La Junta de Andalucía destinará un presupuesto inicial de 229 millones de euros hasta 2020 a los nuevos programas de incentivos al desarrollo industrial y a la I+D+i empresarial, cuyas bases reguladoras se publicarán en los próximos días para abrir las convocatorias este verano. Las dos órdenes de ayudas, dotadas con 145 y 84 millones, respectivamente, estarán cofinanciadas al 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y sustituirán al actual Programa de Incentivos al Desarrollo Industrial y a la Creación de Empleo, vigente desde 2015. Su gestión se encomienda a la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía.
Entre las principales novedades, destacan en ambos casos la ampliación del tipo de proyectos y de beneficiarios subvencionables; el incremento de las coberturas sobre los costes totales; la especial ponderación de la creación y mantenimiento del empleo; la simplificación de los procesos de valoración y solicitud, y la introducción de la concurrencia competitiva para algunas ayudas en el ámbito de la innovación y la investigación. Asimismo, se incorporan cuatro nuevas líneas de apoyo para servicios avanzados industriales, transformación digital de las pymes, fomento de la I+D+i internacional e iniciativas empresariales colaborativas y estratégicas.
En cuanto a las condiciones generales que deben cumplir los proyectos, se exige la viabilidad técnica y económica, su realización en Andalucía y que no estén iniciados antes de la presentación de la solicitud. Además, tendrán que ajustarse a los criterios de selección de las operaciones aprobadas por el Comité de Seguimiento del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020.
La primera de las convocatorias, dotada con 145 millones de euros, corresponde al Programa de Incentivos para el Desarrollo Industrial, la Mejora de la Competitividad, la Transformación Digital y la Creación de Empleo, dirigido tanto a empresas y trabajadores autónomos con establecimiento operativo en Andalucía como, en algunos tipos de proyectos, a asociaciones y fundaciones empresariales.
Las ayudas, de carácter directo y no reintegrable, priorizan las iniciativas empresariales localizadas en espacios de innovación, las procedentes de la economía social y las promovidas por jóvenes, mujeres, parados de más de 45 años y doctores y egresados que regresan del extranjero. También se da preferencia a los ocho ámbitos de especialización definidos por la vigente planificación de la Estrategia Industrial de Andalucía 2020 y la Estrategia de Innovación de Andalucía 2020 (RIS3 Andalucía): movilidad y logística; industria avanzada vinculada al transporte; aprovechamiento sostenible de los recursos; turismo, cultura y ocio; salud y bienestar social; agroindustria y alimentación saludables; economía digital, y eficiencia energética y aprovechamiento de fuentes renovables.
Dependiendo del tipo de proyectos y con una mayor intensidad para los de las pymes, cubren entre el 15% y el 50% del coste total y pueden alcanzar hasta el 70% si se cumplen exigencias adicionales relativas a las citadas prioridades y a la generación de empleo indefinido, el grado de innovación, la utilización de media-alta tecnología y la creación de ‘spin off’ (empresas de base tecnológica surgidas de grupos de investigación).
Nuevos incentivos para pymes
Respecto al anterior marco de apoyo, se abren dos nuevas líneas de ayudas (transformación digital de las pymes y servicios avanzados empresariales), que se sumarán a las tres ya diseñadas para creación de actividad económica, mejora de la competitividad y proyectos generadores de empleo.
Los incentivos a la trasformación digital se destinarán a respaldar los proyectos contratados por pymes para mejorar la productividad y la competitividad con la incorporación de nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Cubrirán hasta el 50% del coste total, con un tope de 75.000 euros.
Por su parte, la línea de apoyo a servicios avanzados incluye ámbitos como gestión empresarial, diagnósticos, planes estratégicos, diseño, certificación, calidad, medio ambiente o prevención de riesgos laborales. Se incentivan proyectos con un mínimo de 6.000 euros de presupuesto en el caso de empresas y de 10.000 para los promovidos por asociaciones o fundaciones de carácter empresarial.
Las tres líneas restantes se mantienen, a grandes rasgos, como en ediciones anteriores. La primera de ellas, para creación de actividad económica, distingue entre proyectos de emprendedores (sociedades en constitución o de menos de dos años de trayectoria, con inversiones mínimas exigibles de 10.000 euros); pequeñas empresas (antigüedad de hasta cinco años y al menos 30.000 euros de presupuesto); medianas empresas con nuevo establecimiento (para iniciativas de más de 50.000 euros), y grandes empresas industriales con nuevo establecimiento, a las que se exigen inversiones mínimas de un millón de euros y la creación de más de cinco empleos indefinidos.
De otro lado, la línea de mejora de la competitividad respalda principalmente la dotación de bienes de equipo con un gasto inicial superior a 30.000 euros. En el caso de las grandes empresas industriales esta cifra se eleva también al millón de euros y se exige, además, la creación de al menos cinco puestos de trabajo indefinidos. El último de los cinco grupos de incentivos corresponde a los proyectos promovidos por pymes y que generan al menos un puesto de trabajo indefinido por cada 20.000 euros de inversión, con un mínimo de 40.000.
Ayudas a la I+D+i
Respecto al nuevo Programa de Incentivos para la Promoción de la Investigación Industrial, el Desarrollo Experimental y la Innovación Empresarial, su convocatoria estará dotada con 84 millones de euros hasta 2020 y respaldará proyectos tanto de empresas de todos los sectores como, en algunas tipologías, de centros públicos y privados de investigación. De igual modo, sus prioridades estarán en línea con las fijadas por RIS3 Andalucía.
La convocatoria incluye tres líneas. Dos de ellas son de nueva creación (Fomento de la I+D+i Internacional y Liderazgo en Innovación Abierta, Estratégica y Singular) y se suman a la ya desarrollada desde 2015 en el marco del anterior programa (Apoyo a la I+D+i Empresarial).
El primero de estos bloques de ayudas incluye apoyo económico y asistencia técnica a las empresas que presentan proyectos a convocatorias de ámbito internacional, mientras que el segundo hace referencia a iniciativas conjuntas promovidas por agrupaciones y asociaciones de empresas, así como a otras en colaboración con centros públicos y privados de investigación que pueden ejercer un efecto tractor sobre el resto del tejido productivo. En cuanto a la línea que continúa, de Apoyo a la I+D+i Empresarial, la principal novedad es la introducción de una nueva tipología de proyectos incentivables vinculados a la innovación en procesos y organización.
De acuerdo con las bases reguladoras que se publicarán próximamente, la convocatoria del nuevo programa también aumenta los porcentajes máximos de ayuda, especialmente para las pymes. En el caso de empresas de este tipo que se presenten a convocatorias internacionales, la cobertura puede llegar al 75% de la inversión total. Para el resto de incentivos, la horquilla es del 25%–60%.
Igualmente, por primera vez se incluyen entre las destinatarias de los incentivos a las agrupaciones empresariales con la participación de universidades, centros tecnológicos y otras entidades dedicadas a la investigación.
Finalmente, además de los incentivos directos, el programa introduce el régimen de concurrencia competitiva en los casos de las líneas de Apoyo de la I+D+i Empresarial y Liderazgo en Innovación Abierta, Estratégica y Singular. De acuerdo con ello, las solicitudes presentadas a una misma convocatoria se evaluarán conjuntamente, concediéndose la subvención en función de la valoración obtenida, hasta agotar las disponibilidades presupuestarias.