Y la sorpresa, a medias, saltó en Francia. Como se preveía el presidente de la república francesa, Emmanuel Macron, no contará con la mayoría en la cámara de diputados. La plataforma macronista se ha quedado cerca de 240 diputados para un total de 577 y esto imposibilitará la estabilidad política. Tampoco será posible la fórmula de la cohabitación pues la izquierda francesa unida en Nupes ha obtenido poco más de 140 diputados y no podrá sumar con casi nadie más.
Los Republicanos (LR) han obtenido un resultado aceptable, después del fracaso en las presidenciales, y han obtenido algo más de 60 diputados. Otros partidos de derechas, ninguno de la Reconquista de Zemmour, han conseguido 9 diputados. Y otros partidos/candidatos de izquierdas 13 diputados. Lo normal sería que Macron acabase pactando con LR para tener cierta estabilidad en una especie de semi-cohabitación.
Jean-Luc Mélenchon, que se postulaba como futuro primer ministro, se ha quedado con las ganas, aunque la unión en Nupes ha conseguido reflotar, en cierto modo, a la izquierda francesa después de los malos resultados anteriores. Serán una oposición más populosa, pero oposición al fin y al cabo.
Quien sí que ha ganado bastante en estas elecciones ha sido el Rassemblement National de Marine Le Pen. De cinco ha pasado a casi noventa escaños, algo que han celebrado casi como una victoria. Porque para el RN lo es al tener una mayor presencia en la cámara de diputados y por las expectativas a futuras elecciones y cargos indirectos que lograrán. Le Pen ha dormido con una sonrisa en la cara, Macron no tanto. Aunque podría llamar a su amigo Sánchez para ver qué tal.