De la misma forma que nuestro héroe Indiana Jones encarnado desde los años 80 por el mítico Harrison Ford, buscaba afanosamente su arca perdida por medio mundo, en nuestra comarca echamos de menos la floreciente industria que vimos crecer, nos alimentó y que como una gran pérdida para todos, hemos visto agonizar e ir muriendo sin casi darnos cuenta.
Nuevo descenso a partir de 1975 asociado a la crisis de crecimiento continuando su declive desde los 80/90 hasta nuestros días.
Las estadísticas de los últimos 20 años indican claramente que las industrias y fábricas que constituían un próspero sector secundario y que antes generaban miles de empleos en nuestra ciudad van en detrimento y degradación de la misma forma que el sector primario, ganadería y agricultura en favor de otros modelos productivos como el sector terciario de servicios, cuaternario…
Casi sin darnos cuenta nos quitaron de las manos nuestra cementera Holcim, afectada por el grave reventón de la burbuja inmobiliaria, una industria que comenzó su andadura en 1.967 y que daba empleo fijo a más de 200 personas y a otros 80 puestos de ocupación por parte de empresas de servicios auxiliares, una compañía que solo en electricidad consumía mensualmente unos 240.000€ y gracias a la cual cientos de lorquinos organizaron sus vidas, criaron a sus hijos y dieron riqueza a nuestra Lorca.
De igual manera que lo hicieron las numerosas fábricas de curtidos que desde 1970 y hasta recién entrado el año 2000, empleaban a cerca de unas 2.000 personas que se han quedado reducidas a menos de la mitad en las últimas dos décadas con el consecuente perjuicio para toda la economía lorquina, comercios, servicios, hostelería, automoción, etc, etc.
Pero ante estos datos que nos muestran que el camino industrial en Lorca está lleno de piedras y es muy costoso seguir andando, ¿qué podemos hacer, buscar nuevas oportunidades o tirar la toalla?
Yo opto por buscar nuevas oportunidades, aprovechando las que surgen de la industria que ha pasado a mejor vida, reutilizándola en nuevos proyectos e incentivando a quienes se atrevan a aprovechar de estos chollos inmobiliarios que a la vez podrían ser también chollos fiscales que a los empresarios les importa y mucho a la hora de decidir nuevas ubicaciones para su crecimiento empresarial.
En nuestra Lorca, debido a la historia de la industria del curtido que tantas buenas empresas y miles de empleos generó desde los años 70, 80, 90, 2000, quizás deberíamos pensar en la creación de un equipo negociador municipal para encontrar fórmulas para atraer la inversión de la industria del calzado y anexas, aprovechando la infraestructura industrial que se está quedando abandonada en los distintos polígonos industriales.
El Alcalde, como líder de este equipo de responsables municipales y como gran conocedor de este sector tan degradado, deberían buscar y negociar con empresas nacionales e internacionales y sentarse con los bancos que han embargado muchos de los bienes y naves existentes para que previo acuerdo de las partes, se puedan reutilizar por estas empresas que pudieran estar interesadas en implantarse aquí, ofreciéndoles incentivos fiscales, realizando concesiones con carencia inicial a las que se consoliden y creen empleo industrial, estable ofreciéndoles las rebajas y exenciones de tasas e impuestos que fueran legalmente aplicables.
Instalaciones de la Ciudad de la Automoción, que ha sido recientemente abandonada por la última empresa que operaba allí, el concesionario oficial de Range Rover, Jaguar, Kia y Nissan que desde este verano operan en las antiguas instalaciones de Lorca Import, que han sido completamente reconstruidas por la empresa PREMIUM LORCA S.L.
De esta forma podrían volver a la vida polígonos como Serrata, Ciudad de la Automoción, y otras áreas industriales donde se ubicaban antiguas fábricas textiles como Bertrand, entre otros.
Si se consiguiera implantar el sector del calzado en nuestra comarca, un sector que ahora está de nuevo resurgiendo y en auge en la zona norte de nuestra región sobre todo en Caravaca y que ha sido un motor imprescindible en la economía de regiones cercanas como Alicante, en poblaciones como Elche, Elda, Petrel, etc., es muy probable que por la cercanía con las industrias del curtido, de talleres mecánicos, electricidad, fabricación de bombos y otros oficios que viven y han vivido de esta industria durante décadas y gracias a las buenas comunicaciones que tenemos en ambos polígonos, seguramente crearía muchas sinergias con las empresas existentes y evitaría que algunas puedan desaparecer, ayudando a la creación de muchas más pequeñas empresas de servicios auxiliares.
Tenemos polígonos abandonados, solares disponibles, naves abandonadas, locales cerrados a cal y canto por toda la ciudad. Además, la mayoría de los bancos no saben cómo colocar este pasivo, que costaría mucho más deshacerse de él pues como dice el refranero, “cuesta más el entierro que la abuela”, debido a que demoler las instalaciones que están abandonadas sobre todo, porque en muchas existen techos de uralita, que necesitan numerosos trámites medioambientales y permisos necesarios gestionados por carísimas empresas especializadas en su desmantelamiento que hoy día las hace inviables.
Así que, porqué no sentar a las partes, negociar su dación a cuenta de ahorros fiscales, IBI, IAE, crear una cartera de potenciales inmuebles aptos y empezar a crear riqueza donde ahora hay miseria, localizando los aspirantes a ocupar dichos inmuebles y ofreciéndoles condiciones interesantes de forma temporal para que les sea rentable venir aquí en vez de irse a otra localización. Si nos empeñamos lo conseguiremos y estaremos dotando de una infraestructura industrial que será el futuro de nuestros nietos, los futuros lorquinos y lorquinas.
Culminar esta idea requerirá mucho trabajo y esfuerzo de un equipo de personas preparadas, con la persistencia y tesón necesarios para conseguir los objetivos marcados. No será tarea fácil aunque estoy seguro que empezando a caminar se conseguirán resultados óptimos a largo plazo.