Si utilizan con frecuencias las redes sociales habrán podido comprobar que existe un debate, en el seno de la izquierda, entre feministas y queer que se dicen feministas. Un debate que, es muy probable, no acaben de entender porque desde el lado que, simbólicamente representa Podemos, se acusa a las feministas de estar contra las mujeres transexuales (que no es lo mismo que transgénero). Planteado así es normal que ustedes, que puede carezcan de formación para un debate tan conceptual, acaben señalando a las feministas y al PSOE de vulnerar los derechos de esas personas trans. Mentira inducida por todo el andamiaje queer para imponer su visión idealista e irreal con altas dosis de moralina. Las feministas o el PSOE no están contra las mujeres transexuales (los hombres transexuales no existen en esta dicotomía, lo cual es curioso porque son “mujeres” en transición), sino contra el borrado del significante “mujer” y de toda la lucha por la igualdad efectiva. Ya no habrá mujeres sino gestantes, personas con vulva o peneportantes. Y quien no esté de acuerdo con esta supuesta “autodeterminación de género” es cis, terf y demás insultos de la gran magufada neoliberal para acabar con el feminismo.
¿Qué quiere decir la autodeterminación de género y por qué eso ayuda a la ideología de Vox? Usted, si así lo desea mañana por la mañana, puede decidir que su condición material-sexual no se corresponde con lo que “siente”. Así, si es mujer puede pedir en el juzgado que le hagan hombre, sin necesidad de cambiar de aspecto y viceversa, si es hombre puede pedir que le hagan mujer. Esto supone, por ejemplo, que en los casos de violencia de género, esto es, violencia machista, el agresor con decir que se siente mujer y cambiar en el juzgado se libraría de las penas por violencia de género. Pasaría de un delito a una falta. No se le podría aplicar el agravante de machismo. Esto que puede sonar estrambótico, pero es real como pueden comprobar con esta noticia, acaba dando la razón a Vox y su negacionismo del género como fuente de desigualdades. En la ultraderecha, y en buena parte del PP, no se olvide, hablan de violencia doméstica, de peleas entre cónyuges, negando la estructura patriarcal que es la base de la violencia machista. Ahora al cambiar de hombre a mujer, ya no hay violencia machista sino doméstica porque son dos mujeres peleando, aunque en realidad es un hombre, con mentalidad de hombre (y algún problema psíquico) que escapa de la Justicia gracias a Podemos. En general ya no se puede hablar de violencia machista porque gracias a la legislación que quiere implantar Irene Montero desde el ministerio de Igualdad, el género al ser sentido el voluble, etéreo e inexistente en realidad. Miles de machistas pidiendo ser mujeres para quedar exonerados de sus actos machistas.
Aquí no hay hombres que buscan “transicionar” hacia mujeres, con todos los atributos femeninos si pueden, hay personas que sienten y por el mero hecho de sentir cambian de un lado a otro. Es más, en el colmo de los casos pueden pedir ser niñas de seis años y querer tener novios de su edad: ¿se encubre de esta forma la pedofilia? Alguien que es gay o lesbiana lo es por sus preferencias sexuales y es un derecho que nadie les recrimine o discrimine por ello. Son hombres y mujeres que tienen unas preferencias sexuales, como las bisexuales o las hetero. No se habla de eso, aunque tal y como han salido algunos colectivos gays pudiera parecerlo. En este caso más bien están buscando aprobar los vientres de alquiler y mediante el borrado de la mujer poder conseguir explotar a las mujeres y obtener hijos genéticamente suyos. Porque, como dicen, es un privilegio de la mujer poder tener hijos y que los hombres no puedan, por eso reclaman el derecho a explotar a una mujer y quitarle ese privilegio exclusivo. Todo esto acaba dando la razón a la ultraderecha, no sólo por las diferentes magufadas, sino porque sirve para que su posición ideológica vaticanista acabe triunfando. Y en todo este lío, como se advirtió anteriormente, ¿dónde están los hombres trans? Ocultos porque parece que no interesa cuando una mujer “transiciona” a hombre. Al final acaba siendo un hecho de misoginia más todo este jaleo porque se centra en las cosas del hombre.
