El cartel promocional de la Feria del Libro de Zamora es una demostración más de que el machismo está tatuado en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Este es el cartel:
El hecho de utilizar el cuerpo de la mujer como reclamo o como instrumento es una aberración que muestra cómo el machismo o la cosificación de la mujer se sigue tomando como algo habitual, por más de que sea reprobable. El problema es que en este caso los organizadores son una Asociación de Libreros y, lo que es más grave, el propio Ayuntamiento de Zamora, un consistorio que, además, está gobernado por Izquierda Unida, una coalición que siempre se ha caracterizado por la defensa de los derechos de la mujer y de la igualdad efectiva de género.
No trataremos de justificar en el arte o en la originalidad un cartel tan repulsivo como este, algo que desde los sectores más machistas se suele hacer cada vez que se utiliza el cuerpo de la mujer como reclamo. Es injustificable.
España se encuentra en una situación de extrema alerta por terrorismo machista y bromas de este tipo las justas. Que una Administración Pública organice un acto promocionado con un cartel de este tipo es un ejemplo más de cómo las entidades públicas tienen abandonadas a las mujeres víctimas del terrorismo machista. Estos comportamientos hacen que quienes sufren un tipo de violencia que es el modo más salvaje de expresar la desigualdad de género sean personas totalmente desprotegidas.
Estos comportamientos machistas que, por desgracia, están políticamente aceptados por la sociedad y, por extensión, a las instituciones públicas, son una alegoría de cómo se institucionaliza el machismo. Y si todo el mundo está de acuerdo que el único modo de terminar con el terrorismo machista es, precisamente, sacando de las mentalidades el concepto de superioridad del hombre respecto a la mujer, un hecho como el de Zamora no ayuda mucho.