Juana Rivas, la mujer víctima de violencia machista a quien, incomprensiblemente, la justicia española obligaba a entregar a sus hijos a su verdugo en el día hoy se halla en paradero desconocido tras no incumplir la orden judicial por la que los menores debían regresar a Italia con el maltratador. La entrega debía realizarse a las 16.30 en el Punto de Encuentro Familiar de Granada. Juana no ha comparecido. Su abogada ha confirmado que ella también desconoce su paradero.
Para poder arrebatarle a sus hijos sin obstáculos la juez que dictó la providencia había solicitado la presencia en el Punto de Encuentro de los Cuerpos y Seguridad del Estado para que adoptaran las medidas que hicieran falta para garantizar que se cumplía el mandato judicial de quitarle a sus hijos a una víctima de la violencia machista y entregárselos al maltratador.
A lo largo de los últimos días se han producido reacciones por parte de los partidos políticos y de las asociaciones de la sociedad civil en las que se solicitaba que no se aplicara la sentencia. Ángeles Álvarez, portavoz socialista de Igualdad en el Congreso de los Diputados, pidió que «no se ejecutara la sentencia atendiendo a la recomendación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género firmado por todos grupos parlamentarios en el Congreso». La propia presidenta de la Junta de Andalucía expresó su apoyo a Juana Rivas «en su lucha por proteger a sus hijos. Los niños son también víctimas de la violencia machista».