El auge de los establecimientos de juego viene proliferando de forma muy preocupante. Potentes multinacionales copan las redes, la TV y otros medios con atractivos mensajes que fomentan la LUDOPATÍA.
Un ludópata podemos afirmar que es un drogadicto del juego de azar, es decir, un enfermo que necesita tratamiento, pues una vez atrapado en las redes de ese círculo vicioso, necesita ayuda para sanar.
El perfil del ludópata es un joven que se engancha en la actualidad al juego “on line” o a las innumerables casas de apuestas locales que han proliferado por todas partes.
Según la DGOJ (Dirección General de Ordenación del Juego) “solamente durante el tercer trimestre del año 2017 se registraban más de 700.000 usuarios en casas de apuestas y casinos “on line” autorizados”. El número de jugadores “on line” creció de 280.000 en 2013 a 830.000 en 2018 un aumento del 196 %.
El sector empresarial del JUEGO está alcanzando un volumen tan inmenso que drena la economía productiva a la vez que destroza la vida de muchas familias cuando algún familiar cae enfermo con esa patología.
Compiten las empresas multinacionales y locales con un nivel tecnológico muy avanzado entre el Sector Privado y el Sector Público, en detrimento de éste último, que nos hacían creer que tenía un objetivo redistributivo y social, como la ONCE o la Lotería Nacional, pero todo ha cambiado.
El dinero que circuló en el juego en 2018 ha sido de 41.829 millones de euros. La redistribución entre los que ganan y los que pierden se estima en un 77,5 % (34.421 millones €). El margen bruto para las empresas que organizan el juego legal es de un 22,5% de media (9.408 millones €). La ONCE reparte alrededor del 50 % de lo recaudado y la Lotería Nacional un 70 %, pero el juego privado aumenta exponencialmente mientras el juego Estatal o se estanca o disminuye. (Datos del Anuario del Juego en España 2018).
En compras de billetes de lotería, cupones de la ONCE, casinos, bingos, apuestas deportivas, de todo tipo, incluso apuestas asesinas con “Kamikazes en las carreteras”, etc, se mueven cantidades astronómicas, muchas de las cuales no pagan ni siquiera impuestos, como peleas de gallos y otros “deportes y competiciones ilegales”.
La proliferación del juego privado legal está descontrolada y desde 2015 a 2018 el juego privado legal ha creado 6.000 empleos, pero las consecuencias para la vida de muchos jóvenes y sus familias es irreparable, incluyendo las demás drogas.
Desde el punto de vista del socialismo democrático, que lucha por una nueva sociedad, esa problemática no es solo una cuestión individual, sino que representa un grave problema social que se ceba principalmente en los barrios más humildes, distorsionando la lucha contra el capitalismo y como ocurre en esta sociedad dividida en clases, no afecta por igual a una clase social que a otra.
Este modelo capitalista degenerado y corrupto utiliza el juego, las drogas, la trata de blanca y demás lacras para neutralizar la participación consciente de la juventud y la clase trabajadora en la lucha en defensa de sus legítimos derechos sociales y civiles.
El consumo de juegos de azar, drogas y demás, hunde sus raíces en las insoportables condiciones de existencia que padecen millones de personas bajo el capitalismo, que sufren paro, miseria, degradación y escasez.
Empleo escaso y mal pagado, explotación salvaje del asalariado, futuro negro para la juventud, fracaso escolar, presión del aparato de propaganda de la economía de consumo, derrumbe del modelo familiar, polarización entre ricos y pobres, cansancio de tanta corrupción, mentiras y broncas entre la clase política, etc, son todos ellos elementos que enrarecen el ambiente para la búsqueda de una salida, haciéndoles pensar que con el “juego se harán millonarios” o con “las drogas se olvidarán” de tanta problemática y lo interpretan erróneamente al considerarlo una forma rápida de evasión de esta cruda realidad que les ahoga y atenaza.
Toda esa problemática que representa una lacra para la sociedad se ceba y extiende, no solo ya en los barrios periféricos de las grandes ciudades, sino que llega a todas partes con las nuevas tecnologías, aunque esos problemas lo padecen con más agudeza las familias trabajadoras, no los hijos pijos de papá que pueden costearles todo tipo de medios en lujosas clínicas para poder superar esas terribles pesadillas que representan para los afectados.
La realidad es que el Estado burgués de los capitales, con todo su enorme aparato al servicio de las empresas, incluida la Banca y los Mass Media de derechas, quieren dar la impresión en algunos programas y nos quieren convencer de que el Estado es un arma que lucha contra el tráfico de drogas, contra la trata de blanca o contra la ludopatía, pero es falto, porque en realidad, como todo eso es un enorme negocio que mueve según algunos cálculos entre un 15 % y un 20 % del comercio mundial y combinado con el turismo internacional, no pueden luchar con eficacia porque en realidad, los verdaderos Gobiernos bajo el capitalismo son los Poderes Fácticos, es decir, Banca, Clero y Fuerzas Represivas.
Debemos conocer y denunciar que es el imperialismo y sus estados afines, los que han empujado en Latinoamérica, Marruecos, Afganistán y otros países a miles de campesinos para que abandonen sus modelos de sembrados alimenticios y lo dediquen a producir DROGAS.
Solo hace falta dotarse de información de lo que ocurre en Colombia, Perú, Bolivia… donde la bajada del precio de los productos agrícolas y el empuje de los narcos ha hecho que cientos de miles de familias campesinas vean que es más rentable y seguro el cultivo de la droga, porque incluso si se niegan, los sicarios del narcotráfico les arrebatan la vida.
