La Diputación de Málaga está estudiando alternativas para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos en el complejo medioambiental de Valsequillo, situado en Antequera. Este vertedero, que gestiona el Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos, recibe cada día unos 680.000 kilos de basura doméstica (procedente del contenedor gris) de 91 municipios de la provincia (248.000 toneladas al año).
Actualmente, el procedimiento para eliminar esta basura orgánica es enterrarla en el vaso de desechos del complejo de Valsequillo. Cuando entre en funcionamiento la planta de compostaje, se podrá reutilizar como compost un 30% de esa basura, pero el resto tendrá que seguir enterrándose, y el problema se produce porque, al ritmo actual, la vida útil de este vertedero concluirá en 2029.
Al respecto, el diputado de Sostenibilidad y presidente del Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), Francisco Delgado Bonilla, explica que, “ante la imposibilidad de seguir ampliando Valsequillo y ante la dificultad de encontrar en la provincia otros terrenos para un vertedero más grande, desde la Diputación se está trabajando para encontrar alternativas que eviten tener que enterrar tanta cantidad de basura”.
En esta misma línea ya se pronunciaron los expertos que participaron a finales de marzo en una jornada sobre ‘El futuro de los residuos urbanos en la provincia de Málaga’, incidiendo en nuevos procedimientos para el tratamiento de la basura, y entre ellos el de las incineradoras, o plantas de valorización, cuyo funcionamiento es muy respetuoso con el medio ambiente.
Delgado Bonilla comenta que, en la línea de analizar nuevas fórmulas, se enmarca la participación de responsables y técnicos del Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos en el V Seminario Relagres “La contribución de los residuos al desarrollo sostenible y al cambio climático”, celebrado en Mataró hace unos días, y al que han asistido más de 250 responsables de la gestión de residuos de diferentes países de Latinoamérica y Europa.
Procedimiento de incineración
En el marco de este evento, los responsables del Consorcio de RSU visitaron el centro integral de valorización de residuos del Maresme, que cuenta con una planta de tratamiento de la fracción resto (es decir, lo procedente del contenedor gris) mediante incineración.
En esta planta de incineración, tras separar cualquier tipo de residuos aprovechables que se haya depositado en el contenedor gris (cristal, metal, pilas, etcétera), el resto se quema en un horno. La combustión en el horno hace que el agua que circula por las tuberías de la caldera se transforme en vapor a presión, sin que genere emisiones contaminantes gracias a los sistemas de filtración de humos. Este proceso, además, permite la generación de electricidad y calor, que se exporta a la red.
“La valoración energética de residuos -indica Delgado Bonilla- permite la generación de energía renovable y, por tanto, combatir el cambio climático”. Por ello, este podría ser uno de los procedimientos que se emplee en el complejo de Valsequillo, que, además del vertedero, dispone de una planta de clasificación de envases ligeros, una planta de tratamiento de escombros y una planta de compostaje, que empezará a funcionar este año.