Existe un terrible y alto grado de toxicidad política que estalló la pasada semana en el Parlamento entre el Ministro Borrell (PSOE) y el parlamentario Rufián (ERC), también entre Rivera (C’s) y Tardá (ERC) con insultos, expulsión y malos modos que demuestra el grado de tensión alcanzado. El Gobierno se siente insultado por la derecha radicalizada de Casado, Rivera y el independentismo de Rufián, que utilizan una verborrea muy radicalizada y provocadora que tensiona del conflicto de Cataluña.
La dialéctica cruzada, con las descalificaciones de unos a otros, llamándose “golpistas y fascistas” elevaron aún más la tensión. No me agradan esos modales por lo que prefiero iniciar hoy el debate sobre la toxicidad medioambiental que pienso es más importante pero que pasa a segundo plano ante el apremio de la “cultura de la humillación” que continúa avasallando a la ética y a la educación.
El nuevo Gobierno del PSOE liderado por el compañero Pedro Sánchez presenta propuestas en varios aspectos, creando el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera que encuadrará varias áreas como Cambio Climático, Medio Ambiente y Energía. Los ecosistemas más necesarios del planeta están sufriendo daños que amenazan de forma importante su integridad, pero el anterior Gobierno de Rajoy, aconsejado negativamente por “su primo”, despreció esta importante cuestión. Como sabemos, el motor de la actividad económica capitalista es la lucha por el máximo beneficio para unas pocas multinacionales en detrimento de la población, aunque nuestro medio ambiente sigue convirtiéndose en un peligro contra la salud de la humanidad y ese modelo capitalista depredador está afectando gravemente a la Naturaleza.
Más del 80 % de la población piensa que el Cambio Climático es un serio problema y solamente entre del 2 al 3 % consideran que es exagerado o que ese problema no existe, como declaran Trump y casi todos los líderes de las Derechas, sean extremas o moderadas. Esos representantes de las multinacionales capitalistas, que buscan solo sacar más beneficios para sus banqueros y multinacionales hacen como que ignoran lo que se viene debatiendo ampliamente sobre este problema de la contaminación.
Existe un amplio consenso científico que el clima global se está viendo alterado de forma acelerada, agudizándose esa alteración desde el siglo pasado, entre otras cosas por el incremento de concentraciones de gases de efecto invernadero, tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y los clorofluorocarbonos (CFC).
Aunque las grandes empresas del sector energético dicen estar de acuerdo con reducir las emisiones contaminantes, salieron a la prensa pidiendo a Pedro Sánchez cautela en sus planes de transición energética que pretende cambiar el parque automovilístico a motores eléctricos, eliminar el impuesto al Sol y otras mejoras. El Lobby Energético pide “prudencia, realismo e inteligencia” que equivale a expresar su oposición a los cambios necesarios y es un aviso del frenazo que impondrán al Gobierno.
Los grupos ecologistas vienen afirmando que los cambios en el patrón de las emisiones de gases, ya están produciendo desde hace tiempo importantes alteraciones en los ecosistemas globales, que están yendo en aumento y necesitan medidas urgentes antes de que sea demasiado tarde.
Existen controversias e incertidumbres con respecto a los ritmos del Cambio Climático Global y las respuestas de los ecosistemas, pero la tendencia global es que se puede traducir el proceso en un desequilibrio medioambiental y económico, que afecta ya a países que dependen fundamentalmente de recursos y de su importación de energías fósiles, que son explotadas vorazmente por la especulación capitalista de “Las siete hermanas multinacionales petroleras”, que actúan sin control y suben el petróleo a placer, incrementando su precio del barril de la OPEP un 13,76 % en los últimos doce meses.