Bajo el capitalismo los negocios legales e ilegales están bastante bien interconectados. Las mafias del juego, la droga y demás especuladores, invierten en empresas legales, operan en Paraísos Fiscales, son dueños de Bancos… para a su vez, canalizar recursos financieros hacia esa economía criminal, tomando el control de empresas y comprando a banqueros que se dedican al blanqueo de dinero.
Los grandes financieros internacionales están implicados hasta los tuétanos en esos negocios fraudulentos que les reportan sustanciosos beneficios. Los bancos de EEUU desarrollaron unos métodos de transferencias de recursos, que aplican todos los bancos que operan con ellos, tanto de fondos “legales” como “ilegales”.
Los mayores bancos del mundo cuentan con cientos de miles de millones de dólares de depósitos de particulares en cuentas secretas, en Paraísos Fiscales que todos los gobiernos conocen y amparan, que favorecen a clientes inmensamente ricos a los que, sabiendo que son unos mafiosos y ladrones, se les garantiza la más completa confidencialidad e impunidad.
Ante todo este estado de cosas existen dos corrientes principales en el plano político:
UNO.1.- La mayoría de las derechas quieren seguir mirando para otro lado e incluso privatizarlo todo, tolerando los desaguisados, para continuar haciendo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, haciéndonos creer que la legalización total de esas actividades “delictivas y peligrosas” permitirían mejorar el problema. Pero a su vez esos mismos burgueses pregonan la reducción de impuestos, que llevará a una reducción de los gastos sociales y a privatizar la sanidad pública, lo cual perjudicaría la asistencia, ahora muy deficiente, para sanar y salvar a esos enfermos más pobres de la situación a la que han sido arrastrado por el ansia de lucro a que les empuja este modelo capitalista de competencia feroz.
UNO.2.- Con la legalización y privatización de todo ese comercio criminal en manos de esos personajes de “honorables empresarios” podrían seguir actuando como personas “honestas” e incluso “benefactoras”, pero en realidad provocarían un agravamiento de la situación y no evitarían las muertes por suicidios o por exceso de drogas de miles de jóvenes y trabajadores, apropiándose de cada vez más plusvalías, pues su legalización no acabaría con el problema sino que solo serviría para aumentar los Beneficios de esas mafias capitalistas.
DOS.1.- La mayoría de las izquierdas están en contra de la legalización y privatización de ese comercio que esclaviza, enferma y mata a la juventud y explican que ni con represión, ni con hacer que sean legales podrán resolver esos tremendos problemas sociales. Por tanto, tenemos que defender las reivindicaciones de un cambio de modelo de sociedad que garantice un puesto de trabajo digno y bien remunerado, vivienda para todos y mejoras sociales, pero sobre todo un ocio alternativo, sabiendo que, mientras que exista ese modelo de rapiña capitalista siempre habrá jóvenes y trabajadores que se verán empujados a caer en esa pesadilla.
DOS.2.- Algunos programas de izquierdas contemplan medidas amplias para atacar y empezar a resolver esa tremenda problemática que afecta a cientos de miles de personas, como por ejemplo, la nacionalización total del juego, para que sea el sector público quien lo gestione con el objetivo de dedicar recursos para curar a ludópatas y drogadictos e ir eliminando progresivamente tanto el juego y las drogas así como las enfermedades que producen.
DOS.3.- Expropiación por el Estado de todos los bienes y fortunas de esas empresas de tráfico ilegal, para invertir sus recursos en programas de rehabilitación, controlados por organizaciones de familiares de afectados, incautación de los bancos y empresas colaboradores con los implicados en el blanqueo de dinero, eliminando el secreto bancario, para constituir una Potente Banca Pública al servicio de la sociedad. Defensa de una red Sanitaria Pública y gratuita que cubra todas las demandas de asistencia a la ciudadanía, incluyendo planes para curar a ludópatas y toxicómanos con atención especial a esos enfermos, incluyendo a los que estén o quieran incluirse en planes de rehabilitación, tanto dentro como fuera de las prisiones, hasta su sanación y encuadramiento en un puesto de trabajo digno.
DOS.4.- Desarrollar por el Estado planes de prevención en institutos, universidades y sobre todo en colegios, para explicar desde la infancia las causas, los efectos y los peligros que nos acechan con la ludopatía, las drogas y demás lacras de este capitalismo caduco y agónico. Exigir un Plan de Ocio recreativo, en base a deporte para la juventud: Polideportivos, Piscinas públicas, Casas de la Juventud, Centros Culturales, desarrollo de actividades como campamentos al aire libre y demás acciones que aumenten las actividades lúdicas, que preparen a las nuevas generaciones con el objetivo de una sociedad más sana, justa, libre, solidaria y humana.
Conclusión: En esos dos modelos se observa también las orientaciones entre las Derechas y las Izquierdas. El socialismo democrático y científico considera que con la fuerza numérica que tiene en la actualidad la clase trabajadora, la juventud, los pensionistas, los sindicatos y las organizaciones sociales, en lucha organizada por la transformación social serían posibles esos cambios que son más necesarios que nunca. Pero para ello necesitamos seguir construyendo un fuerte movimiento de masas y organizándonos masivamente. Esa tarea nos exige un mayor grado de participación tanto de la juventud y los familiares afectados, como trabajadores, estudiantes, parados, pensionistas, junto a partidos y sindicatos de clase que defiendan los programas necesarios para avanzar hacia la transformación socialista de la sociedad, porque otro mundo es necesario y posible para la Humanidad. El futuro que nos espera bajo el capitalismo es de catástrofes laborales, medioambientales, paro, miseria, explotación y opresión; es decir, como dijo el clásico “horror sin fin”.