en aquellos días, que viene a achacar a la “excepcionalidad de la tormenta” los daños producidos, como si la torrencialidad de las lluvias no formase parte de nuestro clima y también de nuestra historia.
Además de la falta de control existente en materia de usos del suelo en las llanuras de inundación lorquinas, que en las últimas décadas no han parado de crecer en poblamiento y en algunos usos del territorio más allá del estrictamente agrícola, a lo que habría que sumar la impunidad con la que se realizan obras, se extraen áridos, se modifica sin pensar en las consecuencias de ello la dinámica natural de algunas ramblas de nuestro entorno, o se utilizan las mismas como vertederos de estériles, lodos o basuras, se está produciendo también un retraso más que evidente en la realización de aquellas obras dirigidas a la fragmentación, derivación y laminación de avenidas en aquellas zonas que más se vieron afectadas por la inundación de septiembre de 2012, entre ellas las llanuras inundables de La Torrecilla y Campillo.
Son varias las infraestructuras que destacan por su papel fundamental en la fragmentación de las avenidas. Los embalses de Puentes y Valdeinfierno siguen cumpliendo después de muchos años una función esencial, reteniendo el caudal del río Guadalentín en su curso alto. La derivación del Paretón en Totana, aguas abajo de Lorca, resulta vital para desviar hacia el Mediterráneo importantes volúmenes de agua que de otra manera acabaría inundando la ciudad de Murcia. Pero lo cierto, visto lo visto, es que además de un mayor control de ramblas y cauces, la cuenca del Guadalentín requiere con urgencia la ejecución de otras infraestructuras que, al calor del desastre de 2012, se anunciaron como inmediatas por los responsables de la CHS, pero que, a día de hoy, no sólo siguen sin ejecutarse sino que además el organismo de cuenca citado, haciendo honor a su reconocida opacidad, no ofrece ninguna información al respecto a las organizaciones vecinales y a las plataformas de afectados constituidas tras el desastre de 2012.
Entre esas obras necesarias estarían la construcción de presas de laminación de avenidas en las cabeceras de las ramblas; la construcción de una presa de derivación en la rambla de Béjar, que evite que todo el volumen de agua que arrastra en momentos de crecida acabe pasando y depositándose en la llanura inundable de La Torrecilla, lo que viene sucediendo desde que se ha alterado en los últimos tiempos la dinámica natural de esa rambla con la extracción descontrolada de áridos que provoca un desnivel evidente del lecho de la misma; y la realización de aquellas obras necesarias para aumentar la evacuación de aguas por los puentes de la autovía Lorca-Águilas y su derivación posterior al conocido como Puente del Vao.
En otro orden de cosas, aunque muy relacionado con la problemática expresada y con una afección evidente en la rambla de Béjar, creemos necesario plasmar en esta moción la denuncia que nos han trasladado los vecinos de La Torrecilla por el vertido de toneladas de lodo y plásticos procedentes de una balsa o pantano de regadío al Camino de Cabalgadores, junto al lecho de la rambla citada. Esa actuación, además de ocupar cientos de metros de dicho camino convirtiéndolo en un vertedero, supone otro factor más que contribuye a alterar peligrosamente la dinámica de la rambla de Béjar.
En virtud de lo expresado, proponemos al Pleno la aprobación de los siguientes ACUERDOS:
1.- Exigir a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), y al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a que proceda de inmediato a remover los obstáculos que impiden la ejecución de aquellas obras necesarias para la laminación, derivación y fragmentación de avenidas en la Cuenca del Guadalentín que afectan a las llanuras inundables de La Torrecilla y Campillo. Entre ellas la construcción de presas de laminación de avenidas en las cabeceras de las ramblas; la construcción de una presa de derivación en la rambla de Béjar, que evite que todo el volumen de agua que arrastra en momentos de crecida acabe pasando y depositándose en la llanura inundable de La Torrecilla y la realización de aquellas obras necesarias para aumentar la evacuación de aguas por los puentes de la autovía Lorca-Águilas y su derivación posterior al conocido como Puente del Vao.
2.- Exigir a la CHS a que, en el ejercicio de la función que tiene encomendada de administración y control del dominio público hidráulico, proceda a realizar las labores de policía de cuenca que le son propias en las ramblas de Béjar y Nogalte en la cuenca del Guadalentín, investigando y, en su caso, sancionando aquellas acciones que alteren la dinámica natural de los cauces citados. En este sentido y para esa finalidad el Ayuntamiento de Lorca pondrá en conocimiento de la CHS el vertido de lodos y plásticos realizado junto al lecho de la rambla de Béjar en el denominado Camino Cabalgadores.