Según la FAO existe la capacidad, con la tecnología actual, para producir energías limpias y abastecer a 15.000 millones de personas en el mundo y en la actualidad la humanidad está en torno a los 7.500 millones. Planificando la economía se podría alimentar a casi el doble de la población mundial actual, ¡¡sobran recursos y alimentos que se destruyen¡¡ para que no bajen de precio, mientras en torno a mil millones de personas pobres en el mundo no tienen acceso ni a agua potable, ni suficiente alimentación, pero no se invierte en resolver esos problemas flagrantes, porque el capitalismo “productor de sus crisis”, las aprovecha para acumular cada vez más riquezas para ese 1 % de los ricos mientras el 99 % se sigue empobreciendo.
El fuerte avance que experimentan las nuevas tecnologías, la ciencia, la robótica y la producción, está ligada al desarrollo de las fuerzas productivas, a la manera en que los seres humanos organizan el trabajo y cómo puede utilizar los excedentes de las riquezas creadas por la fuerza de trabajo asalariado, fuente de todo valor.
Pero bajo el capitalismo, la burguesía se dedica a abaratar los costes de producción, basándose en ataques a los niveles de vida de la clase trabajadora e incrementa sus ritmos de explotación, para así conseguir más beneficios en el menor corto plazo posible y consiguen ganar cada vez más, dedicando sus capitales a la especulación o al atesoramiento y con disminución de los procesos de producción real que es donde se crean los puestos de trabajo.
El capitalismo ha acumulado inmensas cantidades de dinero, con lo que llaman “ingeniería financiera”, especulando en bolsa, vendiéndose y comprándose dinero como si fuesen estampitas entre colegiales, pero al final ese dinero ficticio, fiduciario, irreal, se convierte en burbujas, que explotan como pompas de jabón y son las que agudizan las crisis económicas mundiales que son ahora de carácter estructural y no coyunturales como en épocas anteriores.
Cuando llegan las crisis, los capitalistas optan por bajar los niveles de producción, creando paro, o acaparan alimentos aumentando su precio, o modifican al alza el precio de la energía que la controlan a través de sus “oligopolios”, así que sube el precio de los alimentos escaseando y produciendo hambrunas y miserias, que a veces se agravan espoleadas por sus guerras y sus saqueos permanentes por las multinacionales, afectando a países menos desarrollados.
La especulación con los alimentos representa un crimen contra la humanidad, pues disminuye el poder adquisitivo de los pobres, creando crisis y escasez alimentaria que provocan mortandad, migraciones forzosas y catástrofes entre poblaciones que huyen despavoridas de la miseria y la guerra. Luego vemos cómo se maltrata a los migrantes y asilados que son retenidos en las fronteras, tanto de Europa, como de EEUU y demás países ricos, cuando los Gobiernos de esos países son los responsables de estas situaciones inhumanas.
Además, pese a que los capitalistas se reúnen en Cumbres como las de París 2015, Marrakech 2016, Bonn 2017, Katowice 2018 y el año que viene 2019 en Nueva York, para estudiar las medidas contra el Cambio Climático, nunca cumplen con sus compromisos cuando decían al principio aquel justo lema de “el que contamina paga”.
En cada conferencia, la lucha entre partidarios de las energías limpias, mayormente la ciudadanía, contra los defensores de las nucleares y energía contaminantes, que representan al Capitalismo es brutal. Existe una lucha implacable de intereses, que son defendidos por grandes empresas eléctricas responsables del abastecimiento, (que deberían estar en manos públicas y no privadas) impidiendo o entorpeciendo la producción de otras formas de energías limpias, como la solar, eólica, mareomotriz, geotérmica, hidráulica y otros descubrimientos que están frenados por intereses privados, como la FUSIÒN nuclear limpia, que podría sustituir a la FISIÓN atómica contaminante, pero que se les derrumbaría el tinglado de los abusos a ese capitalismo corrupto e inhumano.
Algunos descubrimientos científicos se ven frenados o retardados por el choque que representan los intereses de las multinacionales con los de la ciudadanía. Por ejemplo, existe un nuevo descubrimiento de las llamadas “hojas sintéticas” para producir oxígeno que podrían mejorar el Medio Ambiente de las grandes ciudades que padecen una contaminación insoportable para la población.
