La última semana Ciudadanos ha sido monotemática en sus comparecencias en los distintos medios de comunicación: Cataluña. Aunque en el aspecto propositivo han sido bastante menos locuaces. Inés Arrimadas calificaba ayer mismo a Puigdemont de mentiroso: “Puigdemont sabía que mentía prometiendo la independencia en 18 meses y ahora sabe que miente prometiendo el referéndum”. Insultos y desagravios hacia los independistas y defensa de la normativa actual. No busquen alguna propuesta tipo federalista en sus palabras porque no la encontrarán.
Así Albert Rivera apelaba al uso de los mecanismo judiciales para seguir en la senda de la prohibición del referéndum: “en vez de estar hablando todo el día del artículo 155, hay que evitar el referéndum con medidas jurídicas eficaces, como se ha demostrado porque ha quedado vacante el concurso para las urnas”. No quiere una Cataluña intervenida porque, entiende el dirigente naranja, que eso favorece el discurso de un Puigdemont que está agotado y superado por los hechos del día a día. Su solución una España que funciona, que aunque no explique que es debe ser la cura de todos los males. “La España que funciona es el único instrumento que puede servir para que deje de haber independentistas” afirmó Rivera.
Begoña Villacís también se sumó al coro catalán, olvidando por un momento que es concejala de una urbe en medio de España, y apuntó que el procés no es más que “una cortina de humo para no hablar ni del paro, ni de las listas de espera en Sanidad, ni de la corrupción de Convergència”. Así que ERC y la CUP, para la dirigente madrileña, son cómplices de encubrimiento. No debe escuchar las declaraciones sobre el 3% y los Pujol de los dirigentes de la izquierda independentista y cómo los propios catalanes son conscientes de la podredumbre existente en el PDeCAT, aunque se hayan cambiado el nombre.
Como se observa ninguna propuesta alternativa. Porque si el gobierno aplica el artículo 155, que estaría en su derecho como defensa de la soberanía del Estado, les parece mal. Si el PSOE propone un modelo federal donde encaje Cataluña, también. Y si lo que propone Podemos…, propongan lo que propongan no les gusta a priori. Ni diálogo, ni nada que se aleje de sus propósitos: elecciones catalanas y gobernar ellos mismos. Porque esa es la aspiración máxima de Ciudadanos, gobernar Cataluña. El resto les da lo mismo. De esta forma cumplen con los deseos de sus fundadores monetarios y políticos, el Ibex35 y la patronal catalana.
Arrimadas cada vez que aparece en televisión, radio o en periódicos siempre insiste en lo mismo “elecciones, elecciones, elecciones”. No tiene otra palabra en la boca. Lleva así desde hace más de dos meses sin que el “malvado” president le haga caso. El viernes se sumó a la teoría de las elecciones catalanas el jefe de filas. Rivera entiende que después del 1 de octubre tiene que haber “elecciones autonómicas para escoger a un gobierno legítimo y democrático que respete a todos los catalanes y con el que se pueda hablar de financiación y de una posible actualización de la Constitución”. Para apoyar esta tesis se llevó a Josep Piqué (ex-ministro del PP), a Javier Rojo del PSE y a Gabriel Elorriaga del PP. Vamos el pensamiento más progresista respecto al nacionalismo y su encaje constitucional. Le faltó algún general de división.
El domingo cogió el turno Villacís pidiendo “urnas para celebrar elecciones autonómicas”. El lunes Arrimadas: “el próximo capítulo democrático en Cataluña sean elecciones autonómicas con urnas de verdad, con censo y con garantías para cambiar de gobierno y no de pasaporte”. Pero lo importante, lo realmente importante para el futuro de Cataluña es que gobierne la formación naranja. Así la portavoz municipal de Madrid afirmó que “cuando haya urnas de verdad en Cataluña pedimos al apoyo del resto de partidos constitucionalistas a Inés Arrimadas para construir una mayoría suficiente que ponga soluciones a los problemas de los catalanes”. Son los demás los que deben plegarse a Ciudadanos para acabar con el independentismo catalán.
Las encuestas catalanas muestran un alarmante descenso del PDeCAT y una estabilidad de Ciudadanos como primera fuerza política de la oposición. Pero también indican que lo perdido por unos lo ganan otros dentro del bloque independentista. Existe un equilibrio de bloques que se mueve por muy pocos puntos. Pero eso no desanima a Rivera para afirmar que “Inés Arrimadas es una magnífica candidata a aglutinar una mayoría alternativa porque es moderada” o “si PP o PSOE no son presidentes de la Generalitat, apoyen a Ciudadanos si queda como primera fuerza constitucionalista en Cataluña” o que “PP y PSOE sean responsables y ayuden a configurar un gobierno encabezado por Inés Arrimadas para poner fin al proceso separatista que es agotador para la mayoría de catalanes y, además, está agotado”.
La salvación de Cataluña está en que Inés Arrimadas es moderada, esto es, gatopardiana, y que gobierne Ciudadanos. No exponen los porqués para que PP o PSC les apoyen. Ser constitucionalista es el único motivo. Lo que sucedió en Euskadi, y que ha acabado matando al PSE, se quiere repetir en Cataluña. Dividir a la sociedad en dos bandos diferenciados. Menos mal que tanto los comunes como Podemos y PSC no están por la labor, y sin todos ellos, sí todos, no es posible gobierno alternativo. ¿Se atrevería Rivera a pactar con Pablo Iglesias? Ya amenaza Arrimadas: “Los partidos constitucionalistas tendrán que decidir si apoyan a Ciudadanos o dejan que gobierne Esquerra Republicana”. Sólo por ver la cara de Rivera cuando nombrasen a Rufián President algún partido se lo plantearía.
En esto como en otros aspectos de la política nacional, Ciudadanos se maneja con eslóganes vacíos y apoyo a todas las causas que les beneficien. En Cataluña añaden que el apoyo de la patronal catalana y las fuerzas exteriores que controlan España les apoyan completamente y antes que al PP de Albiol. Por eso se crecen pidiendo elecciones y que les apoyen, aunque siguen el juego de los independentistas de querer dividir el espectro político y social entre unos y otros. Malos y buenos, cuando existen muchos, muchísimos matices. Matices que son incapaces de discernir en Ciudadanos, sólo ven el naranja.