Gracias Footyheadlines los aficionados atléticos pueden conocer con antelación las agresiones que suele cometer la marca Nike contra el equipo de sus amores, el Atlético de Madrid. Sin pagar las cifras que pagan a otros equipos en Europa, la directiva de la SAD traga con casi cualquier cosa que les ofrecen. Al vivir en el puro rendimiento económico –no se llega a la lista Forbes así como así-, aceptan lo que los vendedores de motos de la marca estadounidense les cuela. Un amarillo chillón y que es mufa se está soportando este año, pero les da igual en el palco.
En esta ocasión la página web ha adelantado las que podrían ser las camisetas de la próxima temporada y la decepción es enorme. Más allá de personas con gustos extravagantes, la mayoría de aficionados rojiblancos han visto con absoluto pavor que Nike ofrece al equipo una camiseta que parece pintada por un pintor de brocha gorda. Además literalmente. Como segunda equipación un azul raro con tonos rosas que tan del gusto de la marca son. No estando el escudo sino el logo, la mayoría de camisetas parecen feas, pero más allá de eso si Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo aceptan esa primera equipación demostrarán palpablemente que los sentimientos –esos que manipulan con sus vídeos de temporada- sólo los tienen en sus bolsillos.
La primera equipación es totalmente vomitiva. Si el rojiblanco es un color, como saben todos los aficionados atléticos, esos brochazos mal dados ni son rojiblancos, ni merecen estar en una camiseta como la del Atleti. Es un insulto estético y sentimental. Un reírse de la afición rojiblanca sin ningún tipo de pudor. Un cagarse en la mínima tradición. Un volver al esperpento de los años de plomo con Jesús Gil –quedándose el equipo sin poner un duro ya es conocido- vociferando y pegando mamporros. Un adefesio que supera, y ya era complicado, alguna que otra camiseta de este año en equipos ingleses. Igual en la pérfida Albión lo aceptan porque siempre han sido bastante horteras –como sus hijos bastardos del otro lado del Atlántico- pero intentar esas cosas en España es pasarse de la raya.
Imagínense el cachondeo por esos campos españoles diciendo las aficiones rivales “¡Ahí llegan los pintores!” o alguna cosa más chusca que aparecería. La segunda equipación es fea sin más, pero esa primera equipación se la pueden meter por sálvese sea la parte. Como carecen de tradiciones, salvo tres o cuatro, no entienden que en Europa y, mucho más, en España las tradiciones importan. Con lo fácil que es hacer una camiseta rojiblanca sin más. Con un cuello y unos bordes en las mangas y ya. Cuando Puma equipaba al equipo se llegó a tener casi la misma camiseta unas cuántas temporadas y no pasó nada. Por mucho que sea una fuente de ingresos ¿están seguros que en España venderían muchas? No respetan al equipo porque los primeros que no lo hacen están en el palco.