Curioso el comportamiento de un tiempo a esta parte del diputado por Almería y portavoz del Partido Popular, Rafael Hernando. De tener abandonada la provincia y sólo acudir a rendir pleitesía a Gabriel Amat, a aparecer como el sumo hacedor del AVE, que no será como se pidió y prometió, y del agua en Almería. En una reunión de trabajo con la patronal ASEMPAL y con la Cámara de Comercio almeriense, el portavoz conservador aseguró que se pediría a la Audiencia Nacional que autorice al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a pasar y poner en marcha la desaladora del Bajo Almanzora.
Como es conocido la desaladora está cerrada por mandato judicial debito a la Operación Frontino y los pagos de comisiones en Acuamed. Proceso en el cual Hernando atacó al PSOE, pero que calló en cuanto se supo que el principal implicado era Arcadio Mateo del Puerto, que había sido nombrado por Miguel Arias Cañete. Y no sólo eso, sino que el imputado había estado trabajando para el PP durante las campañas electorales de 2014 y 2015 haciendo sondeos electorales por medio de la empresa familiar Demoscopia y Servicios SL.
La desaladora del Bajo Almanzora, además de estar intervenida judicialmente, también se encuentra desde 2012 parada totalmente como consecuencia de la riada que la inundó e inutilizó. Por eso, dice Hernando, quieren ver los técnicos ministeriales en qué situación se encuentra para poder valorar los costes de reparación, que en un principio eran de 25 millones y que ahora el portavoz conservador valora en “mucho más”. Una vez tengan autorización de la Audiencia Nacional, se hará todo lo posible para ponerla de nuevo en funcionamiento. Tal y como les comentó Isabel García Tejerina en la reunión que mantuvo con el portavoz y Juan José Matarí.
En su debe cabe destacar que ésta es una petición que la sociedad almeriense y los partidos de la oposición llevan solicitando desde 2016, antes de que los regadíos del Alto Almanzora no tuviesen agua. Se intentó prever la situación, pero en esos tiempos el portavoz popular no tenía tiempo para dedicarse a la provincia y a las desaladoras. Por ejemplo, nada dice Hernando sobre la capacidad de sólo el 20% que vino desarrollando la desaladora de Carboneras hasta 2016 porque no había interés en utilizar mayor capacidad. O que la desaladora de Campo de Dalías prácticamente no funcionase hasta este mismo año. 624 millones de inversión que no se han querido potenciar hasta que le han visto las orejas al lobo.
Curiosamente, y en relación con el Almanzora, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, no ha querido ampliar el trasvase de El Negratín para dotar a los regadíos de agua. De esa agua que ahora no tienen al carecer de una desaladora funcionando. Eso sí, Amat ha subido, mediante la empresa pública Galasa, el precio del agua a la ciudadanía de la zona un 245%. Ante esto Hernando no ha dado explicaciones, ni respuestas contundentes.
Al problema de la escasez de agua, tanto la natural como la desalada, se suma que el Gobierno central, otra cuestión que calla Hernando, no ha querido subvencionar el agua de las desaladoras andaluzas, por tanto, las almerienses tampoco, como hace con las de otras regiones, y el coste es el mayor de toda España. De esta forma, los agricultores que quieren utilizar el agua desalada la están pagando a 0,50 céntimos el metro cúbico. Esto genera que prácticamente sea poco rentable la utilización de ese tipo de agua.
Ya lo expuso con claridad José Luis Sánchez Teruel, secretario general del PSOE de Almería, hace unos meses: “Las desaladoras son del Gobierno central y por tanto son ellos los que cobran el agua y solo ellos los que pueden no cobrarla o subvencionarla, sea cual sea la cuenca”. A ello se suma que, según las estimaciones hechas por la oposición, la desaladora de carboneras debería aumentar su capacidad en 10 hectómetros cúbicos para cumplir con la demanda real de agua de la zona.
También recuerdan desde el PSOE que no sólo se debe poner en marcha la desaladora del Bajo Almanzora (también conocida como Palomares) sino que hay que llevar a cabo una nueva canalización de la misma para que llegue a cubrir todas las zonas demandantes. Algo que no se encuentra en lo comunicado por Hernando, ni en las previsiones ministeriales.
También considera fundamental el secretario general del PSOE de Almería que el Estado incluya en los Presupuestos de 2018 un nuevo embalse en el Guadiana Menor, la Cerrada de la Puerta, que daría más capacidad a la cuenca y beneficiaría a los agricultores de Andalucía oriental, con una capacidad de unos 289 hectómetros y unos 51 millones de euros de inversión. Pero esto, que es una demanda política y civil, tampoco está en el listado de Hernando.
Respecto a la desaladora de Carboneras, cabe recordar que el 10 de septiembre de 2015 se produjo la firma del acuerdo de intenciones entre Acuamed, la Diputación Provincial y la comunidad de regantes Filabres-Alhamilla para llevar a cabo el estudio de viabilidad del proyecto para la construcción de la conducción de agua desde Venta del Pobre a Campo de Tabernas. Lucainena de las Torres, Sorbas, Turrillas, Tabernas y Uleila del Campo serían los municipios beneficiados de esta iniciativa, localidades que actualmente tienen problemas para el abastecimiento de agua. Pues Rafael Hernando no le ha dicho nada a Gabriel Amat sobre la necesidad de ejecutar ya el acuerdo para suministrar agua al campo de Tabernas.
No es el portavoz el único culpable del alto precio que se paga, y que los regantes del Almanzora pagarían, por el agua desalada. Como reconocen los socialistas: “Amat ha callado y tragado ante la injusta decisión de Rajoy de que el agua desalada sea más cara para los agricultores almerienses si procede de desaladoras de Almería que si proviene de desaladoras de fuera de Andalucía”. Un cúmulo de dejación de funciones que, ahora, el portavoz conservador, el mismo que llamaba hienas a los periodistas, pretende arreglar haciéndose la foto. Pero, como sucede continuamente, no ha ofrecido la verdad completa a sus interlocutores, ni se preocupa realmente del problema del agua en Almería.