Según los científicos, los inclementes cambios climáticos y la pérdida de grandes masas de “manto verde” sobre el planeta Tierra han preocupado durante muchos años a los ambientalistas en la necesidad de investigar sobre una solución para aumentar la producción de oxígeno porque siguen incrementándose los niveles de carbono en la atmósfera, con pocos resultados porque la clase dominante no le interesa invertir suficientemente en esa línea de investigación, por las presiones de los lobbies petroleros.
“”El empeoramiento de las condiciones de vida de la población mundial es patente, sobre todo, en las poblaciones más empobrecidas por la rapiña del capitalismo, profundizadas por las recesiones que lanzan a la pobreza y al hambre a millones de seres humanos, con una situación de degradación del medio natural, con la contaminación de los mares y ríos que afectan a los recursos hidrográficos, la amenaza nuclear, las emisiones descontroladas de CO2, la deforestación y destrucción consciente de los bosques, unido a la utilización constante de pesticidas y contaminantes en la producción agrícola, están llevando a la humanidad al borde de la desaparición como especie y padecimiento de hambrunas terribles. (Pag. 2 de la Revista Cambio Climático. Memoria de la Conferencia de I.S. celebrada en 2010 en Torremolinos) .
Muchos de esos problemas podrían estar superados. A nivel científico hay estudios por una parte de los investigadores apoyados por sectores de izquierdas y progresistas junto a ONGs, que han empezado a zafarse de las presiones de los lobbies y han podido alcanzar el descubrimiento de las “hojas artificiales”, hechas a base de fibras de seda natural, a las que simplemente se les adicionan cloroplastos de origen vegetal potenciados en laboratorios, para que se encarguen de producir los procesos de fotosíntesis, generando oxigeno natural. El potencial de este descubrimiento es inmenso y con mucho futuro, porque hasta ahora, los prototipos son todavía limitados, pero todo indica que fácilmente, con Gobiernos audaces, de izquierdas y progresistas, podrían crearse grandes mantos provistos de la capacidad de estos importantes descubrimientos, lo que podría representar en el corto plazo, un alivio para la humanidad, siempre y cuando vayan acompañados con apoyo presupuestario a las líneas de investigación que avancen hacia la superación de las trabas que el propio capitalismo ejerce en la actualidad.
La propia naturaleza y el funcionamiento del sistema capitalista impiden dar soluciones definitivas a los problemas sociales y medioambientales por lo que un cambio de modelo de sociedad es más necesario que nunca, para frenar el Cambio Climático, debido entre otras cosas a las contradicciones, a los conflictos de intereses entre los propios capitalistas y éstos con la clase trabajadora, que se podrían agravar con la nueva crisis que se aproxima en la economía mundial si no se toman las medidas adecuadas.
Algunas corrientes socialdemócratas y el ecosocialismo de izquierdas consideramos que la manera de avanzar hacia una alternativa, es la lucha por una sociedad libre de toda opresión, donde la producción esté planificada democráticamente por la propia clase trabajadora organizada con un Gobierno fuerte de las izquierdas, para acometer estas cuestiones sociales que afectan a la humanidad. Para ello, la economía, la política, las organizaciones sociales y sindicales, deben ser verdaderamente democráticas y no pueden seguir el modelo actual que existe, cuyo objetivo es aumentar constantemente los beneficios de una minoría que son los capitalistas al servicio de las multinacionales, sino que hay que cambiar la orientación y empezar a producir para satisfacer las necesidades de la mayoría abrumadora de la población. Mayoría compuesta por la clase trabajadora, los pobres, la juventud, los pensionistas y las capas medias empobrecidas por las crisis del modelo capitalista que ha comenzado su declive y necesita un cambio que solo podrá venir de tu compromiso y el de cada persona, en las luchas sociales y votando a la izquierda. ¡¡Tú decides¡¡