“Hasta la investidura” así de contundente (y poco democrática) se ha manifestado Adriana Lastra sobre el apoyo del grupo dirigente a nivel federal del PSOE a Susana Díaz. Una forma como otra cualquiera de señalar una fecha en el calendario para cobrarse la pieza codiciada y odiada. Las palabras de José Luis Ábalos indicando que debía igual dimitir la baronesa andaluza, que fueron rápidamente matizadas desde la ejecutiva, parece que no eran una cosa del ministro sino que es la voluntad de los miembros más activos de la dirección socialdemócrata. En cuanto pase la investidura, por lo que ha dicho Lastra, se pondrán manos a la obra contra Díaz.
El hecho ha sucedido durante la reunión de grupo parlamentario del PSOE que Lastra y corifeos querían liquidar en 15 minutos sin una sola referencia o debate sobre lo acontecido en las elecciones andaluzas. Ante esta situación Soraya Rodríguez y José María Barreda han solicitado la palabra para pedir alguna reflexión mínima de la dirección del grupo. Lastra ha respondido con algo así como “prietas las filas” y “todos los diputados y diputadas a apoyar sin rechistar al Gobierno”. Además les ha recordado que seguro que no hará nada que perjudique la territorialidad de España. Una respuesta que era salirse por peteneras y no afrontar lo que realmente querían debatir Rodríguez, Barreda y otros. Pero esa frase sobre el apoyo a Susana Díaz “hasta la investidura” les ha sentado a cuerno quemado, según ha recogido El Mundo.
Rodríguez ha señalado que las líneas rojas tenían algún valor, ese que la ejecutiva de Sánchez no quiso darles y que ahora se han vuelto contra los compañeros de Andalucía al no sumar los suficientes apoyos para lograr la presidencia de la Junta. Entienden Rodríguez, Barreda y Antonio Pradas que el tema catalán, o el tema España en sí, ha sido determinante, no tanto para que aumentase el apoyo a la derecha, sino para provocar la abstención de muchas personas. La diputada, además, le ha dado la vuelta a los argumentos de la Ejecutiva Federal al señalar que si el pacto con PP y Vox daña a Cs, por lógica el acuerdo con PDeCAT, ERC y EH Bildu perjudica al PSOE. El rostro de Lastra se desencajaba al escuchar estas y tornaba de cierta mala leche. Y le remató Soraya Rodríguez al decir que a Susana se la apoya siempre, “ahora y después” que para algo ha ganado las elecciones en votos.
Sobre este aspecto andaluz ha querido Pradas matizar las palabras de su compañera de escaño, recordando a la dirección federal que Díaz no quiso utilizar el tema España durante la campaña centrándose más en lo local para que no viesen algún posible tipo de crítica al gobierno del PSOE, algo que fue analizado y se situó como uno de los puntos negativos de su campaña y del abstencionismo provocado por la misma en estas mismas páginas. ¡Con lo que ella ha hablado contra los secesionistas! Así que, entienden desde Andalucía, ir ahora a segar el cuello de quien se ha comportado de manera militante con el secretario general es un tanto grosero. Y que quien ponga la soga al cuello (Adriana Lastra) de la dirigente andaluza sea una diputada que se abstuvo para dar el gobierno a M. Rajoy suena a chiste.
La abstencionista Lastra ha desvelado, tal vez sin percatarse, las intenciones de acabar con Susana Díaz a la primera de cambio. Si tras finalizar el 39° Congreso no tuvieron arrestos de presentar una alternativa, hoy parece que van a utilizar la vía “Tomás Gómez” con la secretaria general del PSOE-A o la vía de Europa para darle un acomodo mínimo. Se comprueba que no quieren a Díaz y no les importa saltarse la democracia interna si con ello se quitan a alguien que molesta de en medio. Emiliano García-Page y Javier Lambán ya saben que están en el punto de mira pero a diferencia de Díaz no se callan porque saben que se juegan sus territorios. Con el añadido de que a Page le están vaciando el Tajo desde el Gobierno por un interés partidista (apoyar a Diego Conesa). Así están las cosas dentro del PSOE, el cual parecía tranquilo pero que parece estar fermentando algo ¿el qué? Lo sabremos en breve.