No sólo es el cambio sexual por el mero sentimiento, algo que no ha sido vivido por muchísimas mujeres trans como algo placentero a lo largo de los años (bastante sufrimiento han padecido), sino volver a actitudes típicamente reaccionarias como promueven desde el ministerio de Igualdad. Tras años de defensa del intercambio de roles de género, esto es, de lucha para que los juguetes o las actitudes hacia ciertas profesiones no tuviesen un alto componente de género, ahora desde el mundo queer podemita vienen a desmontar todo eso y volver a resignificar los juegos y juguetes como propios de niñas y niños. Si a un niño le gusta jugar con cocinas, nos dicen desde el ministerio, que eso significa que es una niña en un cuerpo de niño y que por lo tanto debe transicionar. De ahí que, sin dictamen médico/psiquiátrico, se le deba hormonar para que se produzca el cambio a lo que expresa. Todo el daño que se le puede hacer fisiológicamente no importa, está jugando a cosas de niñas y debe ser niña. Siendo igual de reaccionario lo que se va a decir ahora, ni gay le dejarían ser. Tiene que performar a niña. El problema es que hay padres y madres que están de acuerdo en ello sin percatarse que defienden en el fondo lo mismo que en Vox pero yendo más allá al obligar a un menor que carece de consciencia de su yo (como dice la ciencia psicoanalítica) a ser lo que otros piensan que debe ser. Volvemos a la Edad Media en que había juguetes y juegos unisexuales.
No crean que Podemos está solo en este tema, en Ciudadanos también hay, como no se podía esperar menos del cuñadismo populista, defensores de todo esto: de la desaparición del sexo y de los vientres de alquiler, especialmente. Aquí tenemos a un diputado Guillermo Díaz que hace una aportación con suma inteligencia y dice lo siguiente: “Dicen en Vox (y ahora en el PSOE) que el sexo es biológico. Se nace y punto”. Esta mente preclara de la biología nos descubre que las diferencias cromosómicas XX y XY son un invento de Vox y el PSOE, que el sexo no viene dado al nacer. Por cierto en el PP piensan igual, pero no lo pone porque tienen acuerdos de gobierno y no vaya a ser que… Mejora la cosa con las siguientes palabras: “La falacia naturalista negando todo lo que ‘no exista en la naturaleza’ debería llevarles a negar las leyes, las instituciones y España misma, puesto que no están en la naturaleza, sino en su superación”. Cuando en esta columna se pide que la representación política sea de normal para arriba es por cosas como estas. Esta persona es una inculta, no ha leído ni la fecha de caducidad de la leche que tomó ayer. El PSOE, todo el feminismo y el 99% de las Ciencias hacen distinción entre lo natural y lo social. En el caso de lo referido al feminismo, se distingue la base material dada (el sexo) de la construcción social (el género). No hay naturalismo sino crítica de la construcción social del género que no es que sea superación de lo natural sino dominio de lo natural. Los ilustrados se mostraban contentos por haber logrado dominar a la naturaleza por el uso de la razón. Y si lo dice por alguna teoría del estado de naturaleza hobbesiana sólo decirle que es falsa, no ha existido nunca un estado de naturaleza. Lo interesante, más allá de la incultura demostrada, es que este tipo de pensamiento que niega la base material del ser humano se utiliza, al final, para acabar con la mujer, para borrarla, para devolverla a la oscuridad, de la misma forma en que el pensamiento vaticanista de Vox quiere hacer. “No existe violencia de género sino violencia sin más” dijo una diputada, lo mismo que permiten hacer desde Podemos, negar la violencia machista por los propios actos. Cualquier hombre machista que pegue a una mujer puede cambiar a mujer y librarse de la condena por machista. Esto por no hablar de la legalización de la prostitución que quieren implantar sectores podemitas. No sólo les ponen escapatorias cuando pegan a sus mujeres sino que les legalizan las putas para que vayan con su puro al prostíbulo a los de Vox. Muy español todo…